Casa de artista: así es la extravagante vivienda llena de plantas en Floresta de Nicolás de Caro

En un barrio de Buenos Aires que le divierte por su esencia cosmopolita – «hay un pedazo de cada parte del mundo» -, el artista que se destaca en su generación por sus creaciones textiles, le asegura a MALEVA que su casa es su mejor obra/Un ventilador peronista, un altar de dioses en los que no cree y flores (lo que hay que llevarle si te invita a conocer su morada)

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5 X 5: ¿cuáles son las marcas de ropa argentinas preferidas de cinco referentes totales de la moda en el país?

Si tuvieran que elegir una (y únicamente una) qué marca eligen Santiago Artemis, Agustina Papry Suásquita, Marou Rivero, Carmen Asenjo y Lulú Biaus/Desde una de Rosario que se luce con sus diseños alegres y lúdicos hasta una que – ¡mencionada por dos de ellos! – demuestra que se puede hacer algo con estilo «haciendo el bien»

«Dejemos de llamar healthy a los restaurantes al menos por dos años…»

Están por todos lados y se definen por lo que no se puede comer/¿Una dieta determinada significa que cocinan sano y el resto no?/¿Quién estableció que comerse unos ravioles con estofado hace mal?/¿Acaso hay restaurantes enfermos?/¿Por qué salir a comer afuera no debería ser sólo un proceso para alimentarse sino también un placer? Ortorexia, obsesión por el control del cuerpo y discursos contrapuestos/En una nueva columna exclusiva para MALEVA, Rodo Reich pone el dedo en la llaga y abre el debate

Sospecho que lo que me llevó a comprar la entrada por Internet fue una motivación truculenta

Cuando las otras se dormían un rato: ahí me daban ganas de llorar. En un minicomponente teníamos un cd de Miranda!, y empecé a escuchar atenta una novedad, un sonido que me sorprendía en el medio del disparate emocional. En el Luna Park nos paramos de golpe cuando apareció Miranda!, y un chico con anteojos en la fila de adelante, pegado a la cintura de una mujer de rulos, se dio vuelta en el margen de maniobra que le permitía estar amorosamente sujeto por ella de su polarcito gris.

Andrés Silva Sle

El fondo de Maleva es un acrílico sobre tela de 120×145 cm llamado “Retrato Urbano” de la serie “Urbain Portraits” de uno de los pintores jóvenes argentinos con mayor proyección, nuestro artista…

Diálogo en New York con el genial escritor inglés Martin Amis

Desde el primer momento, percibí ese sentido del humor tan característico de los ingleses. Según Amis, hay 4 categorías de personas: John, Paul, George y Ringo. Él era, de acuerdo a su mujer, un Paul que quería ser un John, pero que en realidad era un George encubierto. Amis nos dijo que estuvo viviendo tres años en Uruguay, en un pueblo muy chiquito. ¿José Ignacio? ¡Sí!

CONFESIONES WI FI

La gente se muestra tal cual es a través de los nombres de las redes inalámbricas. Maleva salió a descifrar este lenguaje anónimo. 1ra prueba: barrio de Belgrano. Opina una experta en lenguaje.

BARES ADIVINOS

Cada vez hay más bares y cafés en los que podés hacerte leer el futuro. ¿Cuáles son los mejores? ¿A qué se debe esta tendencia? Por Anastasia García Pinto.

Recorrido para empezar a conectar con el arte. Parada uno: Malba (y sus artistas argentinos)

Siempre digo que la poca conexión con el arte tiene una raíz pedagógica. Desde aquí entonces, pondré manos a la obra para cambiar eso. Empecemos por el Malba, fundación Costantini.
¿Sabían que en el corazón del museo hay un inmenso rompecabezas de tinte “POP” de Jorge de la Vega, blanco y negro, al cual, detalle, le falta una única pieza para completarse que está en manos de un coleccionista americano que pedirá fortunas antes de desligarse de una pieza tan codiciada (Rompecabezas, 1968)?

El cristo de Borja es un engendro chic

Cecilia se encuentra conmovida por todo el jaleo que se armó y está sufriendo un cuadro (¿?¡!) de ansiedad. La defensa de la anciana es tan brillante como su obra: “No me dejaron terminarla”. Pobre, la trataron como una loca; seguramente le dijeron: “Noooo, no sigas. Si está hermosa, está divina. Ni una pincelada más, dejala así que está bárbara”. El alegato de Cecilia se pone más jugoso sobre el final: “Hice lo que pude… y utilicé los mejores óleos”. Como si el niño que es reprendido por su madre por haber dibujado las paredes del living adujese haber usado Faber Castell.