Es tendencia: casas de barrio con propuestas gourmet y estilo / Siete que también son un itinerario arquitectónico

En bellas locaciones (desde casas centenarias hasta palacetes) que transmiten calidez, estilo (e incluso elegancia)/Con espíritu puramente culinario o con otros conceptos como literarios o musicales/Con jardines y patios secretos o mega veredeables/¿Cuál es la onda de cada una y qué pedirse?/Desde Recoleta hasta Olivos.

La arbolada vereda de Casa Zapiola, a pocas cuadras de Parque Saavedra.

Es tendencia: casas de barrio con propuestas gourmet y estilo / Siete que también son un itinerario arquitectónico. Por Lucía Faraone.

Ponete tus mejores chinelas, que pintó salir por Buenos Aires. ¿Cómo que “pantuflas, no” ? Bueno, ¡disculpá la confusión! (Y si querés, ¡insertá mentalmente aquí la cortina musical de TikTok… esa de ¡“Oh No!” a la que escucho más que a mi alarma! Dale, ¡no me digas que a vos no te pasa!). En fin. Lo que sucede es que nos vamos a conocer casas. Pero no de cualquier tipo: son lugares que conservan su estructura edilicia para hacernos sentir como en nuestro hogar, y en donde tenemos asegurado un ameno momento con comida o buen libro de por medio. ¿Eso convierte a este itinerario en uno arquitectónico? También; asique si estás en ese rubro, cambiá tu lectura del diario digital de la mañana por este itinerario de MALEVA.

1) Casa Babel: el «living» musical y trendy del de Bajo Belgrano / Buena cocina, buena barra / Mendoza 1267 – Bajo Belgrano.

“La gente festeja su cumpleaños y de alguna forma siente que está en el living de su casa.” Así nos describen desde Casa Babel la filosofía que yace en su casona ubicada a metros del Lago de Regatas, para que te des una idea. Este lugar sonó (bien) por primera vez allá por el 2010: lo digo así porque lo que sirvió a Casa Babel para encender su magia no fue la comida sino la música: en este sitio, se esconde un estudio profesional de grabación que selló el destino de una esencia melodiosa aún palpable en estos días. Si bien en la actualidad los eventos y las sesiones musicales de artistas de todos los ritmos marcan la agenda de Casa Babel, este lugar supo ser escenario de un ciclo de radio online que se mantuvo “en el aire” voraginoso de internet durante tres años.

Nos cuentan además desde adentro: “…una casa te da una calidez y un espacio de pertenencia que un local, quizás, no”. Y como era de esperar, la acogedora propuesta gastronómica de Casa Babel a puertas cerradas, no se hizo desear. Hoy día de miércoles a sábado, en cada rincón de esta locación se sirven clásicos reversionados en los que lo que es “de estación” siempre tiene oportunidad para brillar. ¿Un plus? La terraza, claro. ¡Que comience el show!

2) Casa Zapiola: cocina casera en un lugar que transmite calidez y barrio/ Zapiola 3444 – Coghlan.

Al llegar a Zapiola 3444, pronunciás la célebre frase “ábrete sésamo” frente al portón azulado y ahí mismo comienza toda la magia. Tamara Didowicz venía sumando conocimientos en el rubro gastronómico (trabajó por ejemplo en la célebre “Casa Cruz» de Germán Martitegui), y un día se la jugó por su propio (y primer) proyecto: Casa Zapiola. La elección del lugar ideal, no fue al azar: a Viviana Morelli, una amiga suya y a quien Tamara describe como “su mentora”, le hacía ilusión montar un restó en su propiedad. Así fue que juntas iniciaron una aventura que pretende ser desde sus cimientos a su azotea, 100% casera; tanto en lo que respecta a la relación con los concurrentes como en lo que hace a su oferta.

“Se intenta que el trato a cada uno de nuestros clientes sea cercano y distendido, esa es nuestra premisa”, cuenta Tamara a Maleva. Y su menú sí que calza como guante en la naturaleza de esta puesta en escena. En cada recoveco de Casa Zapiola esperan lindas opciones caseras entre panes pita para picar (incluso con acento del Medio Oriente: falafel + hummus + repollo) y platitos copados para compartir con la banda amiga (burratina + tomates confitados + pesto de tomates secos). Una buena dirección para cerrar el paseo y la vuelta por el Parque Saavedra.

3) Vecino: una casona centenaria, un gran jardín detrás y una nueva propuesta para todos los gustos / Rioja 3053 – Olivos.

