Al traer el pan, Mario nos preguntó de dónde éramos. “¡Messi, Maradona,Tango!”, exclamó al saberlo. Y rápidamente un hombre de la mesa de al lado se unió a la conversación. Era Roque, nacido en Sicilia y cantante de ópera. “Bariloche: bello bello”, dijo antes de pasarse veinte minutos recitando con ademanes un fragmento de la Divina Comedia. Luego, Mario nos contó que trabajaba ahí desde hacía treinta años, que las pastas eran todas caseras y que no se iba a morir sin antes viajar a nuestro país para conocer a las mujeres argentinas.