GRANDES COLECCIONES DE ARTE AFUERA DE LOS MUSEOS, PRIMERA ENTREGA: LA DEL PALACIO DUHAU-PARK HYATT

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«La Ronda» de Guillermo Roux y su iluminación natural

 

GRANDES COLECCIONES DE ARTE AFUERA DE LOS MUSEOS, PRIMERA ENTREGA: LA DEL PALACIO DUHAU PARK-HYATT. POR VALENTINA RUDERMAN. FOTOS: LAURA FERRO

¿Sabían que para ir de la calle Posadas a la Avenida Alvear se puede cruzar por el Paseo de las Artes Duhau aunque sean las 3 de la mañana? Su galería abierta las 24 horas, entre otras joyas que están distribuidas alrededor del palacio francés, es una de esas cosas que confirman que esta ciudad no para de sorprender aun al que vivió acá toda su vida. Entre frisos originales de los años 30, un Botero adquirido hace menos de un mes y una rareza de Batlle Planas, la Colección Privada del Palacio Duhau – Park Hyatt Buenos Aires merecía ser recorrida en detalle y de eso se encargó Maleva.
Este año, un tercio del personal del hotel fue capacitado para convertirse en Art Ambassador y así poder transmitir a quien sea que los visite, huésped o caminante casual, el valor de cada una de las obras que pueblan tanto el edificio antiguo como el moderno. Nuestro recorrido empieza en el lobby de la entrada de Posadas, donde nos recibe un Juan Batlle Planas, el políptico  “Imágenes del barrio” que representa la esencia de San Telmo y perteneció a una escenografía de teatro. Cuentan que hasta su hija se sorprendió cuando conoció la obra de más de 3 metros de largo por las figuras poco vistas en el resto de la obra del artista.

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“Imágenes del barrio” de Juan Batlle Planas en el lobby moderno

«Entre frisos originales de los años 30, un Botero adquirido hace menos de un mes y una rareza de Batlle Planas, la Colección Privada del Palacio Duhau – Park Hyatt Buenos Aires merecía ser recorrida en detalle y de eso se encargó Maleva.»

Justo abajo del mural se encuentra una escultura de Alberto Bastón Díaz, la reinterpretación de una élice que automáticamente nos lleva a la temática de la inmigración que tanto nos representa a los argentinos. Luego pasamos a Gioia Restaurante & Terrazas, donde una pared se viste con el conocido acrílico de Rómulo Macció “Afuera llueve”. Suave pero enigmático, hace que una tarde de aperitivos italianos sea interrumpida para descifrar las facciones del rostro de la silueta protagonista del cuadro.
La colección también se sitúa en las habitaciones, con obras de artistas como Horacio Rosell, Pablo Zel, Juan Lecuona y Miriam Rigout, y en la parte más empresarial del edificio como es el hall del Business Center. Allí se encuentran nada más y nada menos que dos obras de Luis Fernando Benedit, uno de los miembros del Grupo de los Trece que pudo combinar en sus acuarelas su afición por la geometría, al ser arquitecto, con la temática del campo en la serie del caballo tordillo. Una tercera pieza del artista, “La Conversaciòn”, se posa justo afuera del Duhau Restaurante & Vinoteca en el palacio antiguo.

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Alberto Bastón Díaz y su escultura que remite a los barcos que trajeron a nuestros antepasados.

«Frente a la escultura está la gran estrella de la colección: “La Ronda” de Guillermo Roux. Tan grande como el Batlle Planas del otro lobby, también representa una escena de teatro en la que se esconden las figuras del pintor y su mujer.»

