El Hot Pastrami es una de las especialidades de New York. Una curiosidad: dicen que el mejor del mundo se sirve en Katz Deli, el bar neoyorquino donde Meg Ryan protagoniza la famosa escena del orgasmo en “Cuando Harry conoció a Sally”. En esas condiciones cualquier sándwich es bueno. Ahora sugiero mi propia variante de sándwich de pastrón (¿por qué no? Al fin y al cabo, soy descendiente de Bessarabers), el Kilstein Pastrami. Una receta alternativa al trillado pepino y pretzalej que ya estaría aburriendo. Yo digo: pastrón, queso crema, cebolla de verdeo y pan caliente con semillas arriba. Amén.
Quisiera que los que no son judíos comprendan Rosh Hashaná
Como muchos saben, en esta semana se celebra Rosh Hashaná, el año nuevo judío. La fecha no podría pasar desapercibida para un blog titulado Der Bessaraber y un blogger llamado Kilstein Grinstein (sí, mi madre y mi padre conspiraron para que yo porte un doble apellido judío, formado por dos voces demasiado próximas entre sí).En Rosh Hashaná se conmemora nada menos que la creación del Universo. Ahora bien, apenas empezamos y ya surge un pequeño problema: la Torá no dice palabra sobre la fecha en que ocurrió evento tan trascendente.
El sueño del antifordismo y las siestas urbanas
En la oficina colectiva se respira ese ambiente límpido, repleto de claridades y transparencias, propios de la oficina moderna. Los usuarios cuentan con fotocopiadoras, faxes, servicios de moto y remises y hasta bicicletas para salir a despejarse. Y fundamental: todo ocurre lejos del jefe y (probablemente) rodeado de desconocidos entre quienes no circula ninguna rencilla de pasillo propia de los ambientes laborales.
El cristo de Borja es un engendro chic
Cecilia se encuentra conmovida por todo el jaleo que se armó y está sufriendo un cuadro (¿?¡!) de ansiedad. La defensa de la anciana es tan brillante como su obra: “No me dejaron terminarla”. Pobre, la trataron como una loca; seguramente le dijeron: “Noooo, no sigas. Si está hermosa, está divina. Ni una pincelada más, dejala así que está bárbara”. El alegato de Cecilia se pone más jugoso sobre el final: “Hice lo que pude… y utilicé los mejores óleos”. Como si el niño que es reprendido por su madre por haber dibujado las paredes del living adujese haber usado Faber Castell.
La pelu de los jedis
Luego me enteré a qué respondía tan agradable ambiente: según me confesó Agustín, quien se encarga de mis cabellos, la peluquería incorporó un principio organizativo basado en la filosofía de Star Wars. ¿Un modelo de negocios inspirado en la Guerra de las Galaxias? La frase me sacudió y necesité saber más al respecto.
Soy un Bohemio freaky psicodélico nostálgico de Chacalermo
¡Buenas buenas! Mi nombre es Andrés Kilstein. Soy sociólogo, aforista y cronista de TV. Algo de mi inadecuado vestuario des-pop-lijo ya me habrá delatado. Quienes me cruzaron en la calle, en el ciclo Morbo de la medianoche en el Malba, o frikiandola entre las mesas de bares donde alguna vez ofrecí mi libro, ya habrán reconocido mi indisimulable porte de Bohemio Freaky Psicodélico. Sí, exacto, allí se ubica mi Sol. Soy un bohemio freaky psicodélico con ascendente en Intelectual del Nacional de Buenos Aires, y la Luna en Nati la chica progre.