Entrevista en tiempos urgentes y surrealistas a la creadora de la más importante de las comunidades de educación financiera para mujeres/¿Cómo afrontó los cambios? ¿Qué consejos financieros le da a los emprendedores? / Además: cambiar una historia de generaciones y Felicity, nuevo proyecto en marcha
Sabrina está trabajando el triple en cuarentena y sigue en marcha su proyecto «Felicity»
«Hoy hay que mirar los números más que nunca»: entrevista Empresilientes por MALEVA y Endeavor a Sabrina Castelli de Mujer Financiera. Por Santiago Eneas Casanello.
¿Si miramos para atrás, cuántas generaciones de mujeres tuvieron independencia financiera?, pregunta Sabrina Castelli, la fundadora de Mujer Financiera, una comunidad de educación financiera para mujeres con un montón de servicios – para personas y para empresas – y que no para de crecer en las redes sociales. Sabrina responde: a lo sumo dos o tres. Por eso lo que ella busca es cambiar un poco la historia. Contadora, trabajó hasta los treinta en el sector corporativo, y dio clases de administración financiera a la universidad. Y si bien – como cuenta en esta nueva entrevista de #Empresilientes por MALEVA y Endeavor – podía manejar presupuestos abultados en multinacionales, su economía personal era un caos. Un día salio de compras y en un negocio le dijeron que su tarjeta estaba bloqueada (se había olvidado pagar el resumen) y ese fue el quiebre. Aprendió, se volvió una experta, mejoró sus propias finanzas, vio el mismo problema en otras mujeres y vio, como emprendedora, el problema a resolver y la oportunidad. En esta nota, nos cuenta cómo vive este tiempo de epidemia, tan urgente y extraño.
Si pudieras describir tus emociones a lo largo de estos tres meses desde que empezó esta situación urgente, surrealista, y crítica de la epidemia de Coronavirus y una cuarentena que en Buenos Aires se vuelve infinita ¿Qué nos dirías?
Al principio no me tomó mucho por sorpresa porque yo estaba siguiendo lo que pasaba en Europa. En marzo estábamos haciendo capacitaciones presenciales y antes de la cuarentena decidimos cancelarlas, preferimos ser conservadoras. Como emprendedora ya venía trabajando mucho en mi casa, aunque iba a un co-work, por eso no me afectó tanto el cambio. Pensé: esto sigue igual que siempre. Nosotros fuimos favorecidos en este contexto porque las consultas financieras subieron un montón, los cursos se empezaron a vender un montón y tuvimos que ampliar el equipo de atención al cliente y eso nos obligó a trabajar el triple. Pero debo reconocer que ya desde hace quince días la coyuntura me está empezando a molestar. Como que quiero volver a salir y recuperar la vida de antes. Y empecé a sentir algo de ansiedad que al principio no sentí porque estaba trabajando y respondiendo a muchas necesidades. Muchas emprendedoras me decían «vos siempre hablabas del fondo de emergencia» y tienen razón porque en este momento es fundamental. Hay que darle soporte y compañía a la gente. Cambiamos contenidos y cursos. Pero hoy sí, uno ya quiero empezar a salir y recuperar algo de libertad.
¿Cuál es, Sabrina, la principal inquietud o consulta que tuviste en las últimas semanas respecto a finanzas a raíz de la pandemia?
La gente está muy preocupada en relación a sus ahorros. O a nivel economía general, el dólar. Y mucha gente que tenía deudas no saben cómo afrontar esta situación. Y después, las pymes que tenían negocios a la calle te piden ayuda respecto a las opciones de financiación, estrategias de como llevar sus números. Uno de los principios que me enseñó la vida, es que uno tiene que estar preparado para lo que venga aunque no sea tan bueno.
¿Pero alguien podía prever una pandemia y una cuarentena tan surrealistas? ¿Cómo tiene que prepararse alguien hoy a nivel finanzas? ¿Y un emprendedor?
