Galería Maleva de artistas que la rompen / Entrevista a Lucila Dominguez: «¿hoy quién no se conmueve con la naturaleza?»

Las plantas y las flores son las musas de @lucilismo/¿Por qué cree que el contacto con el verde se volvió algo extraordinario?¿Cómo es su proceso creativo? ¿Cuál es su obra preferida?/Además: un alma antigua, el activismo ambiental y un hito en Moscú/Trece preguntas al hueso con una de las artistas argentinas jóvenes imprescindibles

Lucila también se siente muy atraída por el activismo ambiental (foto gentileza Lucila Dominguez – PH Dolores Palmeiro)

Galería Maleva de artistas que la rompen / Entrevista a Lucila Dominguez: «¿hoy quién no se conmueve con la naturaleza?». Por Sol Di Vito. Fotos: son todas gentileza de Lucila Dominguez (PH Dolores Palmeiro).

«Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma irá a la montaña», recita el antiguo proverbio. Pero en el caso de Lucila Dominguez, pintora, muralista e ilustradora, podríamos invertir un poco el significado: si Lucila no va al bosque, el bosque vendrá a Lucila, o más bien, lo traerá ella. Especializada en el arte botánico y con una gran inspiración en la naturaleza, los viajes y lo salvaje, es capaz de traer el mismísimo Amazonas dentro de tu living con sus pinceladas.

«Creo que la vida capitalista nos fue alejando mucho de la naturaleza. La experiencia de estar en contacto con un árbol o una planta se volvió algo extraordinario y muy valioso, por ende, evocarlo se volvió una necesidad para no enajenarnos. ¿Quién no se siente conmovido o vitalizado al entrar en contacto con el verde?»

Con más de cuarenta mil seguidores en Instagram, @lucilismo no solo participó en el libro “Botanical Inspiration Nature in art and illustration” de Victionary Editions, pero además trabajó con Monoblock, pintó un mural en Barcelona y hasta tiene un curso con Domestika sobre pintura botánica con acrílico.

Las plantas y flores son sus musas, y cree que la nueva fascinación de los últimos tiempos por este tipo de arte se debe, justamente, al crecimiento del capitalismo y su inherente alienación . “La experiencia de estar en contacto con un árbol o una planta se volvió algo extraordinario y muy valioso, por ende, evocarlo se volvió una necesidad para no enajenarnos”, explica.

1) ¿Cuál fue el momento en el que dijiste “la pegué, soy artista”?

Siempre quise ser artista. Nunca me imaginé siendo otra cosa. No creo «haberla pegado», sino más bien recibir un feedback muy sensible y amoroso de parte de las personas que aprecian mi obra. Hay algo de lo que yo hago que les conmueve y para mí esa es la finalidad del arte. Me siento muy agradecida.

2) ¿Cómo es tu proceso creativo?

Ha ido cambiando con el tiempo, de acuerdo a lo que me moviliza en el momento. Recuerdo cuando decidí pintar plantas, fue revelador. Desde entonces mantengo cierta lógica del proceso que inicia con una investigación, una búsqueda previa del qué pintar. Una vez que eso está definido empiezo a jugar con las formas, la composición, los colores. Escribo mucho antes de empezar una pintura, hago asociaciones libres, busco un sentido que me motive. Necesito sentir ese impulso en el cuerpo. Luego trabajo arduamente hasta llegar a un resultado con el que me sienta satisfecha. A veces me cuesta saber parar. Tengo la vara muy alta.

3) ¿Cómo crees que las redes influyen en tu trabajo?

Siempre agradezco vivir en una época donde es tan fácil visibilizar lo que uno hace y llegar a tantas personas de latitudes tan diversas. Me parece un privilegio. Fui haciendo uso de las redes muy intuitivamente mostrando lo que soy y lo que pienso, y creo que esa sinceridad llega directamente a las personas, sin intermediarios. Eso me parece muy valioso.

Litoral Magic

4) Una rápida: ¿lienzo o mural? ¿Por qué?

Hoy, lienzo. Estoy en un momento de mi vida en que valoro mucho la intimidad de mi taller como nido para gestar obras con más detalle y profundidad que el mural, que tiene un carácter más urgente. De todas formas, siempre le tendré mucho cariño al mural porque me permitió expandir mi obra a un nivel impensado.

