Entrevista a Sofía Willemoës: del éxito con sus empapelados de diseño, a la realidad aumentada y la innovación

Charla (sobre todo) con la emprendedora argentina cuyos empapelados son un éxito que atraviesa fronteras/¿En qué se inspira para crear?/Nueva York: su nueva base/Además: su increíble nuevo servicio para volver interactivos, mediante realidad aumentada ¡y virtual!, a sus diseños.

Sofía charló de todo con MALEVA en su bello estudio de Recoleta

Entrevista a Sofía Willemoës: del éxito (en el mundo) con sus empapelados de diseño, a la realidad aumentada y la innovación. Por Catalina Cavallo. Fotos: Azul Zorraquín. 

Abogada de profesión pero artista y creativa de alma, la emprendedora argentina Sofía Willemoës, inició su marca de decoración bajo su nombre, hace ya diez años (por cuenta propia y a puro pulmón), y hoy triunfa en el exterior como una empresaria reconocida. 

Sus productos eminentes son los murales y empapelados de diseño, los cuales invitan a atravesar mundos imaginarios para habitar entornos de placer y bienestar, plagados de naturaleza y fantasía.

Con base firme en el corazón porteño, Sofía Willemoës conformó un reducido pero enérgico equipo de trabajo que desde su estudio boutique en Recoleta (un majestuoso petit hôtel de época que lo transformó en su laboratorio de diseño), exporta toda su producción al mundo entero. 

Su formación le permitió a Sofía despegar (con familia y todo) hacia Nueva York a principio de año, y abrir hace pocos meses su nuevo flagship store ubicado en The Assemblage NoMad, un edificio de coworking al sureste de la Gran Manzana. 

Bajo el flamante slogan de la marca “See and Wonder”, Sofía volvió de visita a su país para presentar un innovador proyecto: Smart Walls. Ahora, la naturaleza de sus creaciones se vuelve multisensorial, y sus diseños van a poder mutar a través de la aplicación, en la pantalla de cualquier dispositivo electrónico. 

La diseñadora y directora creativa, le abrió las puertas de su bellísimo estudio a MALEVA, y entre murales panorámicos, conversó sobre su historia y sus nuevas propuestas como marca.

Si tuvieras que describirnos tu trabajo desde lo personal ¿Qué es Sofía Willemoës para vos? 

Para mí es: diversión, desafío y fantasía. Me cuesta llamarlo trabajo porque me apasiona lo que hago, es un placer las veinticuatro horas. Vengo en realidad de un mundo muy distinto, soy abogada, y en un momento decidí darle un cambio rotundo a mi vida porque me di cuenta de que esto es lo que me gusta. El equipo de trabajo que se armó me encanta, y todos los desafíos que tenemos día a día son muy motivadores. Yo soy la directora creativa, la que diseña los murales, y estoy atrás más que nada de todo el universo y el concepto de la marca.

¿Cómo es el proceso creativo de la marca?

Generalmente me inspiro en la naturaleza porque nací en el campo y es el entorno que me resulta más familiar. Tengo un equipo de ilustradores internacionales que van ilustrando los diseños que yo les voy mandando, y hay todo un ida y vuelta hasta que logramos la ilustración que tengo en mi cabeza. La mayoría de las veces nos inspiramos en paisajes mayormente argentinos, pero siempre hay una presencia muy grande de la naturaleza y de todo este universo fantasioso que caracteriza a Sofía Willemoës.

¿Cuál fue el momento clave que convirtió tu start up en una empresa con proyección internacional?

Empezamos a visitar ferias internacionales para validar el producto, porque la manera de saber si tu producto funciona es ponerlo en la realidad y que la gente te de un feed back, y empezamos por Maison & Objet que es una feria en París, hace tres años. Tuve muy buena recepción, van usuarios de Europa mayormente, y a partir de ahí empezamos a participar en otras: El Salón del Mueble, One Houndred Percent Desing en Londres, también empezamos a trabajar con empresas multinacionales como WeWork, Starbucks, y empezamos a darnos cuenta de que había un mercado para nuestro producto afuera, grande por explorar, y también desembarcar en galerías de diseño en París, Australia, Estados Unidos, empezamos en exportar y eso fue lo que nos convirtió en una empresa: tener el «expertise» de trabajar con empresas internacionales muy profesionales.

