Esta es la primera exposición dedicada a la obra de ambos/Ella (Yente), pintora, escultora e ilustradora, de origen ruso y una familia acomodada y él (Juan del Prete), inmigrante italiano formado al calor de los pintores del barrio de La Boca/Su vínculo de amor y de creación, a lo largo de toda su vida, en una muestra con más de 150 obras/¿Cómo los roles de la época privilegiaron la carrera de Del Prete (aunque Yente era igual de genial)/Primera entrega «arty» de La Ecuación del Disfrute, el newsletter conjunto de MALEVA y elDiarioAr.
Marita García, curadora de la muestra, durante el recorrido para prensa del que participó MALEVA.
«Yente Del Prete Vida Venturosa»: la nueva muestra del Malba sobre la fascinante sinergia creativa de una pareja de artistas argentinos del siglo XX. Por Azul Zorraquin (texto y fotos).
Ella (Eugenia Crenovich), pintora, escultora e ilustradora, de origen ruso y una familia acomodada y él (Juan del Prete), inmigrante italiano formado al calor de los pintores del barrio de La Boca y de formación artística autodidacta, se encontraron en 1935 y forjaron un vínculo de amor y de creación, a lo largo de toda su vida.
Esta es la primera exposición dedicada a la obra de ambos, y hace foco en la fascinante sinergia creativa de la pareja. La exposición reúne una selección de más de ciento cincuenta obras, entre pinturas, esculturas, tapices, dibujos y libros de artistas, desde los años ‘30 hasta los ‘80. “Yente y Del Prete, en su incontenible pasión por el hacer, se apropiaron del cánon del arte moderno a través de diversos referentes, corrientes y representaciones”, en boca de Marita García, la curadora, durante el recorrido exclusivo que asistimos en MALEVA, para La Ecuación del Disfrute, el newsletter sobre el lado lindo de la vida producido por ambos medios.
Vida Venturosa se organiza en dos grandes núcleos: “La unión en la abstracción” y “Voracidad”, y atraviesa más de cincuenta años de producción, entrelazada pero también de carácter individual. De todas formas, es una paradoja: “es interesante pensar que esta exposición apunta a pensar la creatividad no como un hecho individual; el artista luchando por su expresión, sino que apela a la creatividad que se puede dar de forma compartida, en el seno de una pareja, en un ámbito familiar, y que, justamente abraza una cuestión mas colectiva”, sintetiza la voz curatorial.
«Es interesante ver que la pareja se forjó dentro de los roles de género vigentes de la época, y que por ende la carrera de Del Prete, resultó privilegiada…»
En el primer núcleo de la muestra, vemos como la pareja transita un recorrido común de investigación. Mientras que Del Prete trabajaba en fotomontajes, pinturas abstractas, collages con piolines y láminas metalizadas y esculturas en yeso tallado, Yente estudiaba filosofía y hacía caricaturas e ilustraciones para revistas y retratos familiares. Después del encuentro con Del Prete inició su investigación en la abstracción; hacia 1937 realizó sus composiciones biomórficas: núcleos redondeados y coloridos que a veces presentan elementos figurativos. Es interesante ver que la pareja se forjó dentro de los roles de género vigentes de la época, y que por ende la carrera de Del Prete, resultó privilegiada.
La elección curatorial de generar curvas en todas las paredes del recorrido, tiene que ver con una hipótesis, el “recorrido del piolín”; en los numerosos collages que Del Prete realizó, ese es un elemento recurrente. Es lo que ata a la pareja, y los muros curvos, comunican eso.
«La creación artística de la pareja fue un vaivén entre la figuración y la abstracción, y se volcaron tanto a la experimentación pictórica, como también al collage, el montaje de objetos y textiles. En palabras de la curadora, “fueron voraces apropiadores de estilos, materiales y técnicas”. La constante en la obra de ambos, fue el tránsito por distintos estilos…»
La creación artística de la pareja fue un vaivén entre la figuración y la abstracción, y se volcaron tanto a la experimentación pictórica, como también al collage, el montaje de objetos y textiles. En palabras de la curadora, “fueron voraces apropiadores de estilos, materiales y técnicas”. La constante en la obra de ambos, fue el tránsito por distintos estilos (entre otros, expresionismo, cubismo, surrealismo, abstracción, informalismo) y la utilización de materiales como vehículos de experimentación, tanto con los aquellos específicos del arte, como con un amplio abanico de elementos propios del bricolaje o incluso de descarte.
Durante los años ‘80, última década de producción, se desenvolvieron en la creación con el reciclaje, enriqueciendo y transformando materiales cotidianos y reapropiando su obra.
La muestra se puede visitar de miércoles a lunes de 12:00 a 20:00 hs, en el museo MALBA, Av. Figueroa Alcorta 3415.
Galería:
