"Ni Chanel ni Dior: las paradojas de la elegancia, esa actitud"

Momento del peinado para ir a uno de mis eventos de gala preferidos

 
Hace unos días me llegó un sobre con una invitación de esas que no podes faltar, el año pasado tuve la mala suerte de no poder ir porque estaba de viaje, así que este año no me lo pierdo ni loca. Es en la Rural y hay que ir vestido de gala, súper elegante, no hay cosa que me divierta más que empezar a pensar que ponerme. No sé si llevar mi vestido de seda de la firma Dior que compré en un vintage perdido de Nueva York o salir a la calle a comprarme algo, aunque no soy de esas a las que les resulta fácil encontrar lo que buscan. Por lo tanto, pensándolo bien, lo más inteligente, en esta ocasión, es llevar algo que ya tengo. 
Cómo decía una profesora que tuve el honor de escuchar cuando cursaba la carrera de diseño, ¨ la elegancia, es el buen gusto y la simplicidad en el diseño¨.  No hace falta ponerte ese vestido tan de moda, lo importante es que con poco puedas hacer mucho: empezar por un peinado que no sea exuberante pero que tenga estilo, un maquillaje que no sobrepase al vestido y accesorios que sean un complemento más del conjunto. La idea es mantener un equilibrio y destacar lo que haga falta.

«La elegancia – aunque pueda sonar paradójico o sorprendente – es la puerta para empezar a darte cuenta que no todo se basa en gastar fortunas. Lo verdadero está en saber llevar ese vestido, en cómo te movés, en cómo hablás. Podemos ponernos un Dior y que parezca uno de esos que compramos en un sale en la cadena de ropa española que todos conocemos. La moda es tramposa: a la moda, hay que saber cómo usarla.»

 
La elegancia – aunque pueda sonar paradójico o sorprendente – es la puerta para empezar a darte cuenta que no todo se basa en gastar fortunas. Lo verdadero está en saber llevar ese vestido, en cómo te movés, en cómo hablás. Podemos ponernos un Dior y que parezca uno de esos que compramos en un sale en la cadena de ropa española que todos conocemos. La moda es tramposa: a la moda, hay que saber cómo usarla. Decía Coco Chanel que la elegancia no consiste en ponerse un nuevo vestido. Ajá.
Volviendo al evento en la Rural, ya me decidí y nuestro ganador de la noche es Dior. Pero no por ser un Dior (con prestigio muchas veces sobrevaluado). Sino porque tengo la seguridad de que voy a saber quedar impecable. Recuerden este mensaje: la elegancia nace de adentro de cada una de ustedes. El desafío está en conocerse y saber destacar cada uno de los atributos que nos hacen especiales.