¿Quiénes son tus clientes? ¿Tenés alguna preferencia a la hora de colocar un diseño tuyo en una pared?

Tenemos dos canales muy diferenciados de clientes. Por un lado están los «residentials», el consumidor final que puede poner un mural en su casa,  que es el que manejamos más que nada en Argentina a través del local a la calle (Arenales 1362, Recoleta), y después por otro lado está el canal «corporarte», que son las empresas. La diferencia está en que el público más residencial elige nuestras colecciones y nosotros adaptamos cada mural para cada casa, y en el caso de lo corporativo diseñamos colecciones especiales para ellos siguiendo el concepto que tienen como marca, siempre y cuando mantenga nuestra impronta. Pero la verdad es que los dos son canales super importantes para nosotros. 

¿Cómo fue la creación de tu primer empapelado?

Cuando empezó la marca no hacíamos en realidad empapelados, hacíamos tapizados. Siempre con tecnología digital pero más enfocado en muebles. Un día, recién mudada a una casa en Palermo, quise poner un gran paisaje envolvente, 360, distinto a lo que es un empapelado tradicional que en general es un patern. Y conocí una ilustradora divina, Laura Fernández Saad, que además es diseñadora gráfica, y fue una combinación excelente para cuando le quise explicar lo que quería hacer. Le iba contando lo que tenía en mi cabeza y así fueron saliendo los diseños, fue todo prueba y error porque estábamos arrancando de cero. Los primeros murales, fueron cinco a la vez, tenían mucha fantasía, tenían naturaleza pero el protagonismo estaba en la fantasía y casi todos eran medio surrealistas. Jugaba también con los tamaños, los ridiculizaba y eran más pícaros los diseños. después tuve una etapa en la que cambie muchos los tonos. empecé con tonos claros más vibrantes y ahora son más oscuros, y se transformaron en grandes paisajes. 

«Lanzamos oficialmente una app de realidad aumentada, que se llama Smart Walls, y así la gente va a poder interactuar con los murales. Una vez descargada la app, los usuarios van a poder escanear una imagen que tengan enfrente, y ver en el celular las cosas que no están en la realidad…»

¿Cuál es el más vendido, y por qué pensás que logró esa repercusión?

Hay como un empate entre tres murales: Machu Picchu, Vietnam, y Casa de Mariposas (en combinación con La Casa de Las Cigüeñas). Este último tiene mucha fantasía, mucho rosa (que resulta muy lindo para el cuarto de una nena) y lo que tiene es mucha calidad de ilustración, muy fantasioso, y los otros son paisajes muy largos. Vietnam tiene quince metros por ejemplo. Y lo que tienen de interesante es la profundidad, y dan sensación de calma, tienen una bruma que encanta.

Si tuvieras que elegir un diseño en particular, que te refleje, ¿Cuál sería y por qué?

Campo Argentino, es un mural que vamos a lanzar en breve. me gusta porque tiene que ver con el campo donde pase gran parte de mi infancia y al que vuelvo ahora con mis hijos, es como el campo familiar y el lugar de reunión familiar. También por lo que representa para los argentinos en general, todos tuvimos una experiencia en un campo propio, o de un amigo o familiar. Y, sobre todo ahora que estoy lejos viviendo en Nueva York, valoro todo mucho más que cuando vivía acá, así que creo que también por eso diseñe ese mural en este momento de mi vida.

¿Creés que el haberte instalado con tus nuevas oficinas en Nueva York, y estar viviendo allá, toda esa cultura artística influye ahora en tus trabajos y diseños?

