Hacé la tuya: ocho cafés con estilo en Buenos Aires para ir solo y pasarla bien

Terrazas tranquilas, enchufes de sobra, y hasta propuestas cafeteras (y literarias) o esotéricas/¿A dónde ir en la ciudad para salir o llevar la rutina a otro lado?/Desde Colegiales hasta Recoleta/En común: cafés de especialidad y pastelería que es un gol/¿Qué pedirte y sobre todo, cuándo ir para estar tranqui en cada lugar?/Además: muchos recién llegados a la muy activa escena cafetera porteña.

Verdín, en Colegiales, y con sus dos terracitas al sol, es de lo más nuevo (y digno de conocer) de la mega efervescente escena cafetera porteña

Hacé la tuya: ocho cafés con estilo en Buenos Aires para ir solo y pasarla bien. Por Fiamma Zampino. 

Alternativas para cambiar de espacio y que no quieras volver ni a la oficina ni a tu casa.  Desde lugares que te transportan a estar en la comodidad de tu hogar (con mascota incluida) pero con pastelería y cocina, que son un éxito, hasta cafeterías de especialidad con tirada de cartas y otras completamente veganas a las que les pega la luz del sol. ¿A dónde ir en la ciudad para salir o llevar la rutina a otro lado? Una escapadita del trabajo, una vuelta manzana para salir del home office o para usar los descansos del estudio para hacer algo productivo y descansar a la vez. Una salida con vos cuando tenés ganas de hacer algo y tus amigos no pueden. En esta selección de MALEVA, ocho cafés – con muchas aperturas recientes – a los que podés ir y pasarla bien sin depender de nadie

1) Rondó: salir de tu hogar sin sentir que te fuiste (enchufes, libros y creaciones gastronómicas para acompañar) / Uruguay 1048 – Recoleta

Antes de salir para el colegio la abuela de Juan Larrondo le molía a sus nietos granos de un café intenso, se los daba sin leche y con un pan tostado con manteca y azúcar. Ahí nació la pasión de Juan por esta bebida.

Viajando y viendo que el café de especialidad crecía en otras ciudades del mundo, Juan creó Rondó, poniéndole atención a hacer un café de calidad, acompañado con pastelería y platos innovadores. Los más pedidos del local son el Flat White y el alfajor de pistacho y chocolate blanco, una creación original de las pasteleras que es sold out todos los días (también tienen opciones para almorzar que no se quedan atrás).

En Rondó están felices ya que tienen bastante concurrencia, pero los lunes a la mañana suelen ser menos movidos. Un gran dato para los madrugadores es que es uno de los pocos cafés que abren los cinco días de la semana desde las 8 de la mañana. 

El local tiene mesas afuera a las que les pega el solcito y cinco adentro (donde hay calefacción central y aire acondicionado) contra un sillón. Si preferís leer, tienen libros que los clientes pueden elegir y llevarse a la mesa libremente. Si elegís hacer home office, tienen enchufes con varias bocas y muy buena conexión de Wi-Fi, por lo que es ideal para sentarte solo mientras sentís que estás en la casa de tu abuela, pero cambiaste el pan con manteca y azúcar por el avo toast.

2) Verdín: sol – ¡dos terrazas! – enchufes y un chipá sin manteca que la rompe / Zapiola 1514 -Colegiales

Desde 2018, aunque era parte de una de las empresas de Internet más importantes del mundo, Alejandro Oneto estaba cansado de trabajar en relación de dependencia. Hace un año que empezó a prepararse para hacer realidad su sueño: tener una cafetería de especialidad, que se concretó hace un mes.

El café que utilizan es de Nicaragua, floral, dulce y seleccionado por Ale en persona. Tienen una cookie de matcha, chocolate blanco, tahina y lima limón sin TACC que no encontrás en otro lado, para los que prefieren lo salado el chipá sin manteca es un éxito.

Con dos terrazas en planta alta Verdín es perfecto para llevarte la computadora y trabajar viendo las copas de los árboles mientras disfrutás la luz natural, ya que tienen enchufes ahí arriba. La recomendación es que vayas en bicicleta (tienen lugar para dejarla) cerca del mediodía y no elijas dulce o salado, sino que combines ambos junto a un café y hagas tu propio brunch.

3) Altar: un templo al tarot, las plantas y el café donde se vibra alto / Céspedes 3065 – Colegiales

Mery Puntaraffo abrió en abril de este año el primer local en Buenos Aires que fusiona café de especialidad y tarot (y comida rica, obvio). “La idea era involucrar parte de mi vida en este espacio que también es parte de ella”, dice la creadora de Altar, que hace 14 años tuvo su primera conexión con el mundo del tarot.

