Mirá la luna: ¿cómo aprovechar su energía en nuestra vida? Rituales, fases, consejos y astrología

La luna: obnubilante, hipnótica y con más efectos sobre nosotros de lo que pensamos 

Mirá la luna: ¿cómo aprovechar su energía en nuestra vida? Rituales, fases, consejos y astrología. Por Azul Zorraquin.

“Mirá la luna”, leen nuestras pantallas celulares, a veces. Además de ser una figura poética, es obnubilante e hipnótica. Está asociada con el mundo de las emociones, y en astrología, se la relaciona con la madre y nuestros primeros vínculos afectivos; aparte se conecta con nuestro lado más vulnerable. Dicen que la luna atesoró aquello que impactó en nuestra psiquis, en el momento preciso en el que nacimos. Gracias a ella, podríamos, aseguran los que sostienen esta teoría, tejer vínculos profundos en la actualidad.

Foto por Azul Zorraquin

«La luna llena es una fase potente, trae grandes revelaciones y se da cuando el sol la ilumina por completo. “Son consideradas finales, conclusiones, y culminaciones de situaciones que ocurrieron durante la luna nueva”, explica Florencia Vázquez, astróloga y experta en lunas. Además, agrega que en este momento las emociones se intensifican…»

Para entender nuestra relación con ella, cabe recordar que la luna no tiene luz propia; la vemos en la medida en que el sol la ilumine, y aunque no sea un planeta, se la considera luminaria. Sus fases tienen una gran influencia en el comportamiento humano, y el signo astrológico que la esté rigiendo, también. “La luna no tiene luz propia y sale de noche; muchas veces acceder a nuestro campo emocional no es sencillo y no lo podemos ver solos porque al ‘estar oscuro’, actuamos sin ser conscientes de nuestros mecanismos”, explica la astróloga Florencia Vázquez.

Fases Lunares: ¿cómo influye cada una en nuestro estado emocional y cómo podemos aprovecharlas?

La luna transita cuatro fases principales, en un período de veintinueve días: Luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante. Así, cíclica e infinitamente. “La luna, con sus ciclos, es todo un símbolo de nacimiento, crecimiento, muerte y renovación de todas las formas”, explica Lu Gaitán en su libro “Alumbra la Luna”.

La luna llena es una fase potente, trae grandes revelaciones y se da cuando el sol la ilumina por completo. “Son consideradas finales, conclusiones, y culminaciones de situaciones que ocurrieron durante la luna nueva”, explica Florencia Vázquez, astróloga y experta en lunas. Además, agrega que en este momento las emociones se intensifican: “La Luna Llena te hace sentir más energía y esto hace que te cueste un poco más dormir”, y por ende, se vincula mucho al insomnio con esta fase. Un buen ritual para practicar, es el de prender un fuego en la parrilla, o en una ollita, “escribir todo aquello que ya no elijo para mí y quemarlo, para que el fuego transmute y la energía de la luna se lo lleve”, detalla María Aiello, terapeuta holística y psicotaróloga. Es muy importante intencionar en afirmativo, por ejemplo, escribir en un papel, “transmuté en relaciones sanas”, si uno de mis deseos fuera ponerle un fin a las relaciones tóxicas. “Es lindo hacer este ritual en un círculo de amigos, y la creencia de que vendrá aquello que merezco; es importante ante un ritual tomarlo seriamente y actuar en consecuencia”, explica María. Así como vemos a la luna grande y luminosa en el cielo, esta fase nos invita a ver nuestra vida, con esa misma claridad.

El cuarto menguante, es una fase de reposo y reflexión. Te invita a reducir, achicar, y soltar. “La luna comienza el proceso de dejar de estar iluminada hasta regresar a la fase de luna nueva y volverse invisible. Como la luna da la sensación de estar vaciándose, es que durante todo este ciclo podés trabajar con lo que necesitás soltar”, explica Dalia Walker en su libro “Bruja Moderna”.

Su contraparte, la luna nueva, es una fase que no permite ver su lado iluminado. Representa comienzos e inicios de todo tipo, así como lo que necesita potencia para crecer: “La luna nueva trae, podemos decretar intenciones claras y precisas, y lo que intencionemos, será”, explica Aiello. Recordemos que la luna llena se llevó, y esta luna, trae.

El cuarto creciente, por último, ocurre los días subsiguientes a la luna nueva, y es un momento para gestar, intencionar y potenciar un proceso: “La fuerza de la luna creciente da potencia de avance a todo lo que se haga bajo su bendición. Todo lo que se haga en esta fase lunar, estará teñido de un crecimiento potente”, explica “Bruja Moderna”.

