Kota: cuando el diseño y la arquitectura también pueden ser un juego (y un genial emprendimiento)

Vanina Janin, arquitecta y Jimena Solda, directora de arte, crearon durante la cuarentena una marca de casas para jugar que desafía al viejo concepto de «casa de muñecas» y se está convirtiendo en un incipiente éxito/¿Cuál es su filosofía?/Una propuesta pensada para una diversión libre (para chicos y chicas por igual)/Tridimensionales y 360/Cómo fue emprender en pandemia y todas las novedades que tienen en mente

Las «Kota» se apoyan en un ambiente y se pueden ver todos sus ambientes y espacios

 

Kota: cuando el diseño y la arquitectura también pueden ser un juego (y un genial emprendimiento). Por Azul Zorraquin.

Vanina Janin, arquitecta, y Jimena Soldo, directora de arte, son socias y amigas y crearon Kota, un emprendimiento que alteró la cota arquitectónica de los planos, para crear casas de madera, ¡en miniatura! Impulsadas por la cuarentena, y viendo sus trabajos en stand-by, se reinventaron y crearon este objeto de diseño.

Queríamos que no fuera la típica casa de muñecas, sino un espacio más adaptable a un juego libre, en el que pueden jugar nenes y nenas y que lo puedan ambientar como se les ocurra”, explica Vanina. Es decir, las Kota pueden funcionar tanto de taller mecánico como de peluquería. El concepto mismo, les dio el nombre: “La cota es la unidad de medida donde vos marcás en un plano, qué medida tienen las cosas; como la escala cambiaba, la cota también. El nombre nos llegó por el pasaje de una escala a otra”, desarrolla la arquitecta. Además, agrega: “nuestras casas son tridimensionales y se las puede recorrer en 360 grados, la apoyás en un ambiente y podés ver todos sus lados, balcones y terrazas”.

«Queríamos que no fuera la típica casa de muñecas, sino un espacio más adaptable a un juego libre, en el que pueden jugar nenes y nenas y que lo puedan ambientar como se les ocurra”, explica Vanina. Es decir, las Kota pueden funcionar tanto de taller mecánico como de peluquería. El concepto mismo, les dio el nombre: “La cota es la unidad de medida donde vos marcás en un plano, qué medida tienen las cosas…»

El proyecto nació durante el confinamiento, y no es anecdótico: “La casa, como espacio, tuvo que buscar nuevas funciones. Uno empezó a trabajar, estudiar, y a necesitar espacios individuales dentro de lo que antes era un espacio único. Recibí muchos llamados de gente que quería hacer refacciones post-cuarentena; hubo una re-funcionalización de la casa tradicional”, le cuenta a MALEVA Vanina. Todo esto funcionó como motor creativo, por supuesto.

El producto es ideal. Las casas cuentan con un armado básico, y además, ofrecen “chiches” que despiertan la emoción infantil: “Tenemos unas líneas de muebles, y estamos haciendo stickers con dibujos para vender sueltos, porque la gente los pide muchísimo. Además, tenemos paneles deslizables de acrílico, que son tipo puertas corredizas que se sacan y se ponen”, a piaccere, explican las socias. 

«Si bien Jimena ya había emprendido en el rubro de la cerámica y la curaduría de juguetes, para Vanina fue la primera vez: “Siempre trabajé de arquitecta, y este año, al tener tiempo libre, me mandé. Fue difícil encontrar los proveedores adecuados, y trabajar en contexto de pandemia…»

Si bien Jimena ya había emprendido en el rubro de la cerámica y la curaduría de juguetes, para Vanina fue la primera vez: “Siempre trabajé de arquitecta, y este año, al tener tiempo libre, me mandé. Fue difícil encontrar los proveedores adecuados, y trabajar en contexto de pandemia. Te cuento una anécdota: la primera madera que habíamos comprado se agotó, y al cambiar de proveedor, ¡hubo que cambiar todos los planos de corte!

Más allá de los desafíos de emprender – y ni que hablar en Argentina, – el proyecto marcha viento en popa. Si bien el boom de ventas se da en fechas como Navidad, Reyes o en el Día del Niño, durante el año también hay ventas estables, por cumpleaños u ocasiones especiales.

Jaín nos cuenta: “Estamos analizando la posibilidad de desarrollar y sumar un producto más accesible, que se pueda vender a lo largo de todo el año”. Además, las socias están barajando la opción de incluir pinturas dentro del kit Kota, ¡para intervenir la fachada! El proyecto, y todas las ideas que giran en torno a él, son un hit.

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Fotos: son todas gentileza de Kota.

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