En un barrio de Buenos Aires que le divierte por su esencia cosmopolita – «hay un pedazo de cada parte del mundo» -, el artista que se destaca en su generación por sus creaciones textiles, le asegura a MALEVA que su casa es su mejor obra/Un ventilador peronista, un altar de dioses en los que no cree y flores (lo que hay que llevarle si te invita a conocer su morada)
