Es tendencia: los piano bares son los nuevos lugares de encuentro/ Los tres que están revolucionando la noche porteña, desde Chacarita hasta Retiro

Desde clásicos de Charly García, Fito Páez y Oasis, hasta Néstor en Bloque (después de unas copas de vino)/¿Cómo es esta movida que explota y reúne decenas de personas cantando a todo volumen alrededor de un piano o incluso desde la vereda?/ “Una vez más: seguimos buscando las conexiones reales y dando batalla a la virtualidad”.

Lucrecia atrae gente a través de la ventana (y explota) con su ciclo de todos los miércoles, «Sándwich Piano Bar».

Es tendencia: los piano bares son los nuevos lugares de encuentro/ Los tres que están revolucionando la noche porteña, desde Chacarita hasta Retiro.  Por Tamara Tornello.

«En un café se vieron por casualidad. Cansados en el alma de tanto andar. Ella tenía un clavel en la mano…» Así empieza uno de los grandes himnos de Fito Páez y, probablemente, el que nunca va a faltar en un lugar de encuentro alrededor de un piano. La tendencia copó la ciudad en las últimas semanas y son muchas las razones de su éxito. Además de que la nostalgia juega un rol principal, este tipo de situaciones permiten al público ser parte de algo más grande. Los piano bares no proponen un show unilateral en el que la audiencia solo mira a un artista hacer lo suyo sino que acá todos participan y tienen la posibilidad de conectar con el de al lado — quien hace minutos era un desconocido — a través de una canción. Ese repertorio de canciones que ya son parte de nuestro ADN, evocan recuerdos y, como en una máquina del tiempo, todos los que comparten ese momento viajan por un rato a cierto lugar de su pasado para olvidarse del tiempo presente. Una vez más: seguimos buscando las conexiones reales y dando batalla a la virtualidad. 

«Los piano bares no proponen un show unilateral en el que la audiencia solo mira a un artista hacer lo suyo sino que acá todos participan y tienen la posibilidad de conectar con el de al lado — quien hace minutos era un desconocido — a través de una canción (…) Una vez más: seguimos buscando las conexiones reales y dando batalla a la virtualidad…»

Se cantan temas de Charly García, Cerati, Fito Páez, Fabiana Cantilo pero también otros de Los Beatles, Oasis, Shakira y hasta El Polaco o Néstor en Bloque, porque claro, a medida que pasan las horas y circulan las copas de vino, el repertorio se va volviendo cada vez más variado y sorprendente. 

Desde un bar que funciona 100% con modalidad piano bar en Retiro hasta una cava con 600 etiquetas que se viste de piano bar para su ciclo especial todos los viernes. Acá la mirada MALEVA sobre lo que tenés que saber de los tres bares de piano que comenzaron esta revolución porteña:

1) Lucrecia: el bar rojo, que se volvió tendencia tanto en redes sociales como en la vida real, recibe a artistas invitados todos los miércoles. / Av. Jorge Newbery 3519, Chacarita.

«Con artistas invitados como Joaco Burgos, Zorrito Von Quintiero, Sofía Vitola, Martín Ameconi, entre muchos otros, este bar llama la atención a cualquiera que pasa por su vereda. La ventana y puertas abiertas son una invitación a quedarse un buen rato. La vereda se copa de gente, hay un clima festivo y alegre y nada más parece importar…»

Probablemente te hayas cruzado con un video viral del bar de fachada roja en el que la gente se junta alrededor de un piano – y hasta a través de una ventana – para cantar canciones con desconocidos. Ese es Lucrecia, el bar que queda a metros de una de las intersecciones más circuladas en Chacarita: Av. Córdoba y Jorge Newbery. 

Si bien Lucrecia funciona hace más de tres años, este año incorporaron el piano y junto a Hernán Siseles y Paz Varales trabajan en el ciclo “Sándwich Piano Bar” todos los miércoles. Algo que empezó tranquilo ahora resulta una tendencia en redes y un hit en la vida real. Con artistas invitados como Joaco Burgos, Zorrito Von Quintiero, Sofía Vitola, Martín Ameconi, entre muchos otros, este bar llama la atención a cualquiera que pasa por su vereda. La ventana y puertas abiertas son una invitación a quedarse un buen rato. La vereda se copa de gente, hay un clima festivo y alegre y nada más parece importar. 