Mery quería que el lenguaje del tarot sea un lenguaje universal. Así, cada persona que pide un café se lleva un mensaje del universo (una carta impresa en el vaso si es take away o en servilleta si es para tomar ahí), que puede ignorar o no. Si te da curiosidad, ella misma está en el local para ayudarte a desarmarlo.

A su dueña también le gustan las plantas, por eso, su local está llena de ellas tanto adentro como afuera e incluso tiene algunas a la venta para que puedas llevarte a tu casa.

En Altar no solo se dedican al tarot y a las plantas, también tienen un café de especialidad, pensado tanto como si ya incursionaste en esta bebida o si es la primera vez que te animás a darle una oportunidad. Además, tres pasteleras se encargan de las delicias que salen de la cocina, como el scon de queso y verdeo o el fosforito de jamón y queso, las opciones veganas (como la cookie y la torta de peras), la torta de naranjas y almendras sin TACC (que es un sí rotundo) y la del día, que va variando.

Los días más tranquilos (y con más sol) para disfrutar de esta experiencia, que va más allá del café y la comida, sus mesas en la calle, los bancos largos sobre la vereda de adoquín o la barra de adentro con enchufes, suelen ser martes, miércoles y jueves a la mañana, media mañana y mediodía.

4) Padre: tradición cafetera en clave trendy / Además de cafés originales también sirven tragos / Para ir con amigos (que pueden ser perrunos) / Jorge Luis Borges 2008 – Palermo Viejo 

El nombre que Juan Martín Otero eligió para su cafetería está inspirado en la relación que su familia tiene con el café hace más de 60 años: él es la tercera generación en dedicarse a este mundo.  

“Donde extraños se convierten en amigos”, es el lema de Padre. “Un día entra una clienta y es solo eso, al día siguiente sabés su nombre, lo que pide y cómo le gusta, al otro es tu amiga”, esa es la vibra que transmite el local.

Tienen café con malvaviscos, matcha y hasta con tragos. El más pedido del momento es el magic flat: de base un doble ristretto (medida de un expreso más concentrado) y leche emulsionada. La opción salada que va para la mañana o la tarde es el avocado toast con pan de masa madre (lo podés pedir en su forma tradicional o vegan con hummus y tomate) y para los amantes de lo dulce tienen unas tostadas francesas con banana, frutilla y miel que tienen toda la pinta. Además, cuentan con cositas veganas que la rompen.

A Padre podés ir con amigos, solo, con tu computadora (tienen enchufes y conexión a internet) o con tu amigo perruno, ya que permiten mascotas afuera y adentro del local.

La realidad es que suele estar bastante lleno. Por eso, si lo que buscas es un rico café, escuchar buena música y relajar un rato en cualquiera de sus barras o mesas amplias, lo ideal es ir un jueves o viernes después del mediodía y antes de la vorágine que los chicos viven todos los días.

5) Sastre: un lugar con historia que está construyendo la suya propia (con verde y solcito) / Av. Díaz Vélez 4674 – Caballito

Su nombre y ambientación le hacen honor a lo que fue: una sastrería fundada en 1975 por Pedro Kulekdjan, que funcionó hasta que comenzó la pandemia en marzo de 2020. Valeria Sánchez (barista y roaster) y su compañero Santiago Moreno (comerciante de vinos durante los últimos 15 años) abrieron hace 6 meses Sastre, uno de los primeros cafés de especialidad en Caballito.

Además de flat white, latte y cold brew, tienen espresso, americano, cortado y café de filtro. Su carta va desde un alfajor de harina de nuez y dulce de leche, una sfogliatella rellena con crema pastelera (o de jamón y queso para el team salado) hasta un budín vegano de chocolate amargo y glaseado de maracuyá que no podés dejar de probar, consumas o no productos de origen animal.

Tienen algunas mesitas adentro (donde se pueden apreciar algunos de los elementos de trabajo que usaba Pedro) y en la vereda (iluminada por el sol). Sastre queda a 50 metros del Parque Centenario, lo que lo convierte en un buen plan de picnic o para terminar e irse a dar una vuelta por ahí después. Es ideal para cuando buscás desconectarte.

6) Mola: 100 % vegano y con un jardín secreto / El Salvador 5747 – Palermo Viejo

Bárbara Asselborn y Mario Santín crearon una cafetería de especialidad 100% vegana en Buenos Aires. Mola abrió en enero de 2020 con mucho éxito.

