Arnaud y Florian Frésad se rindieron ante el encanto mendocino y dejaron Suiza para abrir su propia bodega/En 24 horas al pie de la cordillera, probamos vinos que buscan traer juventud y aires diferentes a la industria/“Convertir vino en vida”: su propósito ecológico va un paso más allá/Cómo logran plantar un árbol por cada botella vendida.
