Es tendencia, del pancho con gaseosa al flat white y el tapeo japonés: cada vez más estaciones de tren de Buenos Aires se vuelven coordenadas gastro (con un plus de onda)

Desde San Fernando hasta Belgrano: las estaciones dejan de ser espacios básicos y cada vez alojan propuestas con más estilo/Cafés de especialidad, comida natural y street food del mundo.

La última apertura es Zarpado en la estación de Olivos. 

Es tendencia, del pancho con gaseosa al flat white y el tapeo japonés: cada vez más estaciones de tren de Buenos Aires (y zona norte) se vuelven coordenadas gastro y con un plus de onda. Por Lenchu Rodríguez Traverso.

Tomar un café con vista al tren tiene ese «no se qué»… Será por el flujo de gente que entra y sale, o quizás por una ola de contagios que las fue poniendo de moda, pero es una realidad que las estaciones de tren – sobre todo las que van hacia el norte del Conurbano -, están más encendidas que nunca. En los últimos años vimos un boom de propuestas que abrieron – y la están rompiendo – al lado de las vías y en general, en los mismos edificios reciclados de las estaciones. Cafés de especialidad, barcitos al paso, restaurantes con una deco alucinante y puestos de street food con sabores del mundo.

De los kioscos o locales más simplones de siempre, pasamos a propuestas con un plus de onda y calidad. Del pancho y la coca al flat white y el onigiri. Y así es como, de a poquito, las estaciones del Mitre y el Tren de la Costa, son planes en sí mismos, generando puntos de encuentro que explotan los fines de semana y propuestas que vienen bomba para un take away de lunes a viernes. Desde San Fernando hasta Belgrano, te hacemos un recorrido por nuestros siete preferidos en estaciones de tren. 

«De los kioscos o locales más simplones de siempre, pasamos a propuestas con un plus de onda y calidad. Del pancho y la coca al flat white y el onigiri. Y así es como, de a poquito, las estaciones del Mitre y el Tren de la Costa, son planes en sí mismos, generando puntos de encuentro que explotan los fines de semana y propuestas que vienen bomba para un take away de lunes a viernes…»

1) Zarpado Café: recién desembarcado en la estación de Olivos / Estación Olivos, Tren Mitre a Tigre.

Directo de una estación a otra: parece que Zarpado Café está encontrando su esencia junto a las vías del tren. Después de su primer boom en Belgrano, en el pasaje Echeverría, decidieron redoblar su propuesta en la estación de Olivos del Tren Mitre, donde abrieron sus puertas la semana pasada. ¡Y el sábado ya explotaba!

A diferencia de su primer local, totalmente al paso, en este pusieron mesitas adentro y afuera y tienen servicio de mesa. Pero la esencia es igual: café de Puerto Blest con granos de Colombia (y próximamente otros con un poquito más de dulzor), pastelería, su estética y logo ya inconfundibles, los azulejos y el arte sobre las paredes. Lo que se le suma a su segunda locación es también un menú de cocina, que ya lo está armando Daniela Butvilofsky.

Los best sellers en estos primeros días de apertura: el flat white con leche de almendras hecha en casa (la preparan con dátiles y es realmente muy rica) y el tostado “Que Zarpado Carlitos” en pan de papa, con jamón cocido, queso danbo, manteca y pesto. 

2) Bike and Coffee: cafecito, croissant y bici, planazo en el bajo de San Isidro / Estación Pta. Chica, Barrancas y Borges del Tren de la Costa.

Bike and Coffee es sin dudas un pionero en esta tendencia de cafecitos lindos sobre estaciones de tren en Zona Norte. Sus locales lindando el Tren de la Costa – en las estaciones Punta Chica, Barrancas y Borges – son un boom entre ciclistas y vecinos de la zona hace ya muchos años y es súper común pasar por ahí los fines de semana y verlos estallados. 

En sus casonas antiguas recicladas con una fuerte impronta del blanco y la madera, encontramos uno de los primeros cafés de especialidad de la zona. Ellos son tostadores, su tostadero está dentro del local de Punta Chica, y de ahí se desprendió Preto, otra gran presencia cafetera en las estaciones.

Para acompañar su café salen mucho las croissants, algún budín o el roll de canela – tienen su pastelería exhibida con bastantes opciones y algunas sin TACC – y la tostada con palta y huevo soufflé. Las vistas y la tranquilidad que se maneja lo convierten en una «oficina cafetera» privilegiada para los que aman sentarse a desayunar y trabajar un ratito mirando el verde y el tren. 

3) Good & Green: comida natural con personalidad y un entorno soñado / Estación Marina Nueva, Tren de la Costa.

Hace unos años, para los «zonanortenses» que querían arrancar una movida más saludable, comer afuera era un plan casi imposible. No había opciones. Good and Green llegó en el 2017 ofreciendo una propuesta salvadora de comida real y natural en un entorno además muy atractivo: la estación de Marina Nueva, en el bajo de San Fernando. Hoy, junto con Gratitude sobre Libertador, es uno de los locales más “green friendly” de la zona.

Su propuesta es integral; al bar saludable se le suma una tienda con productos de almacén, congelados y cosmética, todo siguiendo su misma línea natural. Su carta es bastante amplia – no son 100% vegetarianos pero sí orgánicos – con opciones para el desayuno, entradas, sándwiches y burgers, wraps, platos que varían según la estación, ensaladas, bowls y pastelería saludable. El bowl Green Quinoa, la Porto Pasta y el Burrito G&G: imperdibles. 

