¿Cómo fue la noche que propuso – en un entorno industrial y arty -, algo nunca antes visto: los chefs de algunos de los mejores restaurantes de Buenos Aires cocinando en un maridaje conceptual bomba, es decir, junto a los músicos del momento?/Una experiencia archi multi sensorial, una fiesta fuerte de principio a fin, y dos artes – el culinario y el musical – llevados al extremo/¿Por qué Argenta.ft llegó para quedarse? ¿Quiénes son sus creadores? ¿Qué sucedió en cada una de las salas? ¿Por qué fue «un grito argentino»?
Pedro Bargero, cocinero de Chila, al mejor estilo Jackson Pollock
Un nuevo mundo: así fue vivir Argenta.ft desde las entrañas del festival gastro y musical del que todos hablan en Buenos Aires. Por Tamara Tornello.
Eran las 20:15 del jueves cuando llegué al Polo Cultural Saldías ubicado en una zona industrial semi escondida a metros de la villa 31 (y también del Malba). Las primeras noches frescas de otoño se están haciendo notar para los +25 pero eso no iba a impedir que los curiosos saliéramos a conocer una propuesta que prometía ser muy distinta a cualquier ciclo gastronómico y cultural anterior, hablo de Argenta.ft, creada por André Parisier y Lucas Pombo. Una noche que desde que nos enteramos de qué trataba, nos tenía inquietos.
Estaba sola y entusiasmada. La primera edición de Argenta ft. era una intriga para mí y para todos los seguidores de sus redes sociales. Un evento en el que la gastronomía y la música se unían. ¿Pero cómo? ¿Salas de ensayo, músicos, cocineros, 8 minutos, grupos de 20 personas? ¿Qué eran todas esas pistas? ¿A dónde estaba yendo?
No pasaron ni dos minutos desde que llegué hasta que me encontré con dos colegas en la puerta. Al instante aparecieron dos conocidas de ellas y de repente éramos cinco. En ese momento fue cuando entendí que la noche había comenzado porque Argenta ft. llegó para crear eso: un espacio de encuentro, unión, amistad y disfrute entre personas que compartimos gustos, intereses y el hambre por descubrir todo lo que pasa en la ciudad que nunca duerme.
«Estaba sola y entusiasmada. La primera edición de Argenta ft. era una intriga para mí y para todos los seguidores de sus redes sociales. Un evento en el que la gastronomía y la música se unían. ¿Pero cómo? ¿Salas de ensayo, músicos, cocineros, 8 minutos, grupos de 20 personas? ¿Qué eran todas esas pistas? ¿A dónde estaba yendo?…»
Una vez que ingresamos a la sala Spinetta, la principal de la usina cultural, nos unimos a nuestros “guías” de la experiencia. Cada uno de ellos lideraba un grupo de 20 personas que compartía un precinto del mismo color para acompañarnos durante la noche. El nuestro fue Mercurio, un performer radiante que con humor nos dirigió por todo el circuito.
Durante el recorrido visitamos más de 10 salas y cada una de ellas estaba acondicionada para transportarnos a espacios muy particulares y distintos entre sí. La impronta de los chefs y músicos en la puesta en escena, decoración, luces y vestuario fue la clave para lograr una sinergia que maridaba a la perfección con la gastronomía.
“Lo más importante en este tipo de experiencias es que el público espectador pueda formar parte activa y a su vez generar una sensación disruptiva e inesperada que fuera sorprendiéndolos cada vez”, me comentó Segundo Etchebehere, productor general de Argenta ft. También agregó que este tipo de producciones performáticas son sus favoritas para armar porque proponen una parte fundamental en la construcción del arte para profundizar experiencias partiendo de una propuesta estética general.
Las propuestas gastronómicas estuvieron a cargo de Nare, Nanum, Donnet, Gran Dabbang, Niño Gordo, Mengano, Chila, Julia, Mostrador Olivos, 3 Monos, Gaucho Malo y Sierra Lima Alfa Wines, nombres que pisan muy fuerte en la escena local.
Los cocineros tomaron las riendas de lo que suele ser un espacio habitado exclusivamente por músicos emergentes y consagrados, artistas y productores musicales para lograr la creación de un nuevo mundo. Un mundo que no conoce de distancias generacionales, orígenes, estilos ni ámbitos. Encontrarlos a todos en un mismo lugar fue el paraíso para todo paladar.