Lo primero es preguntarse cómo te agarró esto financieramente. En tu negocio o como emprendedor. El emprendedor es apasionado del servicio, pero en todo lo que es gestión a veces es muy «que se ocupe otro». Ahora es momento de mirar los números con muchísima atención porque todas las actividades se vieron afectadas para bien o para mal. Si es para bien, es el momento de aprovechar, de guardar dinero, para una cuota de emergencia del negocio, y si te perjudicó tenés que ser super conservador con el dinero hoy, y revisar toda tu estructura de costos. Lo digital está creciendo terriblemente, si no tenías alguna estrategia digital, tenela porque la gente está cambiando sus hábitos de consumo. Yo misma me cuestiono un montón de cosas que antes hacía y no sé si las volvería a hacer. Las compras ya me acostumbré a comprarlas digital. Pero tampoco tenés que cambiar todo tu negocio, y modificar la estrategia de valor. Tal vez hacer barbijos te salva los costos fijos ahora, pero es para surfear la ola y acomodarte. En la vida hay que prepararse siempre para las contingencias. La premisa en la vida es el cambio. Y hay que estar preparados para lo que surja.
«Nosotros fuimos favorecidos en este contexto porque las consultas financieras subieron un montón, los cursos se empezaron a vender un montón y tuvimos que ampliar el equipo de atención al cliente y eso nos obligó a trabajar el triple. Pero debo reconocer que ya desde hace quince días la coyuntura me está empezando a molestar. Como que quiero volver a salir y recuperar la vida de antes…»
Es como estar preparado para un cisne negro. A nivel oportunidades de inversión ¿Se abrieron oportunidades que antes no existían?.
Hay ciertos negocios que están siendo beneficiados. Si uno mira el capital de riesgo, América Latina sigue siendo atractiva. El mercado es enorme. Cuando te movés en el mundo emprendedor, sabés que hay emprendedores que están levantando capital aún en este momento. Hay que estar preparado para aprovechar las oportunidades. La información también es clave. ¿Es una sensación que ya no hay inversión o es un número real? Oportunidades sigue habiendo.
¿Cuáles son Sabrina los principales errores de la gente y de los emprendedores con las finanzas?
El primero es no registrar todo. A la gente le cuesta pero es la única manera de detectar gastos de lo que no sos consciente. La gente tiene conciencia únicamente de un 75% de sus gastos en promedio. Y el error principal de los emprendedores es que tienen sus finanzas mezcladas.
Los emprendedores muchas veces tienen un sueño, una visión, empuje. Pero a nivel finanzas no funcionan o porque no son hábiles o no les gustan. ¿Qué les dirías?
Hay una premisa y es que todos los emprendimientos que les fue bien, fueron emprendimientos que manejaron bien sus finanzas. Que hicieron un buen análisis financiero de su negocio. No mirar los números no es negociable. Hay decisiones de gestión que surgen de los números. Podés estar enamoradísima de un producto pero no te lo compra nadie. Y eso te lo muestran los números. Si no te gustan o sentís que no son para vos, tenés que preguntarte si estás dispuesto a aprender o no. Y si tu respuesta es no porque tal vez sos un perfil muchísimo más para el lado de la creatividad, buscá a la persona correcta y delegá. Pero sabé que nunca te vas a poder desligar el ciento por ciento de lo que pasa en tu negocio. Hoy muchas empresas están pagando a sesenta días y hay emprendedores a los que se les está haciendo muy cuesta arriba sin flujo de caja. Hay que prever y saber de finanzas.
Vos misma dijiste que cuando dabas clases de administración financiera en la universidad, te costaba organizarte para llegar a fin de mes.
Es cierto. Yo creo que los números no tuvieron un buen equipo de marketing porque en verdad son super sexys. Te ayudan a crecer y planificar tus objetivos. La planificación financiera es una herramienta para validar tus sueños. ¿Cómo no voy a mirar los números? A mí lo que me sucedió fue que usaba mi educación financiera para administrar presupuestos de otros. Incluso millones en multinacionales. Pero cuando miraba mi propia economía era un caos. No podía ahorrar. Me saltaban las tarjetas. Hasta que comprendí que había hábitos financieros saludables. Cuando empecé a entender cómo funcionan las finanzas personales, pude hacer un cambio real en el manejo del dinero. Falta mucha información. Somos una sociedad a la que la motivan continuamente a consumir y a comprar. No nos dicen, en cambio, lo importante que es cuidar el dinero. Cuidalo porque te va a permitir alcanzar tus sueños.