Almorzar algo liviano pero con mucho sabor (un gran punto a favor) en una de sus mesas al sol, sobre las vías, es un planazo. Lo que sí hay que saber: se manejan con sistema pickup. Se pide en la caja, te dan un aparato que vibra cuando la comida está lista y hay que volver a buscar las bandejas, cubiertos y vasos para llevarlos a la mesa. 

4) Preto: el café de especialidad que es un hitazo de convocatoria en la línea Tigre (tres estaciones ya) / San Isidro, Martínez y Belgrano C.

Si todavía no tenés un Preto relativamente cerca de tu casa, seguro muy pronto llegue. Los tostadores de café que nacieron en Bike and Coffee no dejan de expandirse a distintos barrios de Capital, pero su lugar insignia son las estaciones de tren. 

Su primer local lo abrieron en la de Martínez y tuvieron que agregar espacio para sentarse por la cantidad de gente que pasaba y volvía enamorada del café. De ahí salió un segundo sobre la estación de San Isidro y con varias aperturas en el medio, volvieron cerquita del tren sumándose al boom del Pasaje Echeverría.

Sin dudas, la cafetería es la estrella de Preto. Además de los cafés clásicos de especialidad (donde usan su House Blend), agregaron a su menú un Latte Caramel, un Ice Americano y Ice Moka y un Tonic Coffee, que salen uno atrás del otro durante los meses de verano. La pastelería es la misma que encontrás en Bike and Coffee; con croissants, budines, alfajores, rolls de canela, brownies, cookies y opciones sin TACC. 

5) Tribu: para sentirse un rato en Bali con vista al Río de la Plata  / Estación Anchorena, Tren de la Costa.

Pegadito a la estación Anchorena del Tren de la Costa, hace 3 años había una casona abandonada que supo albergar un restaurante una década atrás. En el 2021, tres mujeres descubrieron su potencial y en pocos meses de obra dieron vuelta el lugar convirtiéndolo en uno de los restaurantes más estéticamente atractivos de la zona: Tribu

De pisos desmantelados y techos de tela pasaron a un gran deck de madera, un horno de barro, camastros, una barra completamente renovada y una decoración con madera, mimbre y naturaleza que te hace sentir en Bali o en Ibiza. A eso se le suma un plus muy pintoresco: la visita del tren a través de la ventana. Ahí ya tenés su diferencial.

El lugar lo pensaron para todo el día (tienen también algunas propuestas para la mañana y la tarde) y el menú se basa en tres secciones principales: las más elegidas son las tapas, para los que van en el mood picoteo y con ganas de tragos, también tienen la parrilla y los platos al horno de barro. Para acompañar la comida – y sentirse de vacaciones un ratito – ellos recomiendan tres de sus varios cócteles de autor: el Red Red-Red, el Nootka Punch, y el Berry-Tonic. 

6) Estación verde: un café, una cookie y una sonrisa para llevar en el tren / Estación Coghlan, Tren Mitre.

Grisel notaba que la propuesta gastronómica de las estaciones de tren eran siempre frituras y chatarra. Por eso, junto con su socia decidieron romper con esta norma y abrieron un cafecito de especialidad al paso en la estación de Coghlan, su barrio de siempre.

Estación Verde hace alusión a su nombre a primera vista; es una casita bajo el andén, justo al lado del puente y rodeada de árboles. Tienen café de Fuego Tostadores, para llevar o para tomar ahí en el espacio con sillas y bancos que armaron al costado. De a poquito le fueron sumando cosas dulces como budines, muffins, viennoiserie vegana, pastelería sin tacc y sus estrellas: las cookies. Tienen unas de remolacha con chocolate blanco y otras de nutella con nuez. ¡Y una para los perrhijos! Al estar cerca de la plaza, también reciben a varios con sus mascotas.

El “verde” de su nombre también hace alusión a una ecología entre los vínculos, “queremos que la gente se sienta a gusto y bien tratada”, detalla Gisel. Tanto es así que llegaron a subirle los cafés a la gente que los pide desde el andén.

7) Pasaje Echeverría: cien metros con propuestas que explotan la calle durante todo el día (y que no para de ampliarse)/Ahora también barras japonesas (como Krill) bajo la misma estación/Estación Belgrano C, Tren Mitre a Tigre.

Del desierto absoluto al punto de encuentro con más onda del momento. Pasaje Echeverría, justo abajo de la nueva estación de Belgrano, es un constante ir y venir de gente, y es que se armó su propio polito gastronómico de solo cien metros con un buen standard de calidad y locales con un estilo muy cool. La propuesta es un diez: vas en grupo, cada uno elige el tipo de comida que más le copa, y te sentás en la calle a disfrutar.

Desde la mañana, hay café de especialidad en Zarpado, Preto y Morro, que se puede combinar con alguna de su pastelería o con algún tostado de Pandanés. Al mediodía se arma fila en Orei, para su adorado ramen, se empiezan a ver sándwiches nipo-latinos de Sando de América y los ceviches de Son of Cebich. A la tardecita, el happy hour arranca en la Chintonería, salen tapas españolas de Copetín o unas en versión japonesa de Krill y los vinitos y empanadas de Vina. La calle es siempre una fiesta.

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Fotos: son gentileza de prensa de los lugres mencionados. La de Pasaje Echeverría es de Sophie Starzsenski para MALEVA.