Lo dice Wikipedia, la Biblia del nuevo milenio: Buenos Aires es una de las ciudades del mundo en las que más y mejor se festeja el St. Patrick’s Day, cada 17 de marzo. De hecho, es la única de Sudamérica en una lista que también incluye a Nueva York, Londres, Manchester, Cambridge, Toronto y París. Qué seamos unos de los países con mayor cantidad de descendientes de irlandeses (desde el Che Guevara hasta María Elena Walsh, entre muchísimos otros personajes célebres) debe tener algo que ver. Y aunque es verdad que en los últimos tiempos la fecha irlandesa por excelencia también tiene su espacio en barrios como Recoleta, Palermo y Belgrano, solo en “el Bajo” de Retiro la celebración se vive a pleno – y hace más de 15 años.
Un pub tradicional al lado del otro, promociones de cerveza toda la noche, calles cortadas y una afluencia de público que nunca baja de los varios miles de personas son garantía de fiesta a lo grande. Para que hoy no te pierdas de nada y puedas disfrutar de todo, MALEVA salió a recorrer Reconquista durante los preparativos y armó el itinerario perfecto.
Fiel al estilo tempranero de Europa, los pubs abrirán desde las 17, para recibir a los primeros que hayan terminado su día laboral. Si sos uno de esos afortunados, te recomendamos que encares para un clásico que nunca falla: Down Town Matias. El local de la esquina de Reconquista y Viamonte fue el primero de la cadena que ya tiene más de siete en el país y que revive el estilo irish con su variedad de cervezas tiradas y ambientación victoriana. Pero mejor sentate afuera, en una de las mesas de la peatonal (a esa altura, sorprendentemente más callada y agradable de lo que uno pensaría para el Microcentro porteño), y empezá a entrar en onda con una pinta o varias mientras disfrutás de la puesta del sol entre los edificios. O, si ya querés arrancar con todo, animate a probar el Submarine, que combina las dos bebidas preferidas de los irlandeses: cerveza y whisky.
Bueno, para ser exactos, este lugar (declarado Bar Notable de la ciudad y fundado nada menos que por el artista Luis Felipe Noé, en 1969) está en Tres Sargentos 415, ese pasaje encantador de dos cuadras de fachadas antiguas y árboles enormes. Pero su ubicación original era sobre Reconquista, y hoy se encuentra nomás dando vuelta a la esquina así que, ¿cómo no incluirlo? Sobre todo porque, además de tomar cerveza (líneas Quilmes y Antares), vas a poder probar sus abundantes picadas y sus exquisitas tapas y tortilla española. En días normales, el bar despliega su colección de cuadros y abre el sótano, en donde tocan bandas (hallazgo total: ¡milonga soviética los jueves!). Hoy, la propuesta se simplifica un poco: no habrá música en vivo y la carta de platos se reduce. Eso sí, el espíritu del único bar bohemio se mantiene (casi) intacto. Y quizás hasta la veas a Barbarita, la gata coqueta que se pasea por la barra.
20:30 a 22:00: EXPLOTA LA FIESTA Y LA BATUCADA
Cada San Patricio, Great City (Reconquista 878), el único pub con habilitación para bailar, se vuelve la open disco oficial de la fecha. Como en veces anteriores, el DJ Cristian Albornoz tiene una única misión: hacer bailar a la gente, cueste lo que cueste. Para eso, promete “todos los hits de los 60, 70, 80 y 90, más un poco de cumbia de la buena”. También habrá cerveza verde, body painting con motivos celtas y promociones hasta la medianoche. Pero la gran nota la dará la batucada en vivo que, a eso de las 21 y como todos los años, volverá a ensordecer la cuadra e invitar a la “pachanga” – un toque bien argento en esta fiesta celta.
La noche recién empieza pero, para poder seguir hasta el final, es buena idea recargar energías. Para alejarte del ruido y el caos en una distancia justa, agarrá por Paraguay o Marcelo T. de Alvear hacia arriba, hasta San Martín, donde en una sola cuadra tenés dos opciones gourmet de lujo: Filo, para deleitarte con sus pizzas y pastas, o Dadá, donde la cocina de autor se fusiona con un espacio único, tan artístico y provocativo como su nombre lo advierte. Dadá tiene unas pocas mesas; si lográs conseguir una, aprovechá la ocasión para probar los dos maridajes sublimes con cerveza Otro Mundo que proponen: la roja, que acompaña los langostinos apanados en panko (una especie de pan rallado japonés), o la negra, que va genial con la polenta grillada con selección de hongos.
Ahora sí, todo listo para festejar como los irlandeses mandan: tomando cerveza como un campeón. Para un desafío así, no hay otro lugar como el mega popular El Salmón, en Reconquista 1014, que se viste de punta en verde y despliega su enorme toldo en la calle (aunque sin mesas) al mejor estilo beer garden. Los mozos dicen que el secreto de su gran éxito en la noches de San Patricio tiene todo que ver con su selección musical, que incluye tanto “los hits de antes como los de Amará”. Pero esconden otro As bajo la manga: su vaso de 750ml, que el bar manda a fabricar especialmente y que ningún otro de la zona ofrece. ¡Para que nadie ande diciendo por ahí que los argentinos no sabemos tomar!
Ya pasada la medianoche, es probable que un poco de descontrol y mucho de algarabía hayan tomado la calle Reconquista. Dicen los que saben que la celebración puede extenderse hasta las 5, 6 o incluso 7 de la mañana. Los caminos para pasarla bien se bifurcan. Siempre podés recurrir, en la esquina de Reconquista y Marcelo T. de Alvear, a Porto Pirata, que promete “cerveza a babor y estribor”. Pero, si tu onda es más chillout, a escasos cien metros te vas a encontrar con Bull Bar (Reconquista 920), el único de la cuadra que no remite a la estética irlandesa y que de hecho llama la atención por su ambientación casi futurística – a tono, su DJ en vivo va a estar 100% abocado a la electrónica. Tercera y última opción: refugiarte en el siempre cumplidor Kilkenny (en la esquina opuesta a Puerto Pirata), ese que ni bien entrás te hace sentir en un pub perdido en las callecitas de Dublín (¡ese aroma intenso a madera…!). ¿Cómo olvidar que en 2004 el bar tuvo que alquilar tres pisos del estacionamiento contiguo para dar rienda suelta a la fiesta? Con regulaciones de por medio, el Kilkenny tuvo que bajar el volumen, pero no pierde el entusiasmo. Si podés, sentate en su barra 360° o, mejor aún, en una de sus cómodas mesas en booths. Pedite una pinta de cerveza tirada Gambrinus (los nombres de las variedades son geniales, como Celtic Stout o Gaelic Pale Ale) y, con U2 en su etapa más rockera sonando de fondo, no te sorprendas si empezás a ver duendes y hadas.
Fotos: gentileza lugares mencionados