¿Cuándo fue el clic, en el que decidiste especializarte en finanzas?
Siempre fue un tema que me interesó. Mi papá falleció cuando yo era muy chica, y mi madre quedó viuda con 36 años. No trabajaba. No tenía tarjeta de crédito. Y vi lo importante que era para una mujer la independencia económica. Sin embargo, cuando empecé a trabajar y administrar mi propio dinero me di cuenta que me costaba tomar buenas decisiones. Mi quiebre, ese clic, fue cuando fui a comprar algo y me dijeron que me habían inhabilitado la tarjeta. Eso era porque tenía todas las tarjetas bloqueadas porque me había olvidado de pagar una de ellas. No me gustó y me empecé a preguntar: ¿cómo tuve tal nivel de descuido? Hacia mi dinero y mi persona. Se acabó, pensé. Me voy a organizar de ahora en más. Y empecé a notar resultados. A los seis meses. Al año. Y me dije «este es el camino» y ahí nació Mujer Financiera, que es cuando quise compartir todo lo que aprendí.
¿Por qué pensaste en hacerlo para mujeres?
Porque venia estudiando el tema hace bastante años. Venía en mi cabeza con la teoría de que a las mujeres les costaba más acceder a educación financiera. Empecé a investigar y di con unas estadísticas que me impactaron. Como que en América Latina solo el 48% de las mujeres accede a una cuenta bancaria o que solo el diez por ciento ahorra, y un poco menos accede a créditos. Cuando vi esos números pensé que lo que me pasaba a mí le pasaba a un montón de mujeres. Y obvio que como emprendedor cuando ves algo así, ya no podés ser indiferente y querés solucionar ese problema.
«Yo te hago la pregunta: ¿cuántas mujeres de tu familia fueron financieramente independientes? Cuando uno se pone a pensar, con suerte dos o tres…En términos históricos, las mujeres, en su mayoría, trabajan desde hace cien años y los hombres desde hace miles de años…Los hombres, por ejemplo, hablan de dinero entre ellos – «che, me compré tal auto, o invertí acá» -, las mujeres no lo hacen. En Mujer Financiera estamos para eso: para que hablen de dinero.»
Vos pusiste el foco en que, salvo las últimas generaciones, las mujeres normalmente no administraban dinero. ¿Sigue habiendo resabios de esa situación y de esa conducta?
Sí. Todo el tiempo lo veo. Creo que tiene que ver con la evolución de la historia. Yo te hago la pregunta: ¿cuántas mujeres de tu familia fueron financieramente independientes? Cuando uno se pone a pensar, con suerte dos o tres. Y también es distinto en el segmento. social. En términos históricos, las mujeres, en su mayoría, trabajan desde hace cien años y los hombres desde hace miles de años. Incluso hay papers que afirman que es algo que se transmitió genéticamente. Los hombres, por ejemplo, hablan de dinero entre ellos – «che, me compré tal auto, o invertí acá» -, las mujeres no lo hacen. En Mujer Financiera estamos para eso: para que hablen de dinero.
Y está genial. Hoy en el mundo hay mujeres que ocupan cargos importantísimos en entidades financieras, como Ana Botin que es la presidenta del Banco Santander de España. Por último ¿Nos contás que es el proyecto de Felicity?
Felicity nació un año y medio después de empezar a darle educación financiera a las mujeres porque nos dimos cuenta que la mujer no necesita solo acceso financiero sino también la inspiración en la experiencia de sentirse acompañada. Empezamos a pensar en una red social de finanzas para mujeres. Un lugar donde puedas aprender sobre finanzas, que puedas conectar con otras mujeres en la misma situación y que puedas acceder a servicios financieros. Con la pata por ejemplo de un montón de fintechs que podríamos en contacto con nuestra comunidad de mujeres. Buscamos reducir la brecha de genero en educación financiera y algo muy poderoso que sucede siempre que alguien se forma en finanzas, que es fomentar la cultura del ahorro. Por ahora Felicity está en versión beta.
Fotos: son gentileza de Mujer Financiera.