"SIEMPRE HAY CHICOS CON GANAS DE MÁS": COTTY OXENFORD


 
Por Equipo Maleva. Fotos y videos: Jacinto Freixas.
“Yo sé que esto me va a cambiar la vida, pero necesito que me ayuden a convencer a mi mamá” le dijo hace una década un chiquito de 10 años a Constanza «Cotty» Oxenford, fundadora y directora de la fundación Germinare que le brinda apoyo académico integral a chicos de bajos recursos. El nene fue uno de los primeros participantes del programa. Hoy cursa tercer año de Ciencia Política en la Universidad Di Tella y acaba de ganar la beca Fulbright del gobierno norteamericano. Germinare trabaja con chicos pobres de Zárate, Campana, Pilar y Capital. Selecciona a los que tienen más ganas de aprender y progresar y les cubre el costo de la escolaridad y de la universidad en instituciones educativas de muy buen nivel académico tales como el Lenguas Vivas, la Ort, el Belgrano Day School o la Universidad Católica Argentina, por nombrar algunas de las 23 que forman parte del plan. La ONG trabaja con 200 chicos. Oxenford recibió a Maleva y le contó cómo se fue gestando esta iniciativa solidaria y también algunas historias geniales de superación.
¿Cómo se te ocurrió crear Germinare?Empezó hace 13 años, en el 2001. Terminé de estudiar Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales y empecé a trabajar en una fundación que se llama Junior Achievement. Entrevistaba chicos y les preguntaba sobre su futuro y siempre había un grupo que los veía motivados y con ganas de más. Despúes me fui a hacer un master en Columbia, New York y me acerqué a fundaciones que fomentaban el liderazgo de negros y latinos, de las que aprendí mucho. Yo ya tenía en la cabeza crear un programa de educación. Cuando volví me acerqué a Siderca de Techint en Campana, donde podría haber algún interés. Estábamos en 2001, veías pasar presidentes como en una calesita. Y lo que tiene Germinare es que es caro, porque damos clases (en los primeros 2 años antes de que los chicos sean asignados a sus nuevos colegios) de matemática, de lógica, de inglés, etc, con un psicólogo de apoyo. Igual nos largamos.
 

