MALEVA en París: «así es Bourse de Commerce, el nuevo museo que deslumbra a la ciudad y me dejó sin aliento…»

Es la carta fuerte de la capital francesa, para volver a ser considerada la capital mundial del arte (o al menos de la Europa pos Brexit y pos pandemia)/Un edificio increíble construido en el mismo año que la Torre Eiffel/El sueño de François Pinault, uno de los diez coleccionistas más importantes del planeta y un magnate del lujo/La autora nos cuenta en exclusiva para MALEVA cómo es pisar esta nueva joya parisina, qué aspectos llaman la atención y cuáles son las obras que se exponen

El edificio fue inaugurado en 1889, junto a la torre Eiffel, para la Exposición Universal de 1889. Deslumbraba hace más de un siglo, deslumbra también en pleno siglo XXI.

MALEVA en París: «así es Bourse de Commerce – Fundación Pinault, el nuevo museo que deslumbra a la ciudad y me dejó sin aliento…» Por Florencia Siviero @live.myparis (texto y fotos, desde París).

Después de seis largos meses de lockdown estricto sin bares, restaurantes y sobre todo sin museos y galerías de arte abiertos, la vida parisina va volviendo poco a poco a la normalidad. Y en este escenario se inauguró uno de los museos más esperados de los últimos tiempos y del que toda la vanguardia habla: El museo Bourse de commerce @boursedecommerce.

Se trata del tercer museo de la Fundación Pinault (los otros dos se encuentran en Venecia) que alberga el arte del gran coleccionista y magnate francés François-Henri Pinault (quien lidera, junto a su hijo, uno de los grandes conglomerados de lujo del planeta, con marcas como Gucci o Saint Laurent) y se encuentra entre los diez coleccionistas de arte moderno más importantes del mundo.

«La sala principal es muy imponente, – volví a sentir esos escalofríos que extrañaba, al descubrir un nuevo espacio de arte. Mirando hacia arriba se vislumbran los frescos de la cúpula del 1800 con la temática del antiguo paradigma de los 5 continentes. Una bandada de palomas, que parecen reales, descansan en la cúpula…»

La Bourse de Commerce es el primer museo que visité este año. Muy Emocionada me preparé para descubrir la nueva estrella del arte de la Ciudad Luz – para mí, como la mayoría de la gente, París es sinónimo de arte y, por lo tanto, es muy preciada la sensación de volver a los museos.

Además de estar ubicado en el epicentro de la ciudad, muy cerca del Louvre y a dos pasos del emblemático centro Pompidou (al que además podemos contemplar desde sus ventanas). El edificio en sí es una obra de arte. Fue inaugurado en 1889, nada más y nada menos que junto a la torre Eiffel para la Exposición Universal de 1889. Su arquitectura deslumbró a la gente de la época y sigue deslumbrando hoy en día al público que visita el museo. También en el predio se puede observar la imponente columna de Médicis (1572) el único vestigio que queda del Hotel particular de Catherine de Médicis.

El encargado de adaptar el edificio a museo fue el reconocido arquitecto japonés Tadao Ando, que tiene en su haber obras increíbles como la Fundación Pinault en Venecia. El nipón intervino el espacio recuperando los ejes de la arquitectura circular del sitio instalando una estructura de hormigón que facilita el acceso y la visita del museo y resaltando la imponente arquitectura del 1800.

«Además de estar ubicado en el epicentro de la ciudad, muy cerca del Louvre y a dos pasos del emblemático centro Pompidou (al que además podemos contemplar desde sus ventanas). El edificio en sí es una obra de arte. Fue inaugurado en 1889, nada más y nada menos que junto a la torre Eiffel para la Exposición Universal de 1889. Su arquitectura deslumbró a la gente de la época y sigue deslumbrando hoy en día…»

Durante todo mi recorrido el museo me fue llevando y dejándome sin aliento a cada paso. La Bourse de Commerce se abre como un nuevo espacio de disfrute del arte, conjugando un ambiente clásico y moderno a la vez, potenciado por las exposiciones que invitan al espectador a apropiarse del espacio.

La sala principal es muy imponente, volví a sentir esos escalofríos que extrañaba, al descubrir un nuevo espacio de arte. Mirando hacia arriba se vislumbran los frescos de la cúpula del 1800 con la temática del antiguo paradigma de los 5 continentes. Una bandada de palomas, que parecen reales, descansan en la cúpula.

Y más allá de la arquitectura, fue la exposición del artista Urs Ficher que se llevó toda mi atención y asombro. Un grupo de obras – 8 obras de arte hechas de cera y que permanecen encendidas desde el primer día de la exposición van fundiéndose a medida que la muestra transcurre.

Una réplica en tamaño natural del Rapto de los Sabinas (1579-1582) de Giambologna, – siete sillas diversas -, desde un taburete africano hasta una silla de plástico banal, pasando también por la simple butaca de un avión) contemplados por la efigie del artista Rudolf Stingel (amigo y par de Urs Fischer).

«Y más allá de la arquitectura, fue la exposición del artista Urs Ficher que se llevó toda mi atención y asombro. Un grupo de obras – 8 obras de arte hechas de cera y que permanecen encendidas desde el primer día de la exposición van fundiéndose a medida que la muestra transcurre…»

Las obras de arte dialogan con el entorno y la cúpula que representa la ideología colonial de la época. A medida que la exposición va avanzando, las obras comienzan a mutar y va desdibujándose su forma original, culminando cuando están todas consumidas.

La aventura sigue en diferentes salas: desde un ratón que sale de su cueva y habla con los espectadores en inglés, hasta las sillas intervenidas donde suelen sentarse los guardianes de los museo. Todo está pensado para que la experiencia sea realmente inmersiva y las obras se conjuguen con el entorno y los espectadores.

Otro detalle que me pareció súper interesante es que, a lo largo del recorrido, hay guías que se encargan de responder las preguntas que se tengan con respecto a la arquitectura y las exposiciones. Además, hay espacios donde los visitantes pueden tomar pausas, descansar y continuar luego con el recorrido. Todo está pensado para que sea una experiencia única.

En definitiva, un lugar imperdible para disfrutar, cuando se pueda volver a viajar. Por ahora, un nuevo lujo parisino. 

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Sobre la autora de la nota: 

Florencia Siviero es patagónica de nacimiento. Estudió y trabajó en Comunicación digital en Buenos Aires. Fanática del arte, las diferentes culturas y los desafíos se instaló en París hace cuatro años. Escribe el blog livemyparis.com donde comparte su experiencia y sus tips para disfrutar la ciudad de la luz

 

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