«Que los jóvenes también limiten sus salidas es muy importante»: Omar Sued, infectólogo / Entrevista

En MALEVA sólo opinan sobre el Coronavirus #LosQueSaben en serio (y mucho) /Entrevistamos a uno de los infectólogos más reconocidos del país y director de investigaciones de Fundación Huésped/¿Por qué los jóvenes tienen que aislarse (aunque el virus no sea tan agresivo con ellos)/El problema: que nuestro sistema inmúnológico aún no conoce a este Coronavirus/Además: si no se achata la curva, las terapias intensivas no van a dar abasto

Sued asegura que pese a estar tan mal pagos, los infectólogos tienen una enorme vocación de ayudar, al elegir la especialidad / Foto: gentileza Fundación Huésped 

 

«Estamos frente a una pandemia aún sin tratamiento, que los jóvenes también limiten sus salidas»: Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología. Entrevista MALEVA sólo a los que saben (en serio). Primera Entrega. Por Agustín Gulman.

“Para hacer la especialización en infectología, tenés que haber tenido interés por frenar epidemias que afectan a poblaciones vulnerables y dedicarte a tratar de resolverlas”. Omar Sued se recibió de médico en 1995 en la Universidad Nacional de Córdoba. 

Especialista en medicina interna y enfermedades infecciosas, es presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), que en las últimas semanas ocupa un rol fundamental para asesorar al Gobierno argentino en medidas que ayuden a combatir la expansión del coronavirus en el país.

Además, es director de investigaciones de la prestigiosa Fundación Huésped y desde hace más de dos décadas se dedica a la atención de personas con VIH. En diálogo con MALEVA remarca que el virus que mantiene en vilo a todo el planeta tiene una tasa de mortalidad significativamente alta, considera que el aislamiento es fundamental para evitar que se agudice la situación y apunta que la situación podría empeorar en los próximos días.

La enorme importancia de lavarse las manos

«Decimos que es un nuevo coronavirus, no porque haya aparecido nuevamente, sino porque por primera vez afecta a los humanos. Antes afectaba solamente a animales y murciélagos, a los que no les hace nada porque a través de la evolución lograron adaptarse…»

¿Qué es el coronavirus?

Es un virus, hasta ahora había cuatro grupos de este tipo que afectaban a los humanos, que son los virus del resfrío. Cuando empezaron a aparecer casos en este mercado de China (en Wuhan, provincia de Hubei) identificaron que la causa de los casos raros era un coronavirus. Decimos que es un nuevo coronavirus, no porque sea nuevo, sino porque por primera vez afecta a los humanos. Antes afectaba sólamente a animales y murciélagos, a los que no les hace nada porque a través de la evolución lograron adaptarse, como nos pasa a los humanos con otros virus, que no nos molestan. Como no tenemos esa defensa para este virus que nunca había estado expuesto a humanos, se diseminó rápidamente y además tiene una tasa de mortalidad alta.

¿Por qué se le dice ‘coronavirus’?

Porque tiene forma de corona, nada más que por eso.

¿Cuál es la situación en Argentina, donde hasta el momento no hay casos autóctonos?

Hoy estamos ante una pandemia que no tiene tratamiento. Hay algunos medicamentos que estamos usando. En la Sociedad Argentina de Infectología hemos comenzado a consensuar el tratamiento con una medicación para HIV y otra para la artritis, que parecería tener algún efecto. No hay tratamiento efectivo concreto que podamos decir que funciona bien. La tasa de mortalidad es alta, pero sobre todo en personas ancianas, adultos mayores. En los jóvenes no produce nada, pero sí lo transmiten y muchos ni siquiera presentan síntomas. Hay personas que no reconocen que tienen fiebre, que por ahí se sienten bien y no se toman la temperatura, y puede haber transmisión a partir de ellos. Por eso es tan importante el aislamiento de todas las personas: las que están infectadas, las que podrían estarlo porque vienen de países que tienen circulación del virus, y ahora, como ya no sabemos en qué momento va a afectar a la población general, también estamos pidiendo que empiece a haber distanciamiento social, aislamiento social, la gente grande que no salga de sus casas, que se guarde, que evite el contacto con personas que eventualmente viajaron desde el exterior, o gente joven que circula por muchos espacios. A la gente joven le pedimos que trate de limitar sus salidas y su socialización a lo imprescindible.

El Coronavirus actual ya era conocido por los científicos: pero lo portaban casi exclusivamente los murciélagos (a cuyos organismos no les hace daño)

«No hay tratamiento efectivo concreto que podamos decir que funciona bien. La tasa de mortalidad es alta, pero sobre todo en personas ancianas, adultos mayores. En los jóvenes no produce nada, pero sí lo transmiten y muchos ni siquiera presentan síntomas. Hay personas que no reconocen que tienen fiebre, que por ahí se sienten bien y no se toman la temperatura, y puede haber transmisión a partir de ellos. Por eso es tan importante el aislamiento de todas las personas…»

¿Cómo se explica que haya aumentado tanto la tasa de contagio desde diciembre en China, que se haya expandido a Europa, con países que atraviesan una situación crítica, como España e Italia donde se multiplican de a miles los infectados y de a decenas los muertos, y que haya llegado a América?

