Así es Boca Abajo, Boca Arriba: un inclasificable wine bar escondido detrás de una «tintorería» en el Microcentro

Una verdadera caja de pandora surgida en pandemia/¿Cómo se puede acceder?/¿Por qué aseguran que «su cocina no tiene dueño»?/Menú por pasos, un subsuelo-bodega que es una joyita, comer a la luz de las velas y un espumante entre bengalas/Además: los dueños le cuentan a MALEVA cómo se les ocurrió la idea

Al mejor estilo speakeasy, Boca Abajo – Boca Arriba nació como en plena pandemia

Así es Boca Abajo – Boca Arriba: un inclasificable wine bar y restaurante escondido detrás de una «tintorería» en el Microcentro/ Maipú 872 / Por María Delfina Carmona.

Si caminás distraído, vas a pensar que pasaste por una tintorería. ¿Cómo? Sí, una tintorería. Puede que los lavarropas que tienen cerca de la vidriera te confundan, pero es parte de su experiencia. Pero los atentos (o los que se enfocan en los vinos que también están en vidriera como yo) se intrigan cuando caminan por Maipú al 872. Bocabajo – Bocarriba es una cocina argentina de experiencias. Su cocina no tiene dueño, distintos cocineros, bartenders y sommeliers acercan sus propuestas y en conjunto arman un menú por pasos, maridados con vinos o tragos.

Escaleras abajo, hay un subsuelo-bodega que puede definirse como la tierra prometida de todos los amantes del vino.Al mejor estilo speakeasy, si pasás por la vereda del lugar vas a ver un lavadero moderno con estética futurista, no te imaginás que abajo se esconde un restaurante con una exclusiva cava de vinos”, cuenta Sebastián Antich, uno de los dueños.

“Para nosotros el potencial radica en la capacidad de sorpresa. Como una caja de pandora la experiencia se va abriendo al participante paso a paso, siempre yendo a más y buscando la originalidad”, le dice a MALEVA Sebastián Antich, uno de los dueños, y damos fe que es así…»

“Tenemos una propuesta ecléctica y original en pleno Microcentro porteño donde distintos elementos aparentemente inconexos confluyen con sensual naturalidad”, resume Sebastián.

La primera sorpresa con la que uno se topa es cruzar el lavadero, bajar la escalera y descubrir un espacio cálido a la luz de las velas, rodeado de vinos, con la cocina abierta e integrada a la experiencia. Detalla Sebastián: “La posibilidad de compartir mesa o no, de elegir los vinos directamente desde la cava es un distintivo. Después de la comida, se abre un champagne entre bengalas, abre las mesas y dispone al lugar para cerrar con buena música”.

«En Bocabajo (@bocabajo.bocarriba en las redes) brindan experiencias gastronómicas, no son un restaurante abierto al público todos los días de la semana. Las hacen, en principio, sábados por la noche y algún que otro viernes. ¡Tenés que estar atento para anotarte porque tienen cupos limitados!»

Si te quedaste confundido por los lavarropas en la planta baja, le pedimos a Sebastián que nos cuente en primera persona sobre la decisión de armar este bolichito casi secreto en plena pandemia: “Vivimos seis años en Barcelona en los que nos dedicamos a administrar departamentos turísticos. Al volver al país en 2019 replicamos ese laburo y creamos una empresa dedicada a la administración de departamentos turísticos. Al abrir oficina a la calle, pusimos el lavadero como un servicio adicional para nuestros inquilinos y teníamos ese sótano hermoso en el local esperando para entrar en acción”. La pandemia los dejó sin turistas pero con mucho tiempo libre para pensar y hacer y en ese contexto surge Bocabajo. Así nació este wine bar pandeniall. Una joyita a descubrir.

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No dejes de leer la nota completa de María Delfina Carmona sobre las otras propuestas que ameritan volver al microcentro porteño. 

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Fotos: son todas gentileza de Boca Abajo – Boca Arriba