La bebida estrella es el flat white (doble shot de café, leche de almendras casera y poca espuma). En Mola se puede desayunar, brunchear, almorzar, merendar, cenar y tomar alcohol. Son creadores de unas deliciosas medialunas con queso, chipás veganos y un bagel que imita el salmón hecho con tomates marinados en algas, vino tinto, palta, lechuga y cheesecream ciboulette, entre otras cosas (tienen opciones gluten free!).

Los horarios menos concurridos suelen ser entre martes y jueves durante todo el día. Hay suficiente lugar para sentarse tranquilo. Sus ventanales de vidrio hacen que sea luminoso y cuenta con un jardín interno en el medio del local donde también hay mesas. Además de estar rodeado de plantas, Mola tiene enchufes, lo que lo convierte en el spot perfecto para llevarse la computadora o la tablet, levantar la mirada y tener una vista distinta.

7) Rvr: mucha onda, platos elaborados y un café que no se queda atrás / Malabia 1148 – Villa Crespo

Desde 2019, a una cuadra de Av. Córdoba y en la parte de adelante del local de ropa Revolver, funciona la cafetería RVR. Su carta ofrece desde un alfajor vegano de cacao, maní y dulce de leche de coco, hecho por la pastelera Chula Gálvez, que no querés que se termine nunca; una tostada que tiene una palta entera (todo lo que sí) untada; hasta unos sándwiches de pan de molde, que son una excelente opción de almuerzo. También tienen especiales de la semana que entran y salen en función de la estación.

Para el café, tienen un grano fijo para espresso y otro que van cambiando para filtrados. “Nos interesa particularmente el mundo del filtrado y nos parece interesante poder explorar diferentes sabores y propuestas. También como una manera de acercarlo a nuestros consumidores, ya que en general la entrada al café filtrado suele ser un poco más larga y lenta”, dice Victoria Tolomei, una de las dueñas junto a su hermana.

Se pide en la ventana y al costado tienen un patio justo en la entrada de Revolver. Allí hay una barra que da a la cocina y donde se puede ver cómo preparan todo. Es ideal para sentarse solo a leer o llevarse algún aparato electrónico (tienen enchufes). En la vereda, al lado de la barra y enfrente de ella, también tienen espacio para sentarse.

Del local de ropa sale música, que lejos de molestar, acompaña en el estudio, la lectura, el trabajo, el sorbo de café, el mordisco a la comida o lo que decidas hacer.

RVR abre de martes a domingos de 9 a 19. Los horarios más tranquilos (e ideales para disfrutar un rico almuerzo) suelen ser de 14 a 16 (nos contaron que pronto sale a la luz su carta de primavera-verano!).

8) Casa Nueza: café y pastelería vegana con conciencia social, un «lugar del bien» y con estilo / Lavalleja 1373 – Palermo 

Las hermanas Agustina y Catalina Azcuy unieron su pasión por la cocina y abrieron un emprendimiento vegano hermoso. “Queríamos comer algo rico y que a su vez sea saludable y orgánico y no encontrábamos algo así en Buenos Aires” (así que lo hicieron ellas), cuenta Cata.

Casa Nueza es parte de los locales foodies de la calle Lavalleja en el límite Palermo-Villa Crespo – Almagro. Con mesitas en la calle, este café invita a sentarse a leer a la luz del sol de miércoles a viernes desde las diez de la mañana (los findes también abren, por suerte, siempre están a full).

La tostada de masa madre tiene una cantidad abundante y necesaria de palta y untable de cajú (que podés comprar y llevarte a tu casa ya que cuentan con un almacén dentro del local), cilantro y rodajas de fruta de estación con flores comestibles. No le digas que no antes de probarla. Es un camino de ida. La cookie de chocolate 80% cacao y sal en escamas es una locura perfecta de mezcla de sabores. Tienen café de especialidad de Puerto Blest, que podés elegir tomar con leche de almendras, de cajú o de avena, kombucha y tortas (la de maíz, la invertida de almendras y la de queso de cajú son sin TACC). También tienen opciones de almuerzo: tarta, ensalada y plato del día que, en este momento, es un guiso para enfrentar las temperaturas invernales.

La idea de Casa Nueza es usar ingredientes de origen vegetal y que además sean de calidad y acordes a la estación para lograr platos saludables y reducir el desperdicio de alimentos. Un lugar del bien.

Fotos: son todas gentileza de los locales mencionados.