Sued explica que el nuevo coronavirus – cuyo nombre técnico es COVID-19 – combina una gran infección con una tasa de mortalidad especialmente alta en grupos de alto riesgo (mayores de 60 años, diabéticos, pacientes con problemas cardíacos, hipertensos, personas inmunosuprimidas y pacientes oncológicos).

El infectólogo detalla que además el virus tiene una rápida “tasa de ataque”: “Si en una familia hay un infectado, esa persona va a transmitir al menos al 30 por ciento de sus familiares”. Por eso, considera que la epidemia se transformó en algo exponencial. Aporta un ejemplo: “Dos personas infectan a cuatro, que infectan a ocho, y esas ocho a dieciséis… En menos de un mes se llega a cifras logarítmicas, de tres a 300 mil casos”.

Según los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el período de incubación se da entre los cinco y los seis días, aunque el período de incubación puede llegar hasta la dos semanas.

No existe aún ni una vacuna ni un tratamiento. ¿Los pacientes que estuvieron infectados y que se curaron tomaron algún medicamento?

Ninguno. La gente que tiene gripe toma analgésicos, té con limón, paracetamol y se cura. El problema es que como este virus nunca circuló entre los humanos, el tiempo que lleva esa curación es más largo, porque es el tiempo que demora el organismo en montar la respuesta inmune a la cual nunca estuvo expuesto antes. Por eso es más lento.

Formás parte de la mesa chica de expertos que asesora al Gobierno en las medidas para prevenir la expansión del virus. ¿Cómo observás las decisiones que se tomaron hasta ahora?

Las decisiones que tomamos son las que podemos con lo que tenemos. Nosotros estuvimos en todas las reuniones, nos citaron siempre, el país es muy complejo, tiene muchas dificultades, pero se han tomado decisiones fuertes. Quizás en parte esas decisiones han hecho que tengamos una situación mejor a la que tienen Chile y Brasil por ahora. No se puede tirar manteca al techo, porque la situación puede explotar en cualquier momento. Estamos bastante contenidos, todos los casos por ahora son importados, o contactos de casos importados. No hemos visto saturación de terapias intensivas. Creemos que el pico se va a ver más claramente entre los próximos diez días y a las dos semanas.

 

Sin el aislamiento de todos (sobre todo los jóvenes), el riesgo para los adultos mayores es muy alto

“Si en una familia hay un infectado, esa persona va a transmitir al menos al 30 por ciento de sus familiares…dos personas infectan a cuatro, que infectan a ocho, y esas ocho a dieciséis… En menos de un mes se llega a cifras logarítmicas, de tres a 300 mil casos…el cuatro por ciento de los infectados va a requerir de terapia intensiva y si no aplanamos la curva, el sistema de salud no da abasto…»

Está claro que la recomendación es lavarse las manos y resguardarse por estas semanas. ¿Qué pensás que puede pasar después del 31 de marzo?

Nosotros lo que queremos con todas estas intervenciones sociales, que son medidas de restricción y distanciamiento social, los mayores de 60 se queden en sus casas, las personas traten de salir lo menos posible, que eviten actividades sociales no esenciales. Con eso se trata de evitar la circulación de la gente y disminuir la transmisión comunitaria en caso de que ya esté circulando el virus. Lo que se busca es aplanar la curva: si nosotros dejamos al virus diseminarse en forma natural, la tendencia es a un aumento exponencial.

Si logramos bajar artificialmente la capacidad infectiva, evitando que la gente se junte, el aumento de los casos va a ser más lento. El incremento de los casos no es tan importante en otras epidemias o en otros virus, porque se inmunizan todos y listo. Pero en este caso como el cuatro por ciento va a requerir terapia intensiva no hay camas para atender a toda esa gente. Eso es lo que desborda los hospitales en la mayoría de los países del mundo.

Los infectólogos tienen un rol profundamente protagónico. Se puede ver cómo trabajan en el tema coronavirus, pero también el tema dengue, sarampión. ¿Cómo es el trabajo cotidiano?

Estamos a full, muy mal pagados, hay una situación precaria terrible, pero somos gente que ha hecho una especialidad que nos interesa mucho a todos. Para hacer Infectología tenés que haber tenido interés por frenar epidemias que afectan a poblaciones vulnerables y dedicarte a tratar de resolverlas. Eso nos hace cometer errores, como trabajar gratis millones de horas, pero nos gusta y lo disfrutamos. La Sociedad de Infectología nos ha ayudado mucho, nos ha organizado bastante, somos un equipo fuerte que trata de ayudar.

¿Qué prevenciones tomás vos en lo personal, con el conocimiento como infectólogo?

Trato de reducir en mi casa todas las reuniones. Mi familia trata de no salir si no es necesario. Mis hijos están dentro de casa, no salen. En casa hay lavado de manos permanentemente. La desinfección que recomendamos para los hogares es con agua y
lavandina en pisos, picaportes, barandas y mesadas. Por ahora no tenemos control de temperatura porque ninguno de nosotros tiene síntomas, pero ayer hablábamos sobre la posibilidad de implementarlo si alguno empezara a tenerlos. Si eso ocurre, deberá aislarse de los otros tres.

Fotos: gentileza Unplash
Foto de Omar Sued: gentileza Fundación Huésped