Mariano Ramón de «El Gran Dabbang…»
«Otra de las propuestas que más llamó la atención de todos fue la de Chila ft. Acus y Kastiello, quienes nos vistieron con batas quirúrgicas para ingresar a su laboratorio mientras Pedro Bargero hacía su arte culinario frente a todos al mejor estilo Jackson Pollock. Él, sus compañeros, los músicos y la artista Camila Malvido de Encamarte nos hicieron bailar en un clima súper descontraído…»
Niño Gordo ft. Six Sex nos llevaron a un casino oriental con aires mafiosos. Al ingresar a su sala iluminada íntegramente de color rojo supimos que la idea no era simplemente comer y mirar a una artista, la idea era vivir una experiencia multisensorial. Francisca Cuello, alias Six Sex, inundó la sala con su impronta nasty y cute a la vez. Vestía un top y pantalón cut-out, uñas XL, peinado y maquillaje intactos. Cada detalle estaba pensado. En su sala también había una moto sobre la que cantó algunos de sus temas y una mesa de póker. La acompañaban bailarinas y actores que simulaban ser croupiers y entregaban sobre un naipe comestible un tataki de la parrilla asiática más codiciada de Palermo.
A unos pocos metros, Julia ft. Silvestre y la Naranja nos transportaron a una fresca selva amazónica. Comimos un ceviche de boniato cocido en fuego servido en una naranja mientras que el mismísimo Julio Martín Báez, a modo karaoke, tomó el micrófono del cantante de la banda y juntos cantaron “Promesas sobre el bidet” a todo pulmón. La intimidad creada en esa sala fue algo para atesorar.
Otra de las propuestas que más llamó la atención de todos fue la de Chila ft. Acus y Kastiello, quienes nos vistieron con batas quirúrgicas para ingresar a su laboratorio mientras Pedro Bargero hacía su arte culinario frente a todos al mejor estilo Jackson Pollock. Él, sus compañeros, los músicos y la artista Camila Malvido de Encamarte nos hicieron bailar en un clima súper entretenido.
Una de las sorpresas más grandes de la noche me la llevé un rato más tarde al llegar a la sala en donde Marina Lis Ra de Nanum nos deleitaba con un plato de Jangajji. Lo primero que vi al entrar fue a Fito Páez disfrutando una sesión de música con Lo de Hendrix. Él tocaba el piano, revoleaba la cabeza y alzaba las manos cuando parecía llegar al éxtasis musical. No se percibían diferencias entre Fito y los músicos, el público o los cocineros. Su humildad y entrega hicieron que nos sintiéramos parte de lo que estaba sucediendo.
Más tarde lo encontré en otra sala entre el público arengando a Kiddo Toto y por un instante me olvidé que estaba a metros del artista que compuso el disco más vendido de la historia del rock argentino.
El chef Julio Martín Báez de Julia
«Tal como le comentó a MALEVA André Parisier, “Argenta ft. es una celebración para los sentidos y se creó para homenajear la cultura local”. Además, agregó que este tipo de eventos nos permite mostrar la vibra actual de nuestra ciudad y replantear culturalmente qué es lo que llevamos de nosotros al mundo…»
Otros artistas y bandas que fueron parte del line up y después merodeaban por las salas fueron Dante Spinetta, Dillom, El Zar, Clara Cava y Killer Larrosa. Entre los invitados también hubo sorpresas. En mi grupo, por ejemplo, estaba Juan Saieg, a.k.a Juan Mango, cantante y líder de la banda Usted Señalemelo que, mientras disfrutaba de un roll de vegetales de Gran Dabbang como invitado, brindaba con el cantante de Bandalos Chinos al ritmo de la canción “Súper V”. Hubo otros cantantes, modelos, actrices y artistas que dijeron presente y se movían con naturalidad y comodidad en un clima amigable.
Para cerrar, no pudo faltar algo que nos encanta a los argentinos: la fiesta. Hubo DJs sets a cargo de Dyhzy y La Coneja China, que nos hicieron bailar a todos, incluído a Jillionaire, DJ y productor miembro del grupo jamaiquino-estadounidense Major Lazer.
Desde el inicio hasta el final de la noche fui testigo de cómo los músicos y gastronómicos se unieron para romper esquemas. Fue muy lindo verlos disfrutar del evento juntos y ver cómo distintas generaciones convergieron para celebrar la cultura y formar nuevos vínculos que, en otros contextos, jamás hubiéramos imaginado.
Tal como le comentó a MALEVA André Parisier, “Argenta ft. es una celebración para los sentidos y se creó para homenajear la cultura local”. Además, agregó que este tipo de eventos nos permite mostrar la vibra actual de nuestra ciudad y replantear culturalmente qué es lo que llevamos de nosotros al mundo.
Todo lo que viví el jueves confirmó que Buenos Aires tiene todo para ser la capital de la cultura, de la gastronomía, de la originalidad, y que su expansión pareciera no tener límites. A Argenta ft. llegué sola pero me fui con la grata sensación de que el arte nos une y, definitivamente, con ansias de que llegue su segunda edición que, como nos adelantaron sus creadores, será anunciada en las próximas semanas.
Galería:
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Fotos: son todas gentileza para prensa de la organización de ARGENTA.FT.