«Muestras en paisajes imponentes, mega dosis de arte, vinos y foros: viajé con arteba a Mendoza y San Juan y no deje de sorprenderme…»

Fue la primera edición de Conexión Arteba: un programa internacional de encuentros y reflexiones sobre el arte, en distintos lugares del país/Cuatro días non stop por museos, galerías, exposiciones a cielo abierto, bodegas y foros en las dos ciudades/”Celebro que se estén mostrando y potenciando escenas artísticas por fuera de Buenos Aires”.

Arte Bestial Argentino es una exposición a cielo abierto, de obras a gran escala que conviven con la naturaleza en el predio de la bodega Xumek.

«Muestras en paisajes imponentes, mega dosis de arte, vinos y foros: viajé con arteba a Mendoza y San Juan y no deje de sorprenderme…» Por Lenchu Rodríguez Traverso.

Llegué con lo justo y menos a Aeroparque, salimos una mañana caótica, una mañana pre paro para que se imaginen. Hay algunas personas que se subieron a dos minutos de cerrar las puertas, pero finalmente ahí estábamos todos: una especie de “avión de egresados del arte”, entusiasmados (e intrigados en gran parte, también), rumbo a la primera edición de Conexión arteba

Antes de seguir, quiero explicar rápido de qué se trata. Hace varios años, a la par de la famosa feria de arte, se realizaban unos foros de debate sobre temáticas que entrecruzan ese universo. Pero, cuanto más estimulante se volvía la feria, más relegado quedaba este espacio y era una lástima.  Es por eso que decidieron independizarlo y darle su propio protagonismo, en su propio momento del año. Pero, no solo eso, sino que además lo hicieron federal y así es como nació el nuevo programa Conexión Arteba: encuentros en distintos lugares del país, con foros (donde hablan personalidades del arte, de la ciencia y la filosofía), pero acompañado de un recorrido arty por la escena local. Cuatro días de sobredosis de arte.

Se me renovaron las energías solo con ver las montañas desde el avión. Menos mal, porque ni bien aterrizamos nos enchufamos a diez mil: la idea era abarcar lo máximo posible, recorrer y conocer con un cronograma ambicioso. Fue intenso pero que valió la pena, eso no lo pongo en duda. Jamás me imaginé lo poderosa y vibrante que es la escena cultural en San Juan (en Mendoza también, pero a esa ciudad la tenía ya un poco más arriba). Al nivel de un teatro impresionante con un tratamiento acústico de alta fidelidad, donde se presentan (y replican) las obras del Colón y otros teatros del mundo. Un auditorio con una de las mejores acústicas de Latinoamérica, donde llenan sala dos veces por semana sus conciertos sinfónicos. O el Museo Franklin Rawson, con más de 5 salas plagadas de exposiciones, obras de artistas cuyanos del siglo diecinueve, de artistas que marcan la escena local hoy, y de grandes figuras como Antonio Berni, Alfredo Guttero y Emilio Centurión. 

«Jamás me imaginé lo poderosa y vibrante que es la escena cultural en San Juan (en Mendoza también, pero a esa ciudad la tenía ya un poco más arriba). Al nivel de un teatro impresionante con un tratamiento acústico de alta fidelidad, donde se presentan (y replican) las obras del Colón y otros teatros del mundo. Un auditorio con una de las mejores acústicas de Latinoamérica, donde llenan sala dos veces por semana sus conciertos sinfónicos. O el Museo Franklin Rawson, con más de 5 salas plagadas de exposiciones…»

Pero, si hablamos de sorpresas, hay una experiencia en particular que encabeza mi podio. La primera tarde nos adentramos en el Valle de Zonda, aparecieron las montañas y sus colores terrosos, la aridez tan característica de la zona. Llegamos a la bodega Xumek, pero volvimos a subirnos al colectivo porque el atractivo estaba en ese predio, pero en la intemperie, en medio de la naturaleza. “Arte Bestial Argentino” es una exposición de arte de montaña, a cielo abierto, donde sus cinco obras – de tamaño bastante imponente – te van sorprendiendo en el camino. 