El cuarto paso del recorrido es el mencionado Paseo de las Artes Duhau que con sus pisos y paredes de piedra París cubiertos de obras representa al extremo el pilar de Art and Design de la cadena Park Hyatt. “El pasillo que conecta los dos edificios podría estar ocupado por boutiques de o negocios pero los dueños eligieron hacerlo una galería por la que rotan diferentes artistas cada dos o tres meses, además de siempre lucir obras de su colección”, nos explica Pilar Pose, la Gerente de Márketing y Comunicación. Entre las temporarias, se destacan los conejitos de Marcelo Ortiz, discípulo de Bastón Díaz, que están distribuidos a lo largo del corredor y la escultura privada de Raúl Farco, una cabeza enorme que parece de madera, con sus ramas frágiles, pero es maciza y duradera como el bronce del que está hecha.
Finalmente, atravesamos el Duhau Restaurante & Vinoteca con cuadros decorativos de naturaleza muerta de Carlos Anesi, para llegar al edificio antiguo que por su estructura de 1934, inspirada en el Chateux Le Marais francés del siglo XVII, es de por sí una obra digna de apreciar. En el lobby de Avenida Alvear nos recibe un torso del escultor español José María Guerrero Medina que, dato de color, tiene un cameo en una película de Hollywood próxima a estrenarse.

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Los conejitos de Marcelo Ortiz.

«El “chico nuevo” de la sala es un gato del colombiano Fernando Botero que casualmente reposa atrás de uno de los sillones donde los visitantes también pueden tomar el té si lo prefieren a sus salones del Piano Nobile.»

Frente a la escultura está la gran estrella de la colección: “La Ronda” de Guillermo Roux. Tan grande como el Batlle Planas del otro lobby, también representa una escena de teatro en la que se esconden las figuras del pintor y su mujer. La obra, que pasó por el Museo Nacional de Bellas Artes, fue restaurada el año pasado y está iluminada por luz natural, lo que hace que cambie de carácter dependiendo del día y horario en que se la visite.
Pasando por el Salón Cristal, donde más se siente la esencia clásica del hotel con sus arcos decorados con temática campestre (Luis Duhau fue ministro de Agricultura y Ganadería) y sus candelabros, llegamos a la biblioteca donde descansan 8 barcas de Hernán Dompé que se aprecian mejor de cerca: están hechas de elementos cotidianos resignificados, entre ellos, cuchillos, clavos y llaves. El “chico nuevo” de la sala es un gato del colombiano Fernando Botero que casualmente reposa atrás de uno de los sillones donde los visitantes también pueden tomar el té si lo prefieren a sus salones del Piano Nobile. Justamente en estos últimos es donde se encuentran las piezas originales del palacio, frisos colocados arriba de las puertas antiguas.

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La exposición de turno del Paseo de las Artes Duhau, «Cordilleras» de Carlos Gómez Centurión

 
El Oak Bar no se queda atrás, ya que en lo que fue la oficina de Duhau se conservan las paredes normandas de 1600 y hasta su caja fuerte, ahora parte del bar. Antes de salir, nos encontramos con la escultura cubista de Manolo Valdés, inspirada en Las Meninas de Diego Velázquez. Toda la pieza fue tallada en mármol lo que la hace, literalmente, el peso más pesado de la colección. Ya en la calle, se respira el aire artístico de las galerías del barrio que nada tiene que envidiarle al que corre por los salones del palacio emblemático.
 
BONUS TRACK: HASTA EL 14 DE OCTUBRE SE EXHIBIRÁ EN EL PASEO DE LAS ARTES «CORDILLERAS» DEL SANJUANINO CARLOS GÓMEZ CENTURIÓN
 

 
 

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Manolo Valdés y su interpretación abstracta y en mármol de Las Meninas.

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El torso de José María Guerrero Medina.

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En los salones de té, hay pinturas originales del palacio de 1934.

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Botero en primer plano y las barcas de Hernán Dompé en la biblioteca.

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El Salón Cristal y los detalles gloriosos del palacio.

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Piezas decorativas de Carlos Anesi en Duhau Restaurante & Vinoteca.

Rómulo Macció - Afuera llueve
Afuera Llueve, de Romulo Macció