Adentro, mientras el piano suena, el lugar explota. Hay mesas pero el público prefiere estar cerca de los artistas y ser parte de esa ceremonia musical que atraviesa edades. En la barra se despachan platos – tortillas de papa, pizzas y unos fabulosos buñuelos principalmente – y se sirve vino sin parar. Salen blancos, naranjos, rosados y tintos de pequeños productores. Pocho, uno de los dueños, atiende con una sonrisa de oreja a oreja sin todavía poder creer el furor con el que se encuentra cada miércoles. Y eso da gusto, un lugar en donde no solo se genera buen clima gracias a los músicos y la audiencia sino porque los anfitriones están al tanto de todos los detalles. “Lo logré. Controlé la fila”, grita contento y orgulloso el chico que se encarga de tomar los pedidos en caja. No se rindió ante la fila que parecía no terminar sino que, mientras atendía y despejaba las dudas de los clientes de vez en cuando cantaba la canción que sonaba. 

Todos los miércoles. El bar abre a las 19 h. y el piano bar empieza a las 20 h. Sin reserva.

2) El Legado piano bar: una gran (y precursora) apuesta en Retiro y una «sesión de terapia grupal»./ Paraguay 374, Retiro.

El Legado es el primer piano bar de esta nueva camada. No es un ciclo, no es un evento mensual: acá todas las noches suceden alrededor del piano. Abrió en abril de 2023 y fue uno de los locales precursores en apostar por Retiro. En sus alrededores está Dadá, uno de los bares más emblemáticos de la Ciudad, pero gracias a la expansión y la renovación inmobiliaria de la zona también se sumaron Comité 357, Acuario Bar y varias galerías de arte. Es por esto que el público en el bar es muy variado: en Paraguay 374 se mezclan turistas que se alojan en los hoteles de la zona, oficinistas que salen del trabajo, gente joven que se acerca a descubrir la nueva movida y músicos que buscan escenarios más cercanos y descontraidos. 

Gervasio Grosso y Marcos Arévalo, una pata gastro y una musical, son sus creadores. Marcos trabajó en los estudios Electric Lady durante unos años en los que vivió en Nueva York y eso le enseñó la importancia del trato con el público y de mezclar música con placer. 

“Siempre decimos que entrar a El Legado es una máquina del tiempo. Cada canción lleva a la gente a un lugar diferente, a momentos preciados…” declara Marcos. “Al mismo tiempo es una sesión de terapia grupal. Un viaje en el que los pianistas llevan el barco. La gente se desconecta y todos los que están presentes empiezan a ser parte de lo mismo”, agrega.

El Legado tiene dos pianistas fijos: Juan y Lucas. A ellos se puede acercar cualquier persona para cantar. Algunos de los artistas que ya hicieron uso de ese micrófono son Ciro Martínez, que sorprendió al público con su icónica armónica, Joaquín Levinton, Rosario Ortega y Zorrito Von Quintero con Beats Modernos, Emmanuel Horvilleur y Juan Ingaramo. 

Para que la noche sea completa la carta tiene que acompañar. Las opciones de tapeo son variadas y bien logradas. Incluyen opciones como tortilla de papa, rabas a la romana, selección de charcutería, gambas al ajillo, tiradito nikkei, burrata, girgolas con ajo blanco, boquerones y más. En la barra hay cocteles clásicos, cocteles de la casa, carta de vinos y opciones sin alcohol. 

Martes a jueves de 18 a 02 h. viernes y sábados 19:30 – 02 h. Trabajan con y sin reserva.

3) Aldo’s Cava Piano Bar: open mic en la cava junto a 600 etiquetas de vino seleccionadas por Aldo Graziani./ Arévalo 2032, Palermo.

“Creíamos que faltaban espacios de entretenimiento y diversión vinculados con el vino. Nuestra idea es generar un club de amigos donde haya camaradería”, detalló Cuberos a MALEVA. Además, agregó que la gente tiene necesidad de encontrar ámbitos amables en donde compartir y vincularse cara a cara…»

Aldo Graziani y Migue Cuberos empezaron el ciclo Cava Piano Bar hace un mes. Es el complemento de Aldo’s Restaurante sobre la calle Arévalo en Palermo que se repite todos los viernes desde las once de la noche y resulta una buena excusa para alargar la noche un poco más. Sin rango etario definido, todos son bienvenidos. El público, por lo que comentaron sus creadores, está atravesado por el buen vino y la música. 

“Creíamos que faltaban espacios de entretenimiento y diversión vinculados con el vino. Nuestra idea es generar un club de amigos donde haya camaradería”, detalló Cuberos a MALEVA. Además, agregó que la gente tiene necesidad de encontrar ámbitos amables en donde compartir y vincularse cara a cara.

Cava Piano Bar ofrece una carta especial de tapeo que incluye empanadas de carne, de queso y cebolla, supplí al teléfono y sándwich de cerdo. También está la posibilidad de elegir el vino que vas a tomar durante la noche entre las 600 etiquetas allí presentes que fueron seleccionadas por Aldo Graziani. 

Todos los viernes de 23 a 02 h.  Por orden de llegada y reservas vía WhatsApp.

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Las fotos: son gentileza para prensa de los lugares mencionados.