¿Se puede oler un cuento de Borges? ¿Se puede convertir una imagen poética, casi surrealista, como la de una ballena durmiendo la siesta en medio de la pampa, en un aroma? ¿Se puede respirar la exuberancia austral del Lago del Desierto – patagónico, helado, boscoso– a dos mil kilómetros? Eso es lo que se propusieron en Fueguia, la primera marca de perfumes de nicho – más sofisticados aún que los de lujo– de Sudamérica que creada hace dos años, está teniendo un crecimiento meteórico con 88 puntos de venta en 22 países y con clientes que van desde marcas de ropa como Cardón o Jazmín Chebar a Elton John, quien es un obsesivo de sus velas aromáticas o la viuda de Steve Jobs que también es fan. Y es que el concepto de Fueguia es distinto, primero porque es la única marca de perfumes de Argentina que tiene su propio laboratorio y segundo porque atrás hay una exploración muy sui generis, parecida a la de un pintor cuando crea, pero en vez de óleos con ingredientes. Y es que el tándem de socios que está al frente, Julián Bedel (36) y Amalita Amoedo (36), es un tándem de artistas. Bedel, pintor, músico, escultor, lutier, es el hijo de Jacques Bedel. Maleva conversó con él en el local de Fueguia de la avenida Alvear.
¿Cuál es el cuento de Borges que hicieron perfume?
La Biblioteca de Babel.
¿Y cómo lo pudiste reflejar en una fragancia?
Con mucho cedro, olor a papel, a encuadernación, un olor antiguo y sofisticado.
El trabajo de expresar en un perfume ideas así empalma con el del artista cuando crea.
Y, en parte sí, yo soy artista, pintor, músico y esto es como cambiar la paleta. Mi viejo también es artista y cuando nacés en una casa con un taller, lo ves laburar y vos también laburás y terminás aprendiendo cosas como, por dar un ejemplo, el tema de los pigmentos. Yo también construía guitarras, que es más trabajo de taller y creo que el artista de taller que labura todos los días tiene un trabajo muy empírico, de observar y ver qué sucede. Y cuando empecé a componer perfumes había mucha afinidad con ese approach que le das a una composición, en sí tenés que aprenderte todos los ingredientes que son más de ochocientos treinta.
¿Cómo empieza Fueguia?
Empieza en 2011 (en Palermo) como una propuesta diferente en el mundo de la perfumería porque montamos un laboratorio, generalmente los perfumes se mandan a hacer con perfumistas y gente que te vende la esencia, lo que nosotros queríamos hacer era una casa de perfume donde existiese un desarrollo completo de todo, desde la búsqueda de especies exóticas nativas, las formulaciones nuestras de los perfumes, el empaque, la venta en nuestros propios locales, entonces surge como para desarrollar la primera marca de lujo de Sudamérica en lo que es cosmética.
¿Cómo es el proceso para componer cada perfume? ¿Viene un cliente y te dice quiero algo que me represente?
Estamos trabajando mucho con marcas, por ejemplo viene Jazmín Chebar o Cardón o Mishka, les conceptualizamos todo.
A veces uno encuentra un ingrediente espectacular y te da la posibilidad de desarrollar un perfume solo alrededor de ese ingrediente y a veces es la inspiración de un lugar, de un concepto, desde un tango a una obra de Borges y uno quiere reproducir eso y justamente ahí está de nuevo lo artístico, la creación.
Contanos dos o tres conceptos originales que hayas convertido en un perfume
Uno es Ballena de la Pampa que es justo el perfume que usa la mujer de Steve Jobs (Laurene Powell) que es la idea de una ballena durmiendo la siesta en la pampa, es todo un conjunto de notas de ámbar gris, que es una sustancia que produce la ballena y después la vomita en el mar, y hay muchos sintéticos alucinantes alrededor de esa molécula y después el destilado de un pasto seco, es un acorde muy copado, de piel, cálido, no es algo, se ve, ni común ni convencional. O sino un incienso más acuoso que es Misiones, la idea de reproducir el interior de un templo jesuita. El incienso siempre es algo muy pesado, pero la idea acá era hacerlo más acuoso, agregarle la parte de las Cataratas.
«A veces uno encuentra un ingrediente espectacular y te da la posibilidad de desarrollar un perfume solo alrededor de ese ingrediente y a veces es la inspiración de un lugar, de un concepto, desde un Tango a una obra de Borges y uno quiere reproducir eso y justamente ahí está de nuevo lo artístico, la creación. Una imagen original que convertí en perfume es la de una ballena durmiendo la siesta en la pampa.»
¿UN PERFUME O UN AROMA PUEDE INDUCIR UN ESTADO DE ÁNIMO?
