¡Trabajar en forma independiente tiene sus beneficios! A mi criterio, infinitas cosas buenas suceden cuanto tu tiempo es tuyo. Una que me encanta: tenés la oportunidad de producir en horarios diferentes. Y si un domingo te encuentra en una reunión de trabajo, todo bien: tal vez tu martes fue un recreo.
Hace casi un mes tuve un día así, de vacación en medio de la semana. La excusa fue el reencuentro con un amigo que no veía hace años. La fiesta: una deliciosa tarde de primavera, museos en Buenos Aires, paseo y merienda incluida, todo entrelazado con una poderosa dosis de charla de primera calidad.
«¡Trabajar en forma independiente tiene sus beneficios! A mi criterio, infinitas cosas buenas suceden cuanto tu tiempo es tuyo. Una que me encanta: tenés la oportunidad de producir en horarios diferentes. Y si un domingo te encuentra en una reunión de trabajo, todo bien: tal vez tu martes fue un recreo.»
Por un buen rato, me sentí turista sin viajar. Combinar artes diferentes en una sola tarde me dio una sensación algo extraordinaria, como si cambiara mi realidad por algunas horas, sin modificar realmente nada.
Volví a casa llena de energía y con una visión particular de mi entorno. Todo se sentía un poco más vibrante. Descubrí que la calidad de vida puede ser algo distinto a lo que uno se imagina: por ejemplo, romper la rutina con un paseo diferente, e inspirarse con eso.
Foto: Natalia SanMartín Gil