Una locura que va viento en popa: el proyecto de vinos ultra marinos y patagónicos en Bahía Bustamante

Son uno de los viñedos más australes del país, están al borde del mar y casi sobre la playa/Este año fue la primera vendimia/Hablamos con Astrid Perkins, al frente del proyecto, quien nos dio un montón de detalles sobre este genial emprendimiento vitivinícola/Detrás hay dos pesos pesados (que también son socios): el innovador enólogo Matías Michelini y Tato Giovannoni/Además: ¿cuándo van a salir a la venta las primeras botellas?

En marzo de este año fue la primera vendimia en Bahía Bustamante

Una locura que va viento en popa: el proyecto de vinos ultra marinos y patagónicos en Bahía Bustamante. Por Santiago Eneas Casanello.

Si hay una prueba que los vinos en Argentina, y los proyectos de bodegas, ya no están circunscritos a los valles del Cuyo o del norte, es lo que está pasando (o creciendo) en Bahía Bustamante, en la costa patagónica del Chubut. Allí, en un paraje paradisíaco – donde el mar es turquesa, el aire es seco, y las playas son de arena blanca – se realizó hace unas semanas la primera vendimia del que se va a convertir en uno de los vinos más australes del mundo y el vino argentino más marino. Detrás del proyecto, por el que se plantaron dos mil vides prácticamente en la orilla del océano, están Astrid Perkins y Matías Soriano – quienes viven en Bustamante; y nada menos que el enólogo Matías Michelini, creador de la bodega Super Uco y uno de los más creativos del país, y el bartender y emprendedor Tato Giovannoni. Dos pesos pesados. MALEVA conversó con Astrid para que nos de más detalles de qué es esta bella locura que se animaron a plantar y qué por ahora viene viento en popa.

¿Cómo es esto de plantar vid en la costa de Chubut? ¿Cómo se les ocurrió tal osadía?

La idea inicial fue de Tato Giovannoni (fundador del bar Florería Atlántico y del gin Príncipe de los Apóstoles, entre otros proyectos). Tato es como un hermano para mí. Y empezó a hablar de esta idea loca hace unos años. Pero era algo más como un sueño. Tato pensaba, y sentía, que la persona para encararlo era con el enólogo Matías Michelini: un wine maker absolutamente innovador y creativo. Un verano Tato se vino unos días para Bahía Bustamante, y de acá después partimos a Mendoza y nos encontramos con Michelini. Lo invitamos a que viniera pronto, no tardó en hacerse un rato y volar hasta acá para analizar la tierra. Así empezó todo. En octubre de 2018. Juntos y en familia plantamos las primeras dos mil viñas a solo cinco metros de la marea alta.  Ahora somos socios con Matías y Tato. En el caso de Michelini, es uno de los enólogos más innovadores del país.

¿Qué tipos de uvas son?

Por ahora probamos con semillón y Pinot Noir.

¿Se inspiraron (y aprendieron) de algún viñedo/bodega similar en el mundo? Por ejemplo alguna con un clima y condiciones de suelo comparables.

Matías Michelini hace vinos sobre las rías baixas en España, y es quien más experiencia tiene. El clima en verdad no es tan comparable con otros viñedos, porque acá tenemos características únicas de estepa y mar patagónico. Por lo que nos iniciamos en un modo experimental.

«La idea inicial fue de Tato Giovannoni (fundador del bar Florería Atlántico y del gin Príncipe de los Apóstoles, entre otros proyectos). Tato es como un hermano para mí. Y empezó a hablar de esta idea loca hace unos años. Pero era algo más como un sueño. Tato pensaba, y sentía, que la persona para encararlo era con el enólogo Matías Michelini: un wine maker absolutamente innovador y creativo…»

¿Para cuándo van a salir a la venta las primeras botellas? ¿Se van a poder conseguir en ciudades como Buenos Aires?

Creemos que en el 2021 o el 2022. La viña tiene apenas  un año pero ya hemos hecho una vendimia y embotellamos sesenta litros.

¿Y la etiqueta va a decir «Bahía Bustamante»?

¡La etiqueta aún es top secret!

Astrid ¿vos y tu esposo son amantes del vino?

Sí. Yo soy fanática del vino y este proceso me enamoró aún más. Estamos aprendiendo muchísimo y todavía queda mucho por descubrir.

«La vendimia fue una semana antes de la cuarentena y todo el proceso posterior lo hemos hecho nosotros solos, de manera muy artesanal, y con la guía de Matías Michelini. El vino tiene un espíritu de mar muy marcado en su identidad. Ahora ya estamos conversando sobre la expansión del viñedo y la incorporación de nuevas cepas. ¡Ya hemos probado que las viñas aman este terroir marino!»

¿Algún referente gastronómico o del mundo del vino ya pudo probar una botella y les dio algún veredicto?

Tato Giovannoni ya dijo en redes que los viñedos le parecen maravillosos. Pero por ahora lo hemos probado sólo Matías y yo. La vendimia fue una semana antes de la cuarentena y todo el proceso posterior lo hemos hecho nosotros solos, de manera muy artesanal, y con la guía de Matías Michelini por teléfono, describiéndole a él y a Tato el sabor del semillón y del Pinot Noir. Estamos todos de acuerdo en que este proyecto va encaminado tal como lo imaginamos. El vino tiene un espíritu de mar muy marcado en su identidad. Ahora ya estamos conversando sobre la expansión del viñedo y la incorporación de nuevas cepas. ¡Ya hemos probado que las viñas aman este terroir marino!

Galería: 

Fotos: son todas gentileza de Astrid Perkins, la destacada es de PH Eric Mohl