Yo no es que lo creo sino que es un hecho científico. El sistema olfativo está conectado a la amígdala y al hipotálamo donde se maneja la producción de hormonas y también la percepción del tiempo y de una parte muy primitiva del cerebro, emocional, sexual, está todo ahí, entonces hay ciertos químicos que tienen una relación directa para producir más testosterona o dopamina, o lo que sea, químicamente un perfume te cambia emocionalmente y no pasa por la razón, es un reflejo.
¿Y puede reflejar un estado de ánimo? Que en tal día, de acuerdo a como me siento, me pongo tal perfume?
Sí, hay fragancias que relajan y otras que son más activadoras, más excitantes, si estás medio erotizado hay ciertas fragancias que pueden estimular eso, o si tenés ganas de relajarte o dormir profundamente, hay fragancias con un estilo súper relajante.
¿Cómo eligen los ingredientes?
A veces usamos ingredientes naturales muy exóticos, como te decía tengo más de 830 ingredientes, hay de todo, desde una flor, la hoja de una flor, la corteza de un árbol, las raíces, la piel de un fruto o se pueden crear moléculas aromáticas con átomos puntuales que no tienen ninguna referencia a nada natural.
¿Como creás cuando te inspirás en lugares? Te tiro un lugar: Lago del Desierto.
Yo quería reproducir el olor del hielo, del glaciar, de la zona. Un paisaje en movimiento.
«El sistema olfativo está conectado a la amígdala y al hipotálamo donde se maneja la producción de hormonas y también la percepción del tiempo y de una parte muy primitiva del cerebro. Químicamente un perfume te cambia emocionalmente, y no pasa por la razón, es un reflejo.»
¿Y a vos que fragancia o ingrediente te gusta particularmente?
El Iris es espectacular. ¡Está treinta mil dólares el kilo! Es el bulbo de una planta que se llama Iris Pallida o Iris Germánica, tiene un olor rarísimo como de madera. También me gusta el Oud que es un hongo pegado a una madera, también el sándalo puro que tiene como una cosa lactónica. Y muchos más, debe haber sólo un veinte por ciento de perfumes que no son mis favoritos, generalmente hay ingredientes espectaculares, la gran mayoría me gusta y los uso.
¿La idea de tener un laboratorio propio como surge?
Sí, fue una idea muy osada (risas) que por suerte me acompañó también una socia osada, para acompañar este emprendimiento porque generalmente está la perfumería de lujo y después en los últimos diez años se fue consolidando lo que es la perfumería de nicho que es mucho más cara que la perfumería de lujo y es algo que no está en un free shop. El precio promedio fuera de Argentina es doscientos cincuenta dólares, estamos vendiendo en 88 puntos en 22 países, la idea era una marca que lleve toda la cultura sudamericana que es algo que no existe, ninguna marca de lujo en la cosmética sudamericana, y también que no sea un lujo dorado, barroco, clásico, sino el lujo de lo natural, el lujo de lo hecho a mano, de lo limitado. Por eso la Patagonia, las plantas.Además nuestras botellas no son de diseño, son objetos simples que protegen el interior que es lo que realmente vendemos, pero cada etiqueta está escrita a mano.
¿Clientes famosos como la viuda de Steve Jobs?
Sí, uno que compra mucho es Elton John. Es un fan, en un momento compró tantas velas que pensé que las regalaba, y la gente del hotel de enfrente (el Palacio Duhau-Park Hyatt) me decía que no, que lo que lo que pasa es que entrás a su cuarto y son todas velas prendidas (risas).
¿Cuál es la diferencia entre una vela aromática y un perfume?
La composición es diferente, buscamos que uno no compita con el otro. Algunos tenemos que convertirlos a vela de perfume o vivecersa por pura demanda popular.
«Uno que compra mucho es Elton John. Es un fan, en un momento compró tantas velas que pensé que las regalaba, y la gente del hotel de enfrente (el Palacio Duhau-Park Hyatt) me decía que no, que lo que lo que pasa es que entrás a su cuarto y son todas velas prendidas (risas).»
¿Cómo es el ritual de creación?
La inspiración en la música, la pintura, la cocina, en todo lo que estés creando es algo bastante misterioso, que no siempre se controla ni sale bien. Lo que sí que todos los días estoy laburando en el laboratorio. Lo importante es que siempre hay mucho trabajo, mucha búsqueda botánica, mucho trabajo con socios y comunidades. Y experimentar con eso.
¿Se emparentan ciertas fragancias con la idea de relax no?
Sí, total, sobre todo cuando te funciona. Está bueno sentirse bien cuando olés algo rico, y cuando lo sacás sabés que está faltando algo, es muy fácil de ver que funciona, es fácil que una planta te relaje, más difícil es que te excite (risas).
¿Proyección de ahora en más?
Estamos por abrir tres locales propios en Asia: en Taipei, Hong Kong y Singapur. Y después pensamos continuar en Europa.