 
¿Cuáles son los factores más problemáticos por los que un chico de bajos recursos no puede educarse bien?Lo primero el monto de dinero con el que se cuenta en los hogares de estos chicos que es únicamente para alimentarse. Hay que pensar que los padres o tienen empleos precarios o están desocupados.
¿Pero cuál es el criterio para que ustedes los elijan? ¿Qué tengan las mejores notas?No. Nos dimos cuenta que tampoco son un indicador tan certero. Los chicos no deben ser brillantes, simplemente una inteligencia normal y de ahí para arriba. Son chicos de 10, 11 años, quinto, sexto grado. Tienen que ser chicos ávidos de aprendizaje y a veces en sus lugares está mal visto que sean así. Y tienen que tener ganas de esforzarse, porque no se les va a dar plata ni regalos, es hacer un sacrificio, es estudiar mucho, hasta durante el verano.
¿En general los chicos con estas aptitudes son chicos de familias que también los motivan?Eso es lo normal pero a veces no. A veces son chicos que tienen ganas de desarrollarse y crecer y les gusta estudiar y aprender y su papá, su mamá, o su abuela, se dan cuenta que tiene ganas pero está frenado, entonces se acercan un día y empezamos con la serie de evaluaciones que tomamos. La primera es que no sea una motivación ni solo del papá ni solo del chico. Nunca nos pasó que el papá buscara a cambio algo material, siempre buscan el bienestar de sus hijos.
¿Y cuando los seleccionan como es el plan?Esos chicos durante 2 veranos y todo el año, mientras siguen en su escuela pública, simultáneamente reciben capacitación intensiva en matemática, lengua, lógica y así. En el verano tienen clases todo el día durante 5 semanas y ven todas las materias desde otros ángulos y con más inglés cuando puede que pasen a colegios bilingües.
¿Quiénes son los profesores?Pueden ser de la zona, de colegios públicos o privados, gente que valora el esfuerzo de estos chicos. Trabajamos mucho con la tolerancia a la frustración de los chicos porque ellos se tienen catalogados como los que saben y de golpe los llevás a un lugar más estricto a la hora de calificarlos. Junto a lo académico tienen un taller donde se trabajan temas de lo que van a vivir en su nuevo colegio, y temas concretos respectos a la autoestima. Nosotros queremos que valoren lo que tienen. No necesariamente cuando terminen el colegio, van a trabajar en su zona, así que les conseguimos becas para universidades de Capital. Lo único que prometemos es mucho esfuerzo y acompañamiento.
¿Cómo es la adaptación y la convivencia en sus nuevos colegios donde se encuentran con chicos de otro nivel socioeconómico?Uno podría presuponer que van a sufrir, que es como ponerlos como chanchitos de la India pero nosotros tenemos casi 200 chicos y ninguno se quiso ir de ningún colegio por algún tema de que lo hayan “segregado” o discriminado o hacerlo sentir mal. Se sienten cómodos rápido. Sí hay casos donde son los padres los que se sienten incómodos y por eso es importante darles los talleres a ellos y explicarles los valores que tienen ellos para sus hijos. A veces las madres se preguntan ¿Y qué me pongo de ropa? Ahí llega el momento de preguntarte como papá o mamá si estás de acuerdo en hacer un esfuerzo por el bien de tu hijo aunque eso implique tal vez sentirte un poco incómodo. Igualmente no es una incomodidad tanto socioambiental sino más bien vinculada a la pregunta: ¿Y ahora en qué ayudo a mi hijo? Porque un chico que entra a un colegio muy bueno, rápidamente supera al padre. Les cuento una anécdota: a una chica le llamaba la atención que la invitaran tanto a casas de sus amigas porque en su barrio eso no pasa. ¿Y es raro no? Yo nunca lo había pensado. Pero insisto, son chicos con una cabeza muy abierta. Y además ojo, también empiezan a ver que en estos lugares donde hay muchos más recursos económicos no es que sobra todo. Ven que hay familias con los padres no tan presentes, o sea, ven que no es todo rosa por tener más plata. Y cuando terminan el colegio, siguen súper cerca de estos chicos con capacidades económicas diferentes y también de los chicos de su barrio.
 

 
¿Ya habrás visto el ciclo entero de algunos chicos no?Sí, tenemos chicos que están en segundo, tercer año de la facultad y lo más increíble es como van teniendo cada vez más confianza en sí mismos y como ven al mundo desde un lugar de apertura. Nosotros no somos un programa de liderazgo. Queremos que los chicos sean lo mejor que pueden ser y no hace falta que sean líderes. Ahora, si un chico puede llegar a lo más alto, está muy bien. Otra cosa que es bastante extraordinaria es como los padres empiezan a valorar la importancia de una educación. Me acuerdo de una madre que le daba miedo hacer una diferencia con su hijo entre sus hijos hasta que se dio cuenta que ese hijo estaba dispuesto a hacer un esfuerzo que los otros no. No todos somos iguales. No todos están dispuestos a hacer un esfuerzo grande por mejorar.
¿Qué te impresiona cuando ves la evolución de un chico?Escucharlos hablar, con la propiedad y el respeto con que lo hacen. El otro día tuvimos un evento y les pedimos a los más grandes, de 21, 22 años, que le hablen a los de 10. Y ninguno se hizo el piola. Se pararon en una silla y les hablaron, les dijeron “dale, esforzate que podés”.
 

Historias éxitosas (y conmovedoras) de Germinare:


 
¿De qué modo la gente puede ayudar a la fundación?Puede requete ayudar, desde cien pesos hasta un padrinazgo (ver el segundo video).  Tenemos continuamente necesidades porque es algo de muy largo plazo. Queremos llegar a más gente, que más gente nos conozca.
Para darle una mano a Germinare, click en este link: http://www.germinare.org.ar/comoparticipar.html

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