5) Se podría decir que estamos en pleno boom del arte botánico, no solo en cuadros pero en la producción de agendas, calendarios, cuadernos y hasta talleres por grandes marcas, que además, funcionan muy bien. ¿A qué creés que se debe esto?

Creo que la vida capitalista nos fue alejando mucho de la naturaleza. La experiencia de estar en contacto con un árbol o una planta se volvió algo extraordinario y muy valioso, por ende, evocarlo se volvió una necesidad para no enajenarnos. ¿Quién no se siente conmovido o vitalizado al entrar en contacto con el verde?

6) En el mundo 3.0 del arte digital y las aplicaciones que democratizan la pintura, ¿en qué posición creés que queda la pintura con acrílico? ¿Tiene menos «mérito» o técnica quien pinta sin pincel?

No tengo mucho conocimiento sobre el tema porque soy un alma antigua. Valoro mucho lo que está hecho por la mano humana, con técnicas tradicionales, heredadas, me interesa la materia y aquello que implica trabajo, proceso. A mí me conmueve eso, no tanto lo efímero o lo digital. No reniego de la tecnología pero cuando veo pintura me gusta ver materia. Me gusta sentir el paso del tiempo y poder reconocer la mano del creador sobre las cosas. Muchas veces me quedo mirando una obra y pienso «¿cómo lo habrá hecho?»

7) ¿En qué creés que innovan los artistas jóvenes en tu rubro? ¿Qué están revolucionando? ¿Que reglas rompen? ¿Cuáles escriben?

La verdad es que no estoy muy al tanto de lo que están haciendo los artistas rupturistas de la pintura actual. Creo que soy parte de una generación que intenta rescatar la búsqueda personal, el estilo y valores propios, y mantiene cierta congruencia con los métodos tradicionales del pintar. Quizás la revolución esté en el mensaje y no tanto en la técnica.

8) ¿Un rincón que te inspire de Buenos Aires? ¿Por qué?

El Jardín Botánico Carlos Thays. Tiene algo de bosque tropical mezclado con invernadero victoriano que me fascina.

Lotus

9) ¿Un consejo para un artista amateur?

No te dejes engañar por lo instantáneo. Las perlas nacen de bucear en lo profundo.

10) ¿Otr@ artista que ames?

Frida Kahlo. El arte como sanación.

11) ¿Tu obra favorita? ¿Por qué? Contanos cómo fue crear esa obra en particular.

«El jardín sagrado» es una obra del 2018 que le dio inicio a la serie «Plantas Mágicas» una muestra que hice en Galería Mar Dulce. Tenía en claro que quería pintar una serie de obras que evocaran ese misterio inexplicable de las plantas, seres fuertes y frágiles al mismo tiempo, de una belleza y sabiduría extraordinarias. Y para mí, el loto sintetiza todo eso. Una flor que nace del fango y emerge con la belleza y la pureza de un ave, me parece un símbolo de magia muy poderoso. Disfruté mucho de pintarla y fue un gran disparador, una puerta de entrada a las otras 13 obras de la muestra.

12) ¿Tu mayor logro como artista?

No sé si llamarlo logro, más bien fue un hito: viajar a Moscú para pintar un mural. Me sentí muy emocionada por haber viajado tan lejos para dejar una huella en un país tan remoto. Hoy, enseñar a pintar me parece otro hito, era algo muy temido y muy deseado.

13) Arte y activismo: ¿hay alguna idea o movimiento actual que te moviliza a crear?

Me siento muy atraída por el activismo ambiental. Comparto sus valores, si bien mi obra es algo más romántica y no tan cruda, siento que hablamos de lo mismo. Como humanidad nos hemos convertido en una especie ciega, escindida de la naturaleza, olvidando que ella es nuestra fuente de vida, el origen de todo. Recordarlo y evitar que los intereses económicos sigan arrasando con el planeta me parece vital.

Galería: 

Cenotes

 

El Jardín Sagrado

 

Emotions

 

Noa

 

Romance y Antídoto