Imágenes que movilizan: así es la imperdible muestra «Falta Compartida» en la galería Rolf art

Una muestra colectiva en el marco de la conmemoración del 25 aniversario del atentado a la AMIA/¿Quiénes son los nombres fuertes del arte contemporáneo que participan?/Cuando el tiempo es impensable por fuera de la historia/El poder de la fotografía para no olvidar/Hablan los organizadores de la muestra

El poder de la fotografía para no olvidar

 

El poder de la memoria: así es la imperdible muestra «Falta Compartida» en la galería Rolf art. Por Celina Marco. Fotos: gentileza Rolf Art.

Rolf Art presenta la exposición “Falta Compartida”: una muestra colectiva en el marco de la conmemoración del 25 aniversario del atentado a la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina) se ofrece como una reflexión que evocan las obras de
nombres fuertes del arte contemporáneo: Graciela Sacco, Marcelo Brodsky, Santiago Porter, RES, Silvia Rivas, Juan Travnik, Cristina Piffer y Celeste Rojas Mugica. En colaboración con la galería Mor Charpentier (París) esta propuesta, que MALEVA recorrió, se vuelve aún más contundente al contar con la participación de Voluspa Jarpa (Chile) y Oscar Muñoz (Colombia), dos artistas transgresivos en relación al uso no convencional de medios y técnicas.

En “Falta Compartida” el tiempo es impensable por fuera de la historia. El camino que las obras transitan comienza con una fuerte declaración de principios en la obra de Marcelo Brodsky: la presentación (y no representación) de una ruina. Esta es un fragmento original de la fachada de la AMIA. La punta que se observa es de la A. Brodsky se encontró estos escombros cuando estaban empezando a construir el Parque de la Memoria, los recuperó y devolvió a la AMIA. De este encuentro parte su serie NEXO. La evocación es la del presente perpetuo, con el peso y solidez de una roca, pero sin dejar de considerar la necesidad del agua como purificación en sus fotografías.

«En una época interesada en sí misma, el poder de estas imágenes sobrepasa cualquier sutilidad. Los pequeños detalles como los objetos cotidianos de Santiago Porter, la imagen reflejada de Oscar Muñoz o los fragmentos de Juan Travnik se convierten en signos que traen la historia al presente como un destello…»

Esta honestidad se vuelve retrato en las imágenes de Santiago Porter. Con una legibilidad simple y cruda, sacude comprender que en las tríadas conformadas por los objetos fotografiados, testimonios y personajes retratados, la evocación del ausente está en primer plano. Estas sesenta imágenes se convierten en un cuerpo colectivo que nos abre a la infinitud de ausencias.

La obra se realizó en un largo período de tiempo y se exhibe una continuación, que acompaña este político. Se trata del retrato de Gaby Rodríguez, una de las sobrevivientes, cuya madre falleció en el atentado cuando ella tenía 8 meses. Santiago la retrató cuando fue el 20º aniversario de la AMIA.

«En “Falta Compartida” el tiempo es impensable por fuera de la historia. El camino que las obras transitan comienza con una fuerte declaración de principios en la obra de Marcelo Brodsky: la presentación (y no representación) de una ruina. Esta es un fragmento original de la fachada de la AMIA…»

Según Camila Knowles, Gallery Manager de Rolf Art , son trabajos de reflexión en el tiempo, la obra está viva, nos sigue hablando, interpelando. Si bien abrazan este suceso, se extienden hacia una reflexión universal sobre la memoria, que responde al nombre de la exposición: Falta Compartida…”

Con esta gran puerta de entrada, la exposición continua su trayecto con la obra de Voluspa Jarpa. Aquí el lenguaje atraviesa una radical y necesaria abstracción cuando las relaciones ocultas y crípticas provenientes de la revisión de archivos desclasificados hablan de un lenguaje imposible: el que opera entre la imagen y el texto.

Esta imposibilidad tiene su momento más inquietante en los dos proyectores tipo carrusel que hacia el final de la sala, desconciertan por el sonido que emite su reproducción mecánica coordinada. Esta obra de Celeste Rojas Mugica pertenece a su serie de investigaciones “Una sombra oscilante” y parte del archivo fotográfico de su padre, un fotógrafo que entre los setenta y ochenta militó contra la dictadura en Chile y se exilió once años en Ecuador. Celeste interviene estos diaporamas con imágenes sobre la resistencia en Chile, sobre las intervenciones previas de su padre. En este proceso de re -escritura hay un juego entre estos señalamientos y las imágenes de la materialidad del encuadre de la diapositiva.

«El tiempo histórico de este cuerpo de obras es un desafío en el que el pasado es un presente continuo. Sus formatos navegan entre la instalación, la fotografía, el monumento y el memorial…»

El tiempo histórico de este cuerpo de obras es un desafío en el que el pasado es un presente continuo. Sus formatos navegan entre la instalación, la fotografía, el monumento y el memorial. Podríamos decir que el uso de materiales no tradicionales y su seducción plástica podría distraernos, pero los títulos que van signando cada uno de los trabajos: “Ensayo para la espera”, “Una sombra oscilante”, “La Ausencia”, “Línea del destino”, “Las cosas que se llevaron”, “Story Behind”, nos sitúan muy lejos del “sin título” de muchas obras actuales y hacen localizable aquello que la historia no resuelve.

En una época interesada en sí misma, el poder de estas imágenes sobrepasa cualquier sutilidad. Los pequeños detalles como los objetos cotidianos de Santiago Porter, la imagen reflejada de Oscar Muñoz o los fragmentos de Juan Travnik se convierten en signos que traen la historia al presente como un destello.

La exposición, de entrada libre y gratuita, podrá visitarse de lunes a viernes de 11 a 20 hs hasta el Miércoles 22 de Septiembre de 2019 en Esmeralda 1353.