Eclipses: lo mejor es no hacer ningún tipo de ritual 

Su nombre lo dice todo: “eclipsa”, no deja ver. Por ende, las brujas y astrólogas sugieren no hacer ningún tipo de ritual en estos momentos: “Si la luna no tiene luz propia y refleja la luz solar, y durante el eclipse el sol se pone delante, ¡vela su energía! Lo mismo ocurre en noches de luna con lluvia, que tampoco se hacen limpiezas, porque no hay energía suficiente”, detalla Aiello.

3) La energía lunar, según el signo regente:

Collage por Azul Zorraquin

Conocer en qué signo está la luna, por ejemplo, que haya “Luna llena en Sagitario”, nos ayuda a entender el clima o la energía predominante; hay una poderosa relación entre el calendario lunar, y el comportamiento humano.

Este es un resumen de los distintos signos del zodíaco y su implicancia en cada luna, y por ende, una relación entre astronomía y astrología.

Walker, en “Bruja Moderna”, hace una pequeña guía:

En Aries: esta energía te invita a actuar, accionar, iniciar y liderar. Es un momento para darle movimiento a aquello que se estancó.
En Tauro: es ideal para el goce y el disfrute. Es una energía que invita a gozar del arte, los sabores, y la naturaleza.
En Géminis: es divertida, alegre y volátil.
En Cáncer: esta energía presta a ponerse emocional y sensible. Despierta la necesidad de quedarse en casa, y estar en familia o entre amigos.
En Leo: lo mejor que tiene esta energía, es la potencia y la confianza que transmite. La energía leonina es muy cálida, muy del ego, y de “comerse el mundo”.
En Virgo: es ideal para la organización. Virgo es el signo del orden, la limpieza, la salud y del lugar que ocupamos dentro de un sistema.
En Libra: es la belleza, la apertura, el placer del encuentro con otro. Esta luna nos maravilla con su poder social.
En Escorpio: es intensa, y nos invita a entrar en contacto con las profundidades del inconsciente. Es un signo que favorece la transmutación, el cambio y a soltar lo viejo y transformarlo.
En Sagitario: nos llama a aprender, abrirnos, disfrutar del conocimiento y de los viajes.
En Capricornio: amiga de lo correcto, favorece el trabajo, la madurez y los vínculos de autoridad. Nos propone amigarnos con el esfuerzo.
En Acuario: casi eléctrica, esta energía nos encuentra saltando entre pensamientos, dándonos ideas brillantes. Es vanguardista.
En Piscis: nos hace sentir diluidos, sin borde, híper emocionales.

La Luna y las Mujeres (también las emociones de los hombres están conectadas con sus ciclos)

El ciclo menstrual de la mujer coincide casi íntegramente con la duración del ciclo lunar, e incluso se puede encontrar una analogía en las etapas de ambos ciclos. “El recorrido que hace la Luna tarda 28,5 días para dar la vuelta al zodíaco, y es idéntico al ciclo menstrual. Hay estudios que muestran que los ciclos menstruales están alineados con las fases lunares”, explica Florencia Vázquez. Dichos estudios han mostrado que la mayoría de las mujeres tuvieron más ciclos de ovulación durante la luna llena. El primer día de sangrado, el comienzo del ciclo, es igual a la fase de la luna nueva. “Es un nuevo inicio pero también es un momento donde lo más importante, sucede en el interior”, explica Gaitán. Y además, agrega: “si el comienzo de tu ciclo coincide con la fase de luna nueva en el cielo, es probable que se trate de un ciclo de mucha movilización interna, donde habrá una necesidad de limpieza en el plano físico, mental y emocional”. Cuando el sangrado se retira, se ingresa a la fase pre-ovulatoria, que equivale al cuarto creciente en el cielo. Esta fase culmina en la fase ovulatoria, que acaba con la liberación de un óvulo, y se asocia con la luna llena y un momento de inicio (incluso es el momento en el que se puede gestar una vida). Finalmente, la fase lútea, es el equivalente al cuarto menguante lunar, y en el caso de la mujer, si el óvulo no fue fecundado, la vitalidad desciende, y se vuelven a transitar las otras fases, cíclica e infinitamente.

* Es importante aclarar que los hombres o personas no menstruantes, también están conectadas con la luna y sus ciclos, porque ésta representa las necesidades emocionales de todos, y nos da información sobre vínculos afectivos y maternales.

La Luna y el arte:

La luna es tan hipnótica y poderosa, que fue y será una eterna musa de inspiración.
Cito un fragmento del poema “Viaje”, que le dedicó Alfonsina Storni, para tejer el final de este recorrido lunar:

“Hoy me mira la luna
blanca y desmesurada.

Es la misma de anoche,
la misma de mañana.

Pero es otra, que nunca
fue tan grande y tan pálida.

Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.”

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Fotos: gentileza Unsplash (PH Javier Allegue Barros, foto destacada: Ganapathy Kuma, Sanni Sahil. Siim Luka, Marek Okon)