Si pudiesen ver hoy en lo que se está convirtiendo Olivos. Se incorporó (un nuevo) Vecino a los pagos de Vicente López; cuya propuesta tiene ganas de funcionar a modo de punto de encuentro “cálido y acogedor, con opciones diversas para todos los gustos”, nos narran desde el corazón del emprendimiento. Y si bien la llegada del proyecto vino de la mano de la temporada de invierno de 2021, ¡la idea estuvo en el horno durante 2 años! ¿Uno de sus secretos? La mise-en-scène tiene como escenario una casa con alrededor de 100 años de historia. Se hizo desear, pero sin lugar a dudas la atmósfera que se genera en cada rincón, le hace el honor a la esencia y gastronomía hogareñas de Vecino.

Como todo gran host, Vecino apuesta por lo casero: bajo este techo y con carácter de “almacén de barrio”, se amasan panificados como panes de molde y rolles de canela, e incluso prepizzas. Lo interesante es que pese a que sus dueños, Francisco Chiappe, Federico Yantorno, Joaquín Agüero y Juan Cruz Diez, ofrecen una carta selecta de platos, la misma realmente no deja a nadie afuera pese a su corta extensión. Hay opciones clásicas aptas para paladares no tan desarrollados (pastas y milanesas, ¡claro que sí!), y otras con un deje jugado y con promesa de “factor sorpresa”. ¿Un ejemplo? El postre “Espera al roque”, que trae pera pickle, roquefort y crocante de fruto seco. ¡Pasen y denle la bienvenida a esta nueva figura del barrio!

4) Como en casa tradicional: el palacete – con patio super elegante – aún por descubrir /  Riobamba 1239 – Recoleta.

Si pasás con el apuro frenético típico de la “Ciudad de la Furia” por la calle Riobamba entre Juncal y Arenales, seguramente ni lo ves. Si necesitás una brújula o incluso si desconocés totalmente de lo que te hablo, te invito a que te ubiques a la altura 1239 y que cruces la calle para contemplar a la distancia la inmensidad del gran paredón color nude de Riobamba. ¿Viste? ¡Vaya gran maison! ¡Ahora sí! Entrá a Como en casa por su puerta principal y sorprendete una vez más cuando te encuentres con el patio super elegante y con esa hermosa fuente en su centro haciendo de centinela de los buenos encuentros. (se los traduzco: apto para concretar citas o reuniones con sus personas del bien).

La primera vez que entré a Como en casa, recuerdo que me pregunté cómo era posible que un lugar con dimensiones semejantes entrase en un barrio tan comprimido como Recoleta y que, en ello, tuviese la capacidad de pasar desapercibido. Ahora bien, en este sitio, ¿cómo se goza? Este lugar ya es una hito por su pastelería de delicada presentación, pero para mí es un “deli/bistró con estilo”… Si tuviera que elegir un momento ideal del día para asistir, sin dudas sería una cálida tarde de invierno, e iría para sentirme “Como en casa” con una gran taza de café acompañada de yogurt y granola.

5) Condarco: un refugio gourmet que no pasa desapercibido (para los entendidos) / Sólo con reserva – sobre la calle Condarco. 

“Si son Dardo y María Elena, ¡pasen!” Si no, ¡también! Condarco, autoproclamado “El jardín de Paternal”, es un cálido rincón para quien busca comer rico junto a la mejor compañía y envuelto en una sensación de exclusividad; sin otro sonido de fondo más que el del disfrute. A diferencia de la mayoría de las coordenadas de este itinerario malevense, “Condarco” no lleva en su nombre la palabra “casa”. Aún así, es una genuina y sorprendente burbuja que nos traslada a vivir el “aquí y ahora” con todos los sentidos. Pablo Fridman soñó con un proyecto así desde su viaje a Cuba en 2002, cuando conoció “los paladares”: el movimiento gastronómico cubano que propone recibir comensales en cualquier parte de los distintos hogares acondicionados para tal fin. A juzgar por la deco, la vajilla y toda la puesta en escena, desde MALEVA damos fe que la misión fue lograda.

