Maleva en París: crónica de la «Nuit Blanche», una fiesta para soñar despierto en París

Arte nocturno, 12h non stop para pasar de largo en la Ciudad Luz. Una jornada nocturna de arte contemporáneo, un crepúsculo extendido de cultura al aire libre, una cita popular para todo público, un desfile con danzas tradicionales, una intervención artística, un evento en movimiento/Si los personajes de «Midnight en París» estuvieran vivos ¡Seguro hubieran ido!

Hemingway: París sigue siendo una fiesta

 

Maleva en París: crónica de la «Nuit Blanche», una fiesta para soñar despierto en París. Por Vicky Agulla Tagle (desde París)

París es una Fiesta escribía Ernest Hemingway en 1964, en su novela de (des)aventuras en la capital del país de la Revolución Francesa y la Fête de la Musique. Una ciudad que acompaña para toda la vida a aquellos que la hayan visitado, a través de su dulce idioma y sus románticas postales. 

Cualquiera que sepa hablar un poco francés podria interpretar Nuit Blanche como Noche Blanca, pero no; la Nuit Blanche es una Noche en Blanco en París, una jornada nocturna de arte contemporáneo, un crepúsculo extendido de cultura al aire libre, una cita popular para todo público, un desfile con danzas tradicionales, una intervención artística, un evento en movimiento. 

Hace 18 años que la periferia artística parisina se amplía hacia los alrededores de los monumentos con su evento anual otoñal coronado como la Nuit Blanche. Esto sucede cada primer sábado de octubre cuando los artistas se adueñan de todos los rincones de la ciudad a través de instalaciones y exposiciones, conciertos que exploran diferentes facetas del arte contemporáneo parisino. 

«Cualquiera que sepa hablar un poco francés podria interpretar Nuit Blanche como Noche Blanca, pero no; la Nuit Blanche es una Noche en Blanco en París, una jornada nocturna de arte contemporáneo, un crepúsculo extendido de cultura al aire libre, una cita popular para todo público…»

La Nuit Blanche abre las puertas de los museos y las galerías francesas desde 2002, año en el cual esta fiesta popular se desarrolló por primera vez para ser una suerte de Fiesta de la Música alrededor de monumentos nacionales y centros culturales sin saber que otras ciudades como Quebec adoptaron su mirada conceptual sobre el arte al aire libre.

Los puntos turísticos más importantes de la Noche en Blanco son: Tour Eiffel, Arc de Triomphe Jardin du Palais Royal, Musée du Louvre, Musée l’Orangerie, Musée des Arts Décoratifs, Théâtre du Châtelet, Palais de la Découverte, Musée de l’Homme, Philharmonie de Paris.

Este año, la Nuit Blanche se desarrolló a partir de cinco ejes: el gran desfile con comparsas, la apertura de los subterráneos durante toda la noche, las performance de reconocidos artistas, el deporte como medio de transporte y la ciclovía como contorno al evento. 

La Nuit Blanche tuvo una comisión compuesta por un director artístico y un asesor cultural que quisieron conectar el turismo local con el deporte promoviendo una maratón de 10 km y hacer una suerte de adelanto de los Juegos Olímpicos que tendrán lugar en París durante 2024.

«No sé cuán seguro es el relato, pero de lo que, personalmente, tengo seguridad es que si los artistas de Minuit a París, la película de Woody Allen, estuvieran vivos, habrían asistido a la Nuit Blanche…»

Así fue como la Nuit Blanche se presentó como una oportunidad única para combinar deporte y cultura en una noche atípica con múltiples actividades que combinan música, danza y arte a lo largo y a lo ancho de una París audiovisual y vivencial.

Una de las “instalaciones” relacionadas con el deporte y los JJOO París 2024 era el V-Loop, un loop de luces para acompañar el velódromo mediante 200 proyectores alineadas para acompañar a los ciclistas. 

La periferia artística iluminada por velódromo que delineó el desfile en carrozas repletos de artistas que recorrieron todo París empezando por Place de la Concorde y terminando con fuegos artificiales en la Bastille. 

En un atardecer lluvioso, a las 7 horas de la tarde empezaron las comparsas para dar inicio a la Nuit Blanche que terminaría 12 horas más tarde cuando el sol volvía a salir en París. 

“Este fue un fallido intento de capturar a una joven francesa llamada Adriana de Bordeaux, quien vino a París a estudiar moda, para el teatro y estoy seguro que tuvo una aventura con Modigliani, después con Bernat, que fue como Pablo la conoció, Picasso. Lo que no entiendes de este retrato, es la sutileza de su belleza, era hermosa.” es un párrafo de la película Medianoche en Paris de Woody Allen. 

No sé cuán seguro es el relato, pero de lo que, personalmente, tengo seguridad es que si los artistas de Minuit a París, estuvieran vivos, habrían asistido a la Nuit Blanche.

Fotos: son gentileza de PARIS.FR