Empezamos por los nidos, casitas de adobe, orgánicas e irregulares, como las montañas, que a su vez funcionan como refugio para los animales. Seguimos con una instalación de Mariana Telleria, de troncos altísimos, perfectamente alineados, encuadrando la postal de la montaña inmensa de fondo. Las “dinobolas” de Nicola Constantino están esparcidas por un sector del parque, mientras un equipo de cinco personas construye la versión más grande de todas. El refugio “bombardeado” de Eduardo Basualdo, se erige solitario entre las plantas silvestres. Y el atardecer iluminaba la gran ballena de Adrián Villar Rojas, pionera del proyecto, construida y dando de qué hablar hace quince años.

Tengo una debilidad por la naturaleza y me apasiona el arte, por lo tanto presenciar en cuerpo esta conjunción y convivencia me pareció, no solo tan lindo e impresionante de ver, sino también emotivo. Porque reafirma que podemos vivir en armonía, coexistiendo y hasta colaborando con nuestro entorno.

«Pero, si hablamos de sorpresas, hay una experiencia en particular que encabeza mi podio (…) “Arte Bestial Argentino” es una exposición de arte de montaña, a cielo abierto, donde sus cinco obras – de tamaño bastante imponente – te van sorprendiendo en el camino…»

El segundo día del viaje empezó el foro: “El sol al mediodía del desierto: prácticas artísticas entre cielo, tierra y tiempo”. Curado por Alejandra Aguado y Ferran Barenblit, constaba de tres bloques (dos el jueves en San Juan y uno el viernes en Mendoza), donde distintos exponentes – desde artistas, curadores y poetas hasta geólogos y filósofos – compartían análisis y reflexiones sobre la relación entre el arte y la naturaleza, desde distintos puntos de vista

Se habló del espacio que habita el ser humano entre la tierra, el cielo y el tiempo; de hacer arte para la naturaleza, de la intuición y la espiritualidad, de los imaginarios del fin del mundo y cómo el arte expresa este vértigo de un colapso ecológico (incluso la geóloga Carina Colombi expuso sobre la historia de las extinciones y compartió la idea de que quizás lleguemos a ser “fósiles guía” – como los dinosaurios – en la historia del planeta Tierra). 

«Conocí historias mapuches, formas de vida del norte del país, gente haciendo arte inspirado en la misma cotidianidad. Es muy difícil transcribir la catarata de ideas, cuestionamientos, disparadores, frases y reflexiones que se compartieron en esas horas…»

También se habló de cómo deconstruir la lógica de la dominación hombre-naturaleza para construir una sensibilidad desde lo ínfimo, desde el acercamiento, la resonancia y la conexión. De la naturaleza como monumento; concepto que me encantó. Conocí historias mapuches, formas de vida del norte del país, gente haciendo arte inspirado en la misma cotidianidad. Es muy difícil transcribir la catarata de ideas, cuestionamientos, disparadores, frases y reflexiones que se compartieron en esas horas. Lo positivo es que el foro se transmitió en vivo por YouTube y quedó guardado para todo el que lo quiera ver.

Tampoco planeo describir en detalle cada uno de los lugares por los que pasamos, porque creo que son experiencias que valen la pena ser vividas (y en el video en el Instagram de MALEVA desglosamos más ese mapa y sus paradas). Con lo que sí quiero concluir, es con lo que me alegra esta iniciativa para salirnos del hiper-centralismo porteño. Es necesario descubrir que tenemos un país riquísimo, no solo a nivel natural, sino también cultural. Que Mendoza es mucho más que los vinos: tiene museos y galerías (incluso varias exposiciones en bodegas, ese blend me parece muy interesante) que valen la pena sumar al viaje de disfrute. Y que San Juan, a solo dos horas de distancia, ¡es una explosión cultural! Una ciudad que, después de este viaje, me generó la sensación de que incluso hasta podría vivir ahí. Celebro que el país se conecte mucho más, y quedamos todos a la espera de dónde serán los próximos destinos de Conexión Arteba.

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Algunas de las fotos son gentileza para prensa de Fundación Arteba.