Este spot ultra-secreto abre sus puertas los fines de semana (con reserva previa) y cambia seguido su carta, compuesta por un menú por pasos. Resulta que para Pablo, el dueño, host y chef de este maison, la clave está entre “la cocina simple con productos de estación” y “jugar mucho con la combinación”. Ahí se anida el romance, pues su oferta será siempre acotada pero intensamente sabrosa… ¿Cuáles son algunos platos que pueden probar en esta morada en las distintas oportunidades? Tortas fritas con puré de hinojos, pesca curada (u hongos salteados si sos veggie) y chile. Gírgolas con cilantro y salsa de maní. Tortilla con berenjenas en conserva. Caponata. Y la lista de éxitos sigue y sigue. El postre, por lo general, también es sólo uno, pero sensacional. Por ejemplo, crumble de frutas de estación con sambayón. Condarco (que está por desembarcar en otra aventura por Villa crespo), siempre tiene mucho para dar desde los confines de su hogar.

6) Casa Tinta: un búnker literario, gastronómico y muy fotografiable en Villa Crespo / El brunch en el patio es un planazo / Remedios Escalada de San Martín 631 – Villa Crespo.

Otro gran proyecto que conjuga volúmenes y gastronomía bajo un esqueleto arquitectónico 100% casero, es Casa Tinta. Los años de amistad con conversaciones literarias de por medio entre Anahí (que tiene un ADN profesional pastelero) y Verónica, gestaron de a poquito una bella idea: su propia librería a puertas cerradas. Lo cierto es que los vaivenes de la pandemia desembocaron en el desarrollo del costado culinario de Casa Tinta. Sin embargo, su plan no estuvo completo hasta que se unió Maite al proyecto; cuya trayectoria “foodtrackera” llegó para dejar una rica huella en esta casa de Villa Crespo. Nos revela Anahí además, que es de toda esa fusión de donde viene la filosofía de la casa, una en donde el “el intercambio y el compartir literatura, escritura y gastronomía”, es palabra santa.

Es que la lectura tiene un cielo ganado aquí, pues no sólo entre estantes se hallan ejemplares minuciosamente seleccionados por sus dueñas, sino que también persiste una sección de “libros libres”. ¿De qué se trata? Según una de las hosts, son libros dejados por otros concurrentes, acompañados si se quiere de una reseña dando cuenta de cuál valor podría aportar tal libro a su futuro lector. ¿El dato de color? En Casa Tinta, hay también estudio de grabación para proyectos (literarios y) sonoros.

La gastronomía en Casa Tinta es un tema con almacén de conservas, y con punto y aparte. Aquí se elabora lo que sus dueñas – con la esencial ayuda de Javier, compañero de vida de Anahí y experto en la materia – consideran “delicias”. Eso explica los clásicos reversionados que se encuentran en su oferta (y particularmente, en sus ocasiones especiales de “menú de pasos”). Prometemos que el brunch en el patio con paraguitas al mejor estilo “Umbrella Sky Project” portugués, se lleva las palmas.

Fotógrafa de imágenes: Lali Varveri

7) Casabierta:  un face-to-face con la comida y la buena vida / Ubicación con cita previa en Colegiales y en Thames 1674 – Palermo Viejo.

“Nos encanta anfitrionar. Es lo que mejor nos sale”; es lo que Carina (una cocinera y consultora gastronómica con toda una vida dedicada al buen gusto) le expresó a MALEVA. Pero claro que no hablaba de ella sola: incluía en esa emoción a su compañero de vida y de esta aventura culinaria, Augusto (sommelier). Juntos, abren las puertas de Casabierta, donde se llevan a cabo “experiencias interactivas” que combinan placeres y buena comida. El emprendimiento emerge cada día con una esencia “muy flexible”…notarás que la agenda aquí incluye desde catas y cenas a puertas cerradas, hasta ciclos de almuerzos con reserva previa y con todos los colores y sabores de estación durante los fines de semana.

Incluso dice Carina “desde adentro” de Casabierta, que su nueva incorporación, son las ediciones de cocina a las brasas. Eso sí, una estrella que parece no faltar nunca, es la calidez de los dueños de casa. Las paredes de la morada en Colegiales, junto a la pareja, hacen de “host” de clases poco convencionales en donde “está todo pensado”. ¿La gran misión de Casabierta? Que cada cual se sienta atendido y como en casa. Aún más y un detalle no menor, es que el concepto y el corazón de Casabierta tienen sede también en un maison palermitano (un hotel boutique muy mono) a metros de Plaza Serrano sobre la calle Santa Rosa. Sea en una u otra locación, y bajo la promesa de “encuentros íntimos”, este proyecto mantiene su compromiso genuino con la “distensión” y el bienestar de cada asistente.

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Fotos: son todas gentileza de los locales mencionados. Foto destacada: Casabierta.