Cómo ingresé a la escuela de sommeliers sin lugares y con 18 años
Por Agustina de Alba
Bueno, y sí, mi viejo tenía razón, era tiempo de estudiar pero por supuesto que iba a anotarme en lo que yo más quería hacer: Ser Sommelier. Recuerdo como si fuera hoy, que era viernes, tipo 5 de la tarde. En ese momento no teníamos Internet en casa o al menos no era tan común.
Vivía con mi vieja en Parque Chas y los cyber cafés no abundaban pero ahí fui, en busca de uno, necesitaba el teléfono de la Escuela Argentina de Sommeliers. Me acuerdo que caminé y caminé, obvio que me había perdido, por más que vivía ahí desde hacía un tiempo, daba vueltas y terminaba en el mismo lugar.
Encontré el cyber, había dos máquinas lentas. Y también era locutorio. So, llamé directamente.Me atendió Paz (cómo olvidarla). Muy simpática me dijo:
– mirá, el próximo lunes comienza el último curso de ingreso, lamentablemente queda un lugar que ya está reservado.
No no no, discúlpame tiene que haber alguna forma de meter a una persona más. Yo necesito empezar este año, sí o sí, no puedo esperar hasta el 2007. Voy a perder un año. Paz, muy empática con lo que me estaba pasando, me decía, ay, yo te entiendo pero no se puede, el curso ya está lleno. Y ahí, le dije:
– ¿Tenés 3 minutitos que te explico? Mirá, acabo de llegar de San Rafael, descubrí mi amor por el vino, tengo 18 años recién cumplidos, mi papa si no estudio me mata así que definitivamente tiene que ser este año.
– ¿18 añitos nada más? Ay bueno, está bien, si me decís así, mirá, hagamos una cosa, vos venite el lunes como para empezar el curso, yo no te prometo nada pero quizás tenes la suerte de que la persona que lo reservó cancele, en caso de ser así el lugar es tuyo.
– En serio? De verdad, me decís?
– Sí Agustina, pero no te prometo nada.
Llamé a mi papa y le dije creo que casi casi empiezo la carrera de Sommelier este lunes.
¡¿Que?!: dijo papá.
– Te apoyo pero tener que hacer una licenciatura a la vez
Como estábamos con el tema de los licenciados pero bueno, entendí.
Llegó el lunes, me acuerdo que le pedí a dos amigas que me acompañen, corríamos las tres, llegamos, había mucha gente. Todos ingresaban y yo contaba las sillas. ¡Entendía que si sobraba una era la mía!
La conocí a Paz, divina, y le dije hola Paz, soy yo, la chica que te llamo por teléfono.
– Agustina, esperá un costado, ahora vemos.
¡Cómo me latía el corazón, dios mío! Y estábamos paraditas con mis amigas ahí. Entran todos, queda un lugar. Llaman a la persona, lo chequean y no, no venía, decidió presentarse al año siguiente. ¡Siiiiiii! No lo podía creer. Entonces ¿Puedo entrar? ¿Me inscribo?
– Si Agustina, el lugar es tuyo.
¡Qué felicidad!
Tip de la semana: Bar Florería Atlántico
Los amantes de los buena coctelería no se pueden perder Florería Atlántico – Arroyo 872 – creado por el mismísimo Tato Giovannoni y Julian Díaz (una dupla que jamás puede fallar). Es algo más que un bar: venden flores, vinos y vinilos y cuenta con un subsuelo al que se ingresa por una puerta que simula ser una cámara de frío que te lleva al subsuelo donde se puede comer y tomar algo. La carta de cocktails está dividida por países y no les cuento más para que vayan y lo vean ustedes mismos. Desde que abrió este mes ya fui 4 veces.