SLACKFEST: EQUILIBRIO Y REBOTE EN PALERMO



     
 
     

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
SLACKFEST: EQUILIBRO Y REBOTE EN PALERMO
Por Anastasia García Pinto
Fotos: Fernando Cuevas
El sábado 29 de septiembre en República de la India y Libertador, bosques de Palermo, se realizó el tercer slackfest,  o festival/torneo de Slackline. ¿Qué es esto? Una disciplina de equilibrio en la cual se ata una correa – generalmente de nylon – entre dos árboles y se camina sobre ella. Pero la cuerda, a diferencia del funambulismo de los circos, no está tensa. Hay distintas técnicas, posturas y trucos. En la jerga de sus adeptos se llama “la cuerda floja”. Ellos se denominan “los locos de la cinta” y están copando cada vez más espacios verdes de la ciudad.
El evento arrancó a las 15hs, día de pleno sol, mucha gente joven (participantes, sus amigos, curiosos). Juan Pablo Vadagnel (32) uno de los mayores referentes locales de Slack, le explicó a Maleva que el deporte se inició en los 80 en Estados Unidos: “Comenzó a hacerse con equipo de escalada por eso es muy parecido a esa actividad. Al principio se hacía entre montañas, en altura o con mayor distancia. Hace mas o menos unos 5 o 6 años empezó lo que se denomina Trickline que es más de rebote”. Por ende hay dos disciplinas: una cuerda de 50 milímetros de ancho que es más de rebote y otra de 25 que es más de equilibrio. A la hora de describir las habilidades necesarias Juan Pablo enumeró: concentración, equilibrio y coordinación. “A partir de ahí se pueden combinar diferentes disciplinas como la gimnasia deportiva” siguió con su explicación este aficionado al futbol y al vóley que terminó eligiendo un deporte más original. “Las redes sociales nos permiten hacer convocatorias para este tipo de encuentros. Algunos nos conocemos más que otros. Se armó un lindo grupo pero la verdad que todavía nos estamos conociendo entre todos – comentó Juan Pablo – lo bueno de todo esto es que no obtenemos ningún beneficio, simplemente pasarla bien al aire libre, haciendo algo que nos gusta de verdad”.
Hay dos marcas de las cintas que se comercializan en Argentina, pero hay otras que se están vendiendo que son internacionales. Juan Pablo es dueño de una de las nacionales: Pump Slickline.
Otro amante de esta actividad, novato pero fiel soldado, es Nicolás Rocca. Tiene 25 años, es estudiante de publicidad y planificador de medios en ESPN. Hace 10 meses que practica slack. Los primeros 3 meses viajó por Latinoamérica y practicaba 4 o 5 veces al día, pero habitualmente practica los fines de semana.  “Lo que más me gusta de esto, y el principal motivo por el que empecé a practicarlo, fue la buena onda de la gente que comparte el mismo sentimiento de pasar un buen momento en el parque rebotando”, comentó Nicolás, que no busca nada puntualmente, solo relajarse de la semana, divertirse, disfrutar y compartir con sus amigos. “Una vez que estás arriba de la cinta te olvidas de todo”. En lo social, dijo que conoció mucha gente que ahora es muy cercana. En cuanto a lo físico desarrolló cierto equilibrio en el cuerpo porque obtuvo más noción de cómo manejar su peso y movimientos.
Ya se formó una comunidad en torno a este deporte que suma cada vez más adeptos. Los Bosques de Palermo suelen ser el lugar de encuentro. Los slackliners se juntan en Tecnópolis todos los domingos a partir de las 15 para mostrar sus capacidades. También hay una cinta montada para los que recién empiezan o quieren aprender. El próximo es este domingo 7 de octubre a las 12 en Paraná, Entre Ríos.
El Slackline es un deporte divertido, dinámico y que se basa en la conexión con uno mismo. Se necesita de un equilibrio físico y mental, es un 50% y 50%. Lo mejor es que cualquier persona lo puede hacer, ¡es solo cuestión de animarse! 
Además de rendirle honor a esta actividad, los practicantes de la “cinta floja” aprovecharon la convocatoria para donar alimentos no perecederos al merendero “La Hora Feliz”.