Hace un año que vivo allá y el estudio lo abrimos hace poco, y es muy loco pero creo que acentuó mucho la conexión con mis raíces. De alguna manera necesité afianzarme aún más con mi historia y cultura, y también porque me gusta mucho mostrar cosas de Argentina que a la gente de allá les parece interesante, ya que no conocen mucho nuestros paisajes. Creo que igual, obviamente, uno ve un montón de cosas allá porque es un lugar donde hay muchísimo diseño, y de alguna manera te va influyendo inconscientemente, y te vas nutriendo y conociendo gente que también te abre un montón la cabeza. Pero por ahora lo que más puedo notar es el hecho de haber profundizado mi vínculo con mis raíces y con Argentina. 

Si pudieras abrir una tercera oficina en cualquier parte del mundo, ¿dónde sería?

París. Sin dudarlo. Es mi ciudad favorita. ¡Es como vivir todo el tiempo adentro de una película!

Y si pudieras hacer una colaboración con cualquier artista vivo que te gusta, para tus obras, ¿quién sería?

Mirá, voy a hacer una combinación de artista con diseñador. Marcel Wanders, un diseñador de Ámsterdam que crea cosas muy lindas, es además el fundador de Mooi (una marca que engloba a varios diseñadores). Tuve la oportunidad de conocerlo en el Salón del Mueble el año pasado, y de mostrarle mi trabajo. Se fue de ahí con su catálogo y después me contactaron del estudio, diciéndome que les gustaba lo que hacíamos. Y así fue como empezamos a generar un vínculo, que todavía no se concretó en nada, pero me encantaría.

«Hace un año que vivo allá y el estudio lo abrimos hace poco, y es muy loco pero creo que acentuó mucho la conexión con mis raíces. De alguna manera necesité afianzarme aún más con mi historia y cultura, y también porque me gusta mucho mostrar cosas de Argentina que a la gente de allá les parece interesante, ya que no conocen mucho nuestros paisajes…»

¿Hacia dónde creés que puede direccionarse tu marca y que más te gustaría hacer?

Tenemos puesta mucha energía en profundizar la experiencia multisensorial a través del producto. Siempre tratamos de que nuestros eventos y nuestras formas de presentar el producto sean algo muy experimental. Por ejemplo cuando inauguramos el estudio acá, vinieron músicos, actores, era toda una performance y la gente era parte de eso. Entonces creo que lo que más me gustaría es que esa experiencia sea lo más completa posible.

Y fue por eso que volviste estos días a nuestra ciudad…

¡Sí! Lanzamos oficialmente una app de realidad aumentada, que se llama Smart Walls, y así la gente va a poder interactuar con los murales. Una vez descargada la app, los usuarios van a poder escanear una imagen que tengan enfrente, y ver en el celular las cosas que no están en la realidad. Si bien van a ser personajes que tengan que ver con el diseño en cuestión, van a aparecer de forma animada nuevas imágenes, y generar así una experiencia nueva interesante. Las personas son parte de la escena, es parte de tu entorno real. Creo que es un gran cambio de paradigma dentro de lo que es un producto, ya que va a dejar de ser algo estático. Si alguien se lleva un mural a su casa, va a seguir descubriendo contenido a través del tiempo. Le van a ir llegando notificaciones al teléfono avisándole que hay personajes nuevos, o un cuento nuevo para contarles a sus hijos, y verlo con el escáner en sus teléfonos y tablets. 

Por otro lado, la app también cuenta con un mapa que trabaja por geolocalización, que desde cualquier lugar del mundo vas a poder abrir y ver que personajes de los murales tenés cerca. Entonces cuando presionas en alguna ubicación, van a aparecer personajes en 3D, que generalmente son animales (tenemos también una japonesa) que están en tu entorno interactuando. A diferencia de la realidad aumentada, esto ya es realidad virtual. Y creo que es una experiencia muy linda también porque la puede vivir cualquiera, no hace falta tener un mural en tu casa o ir a uno de nuestros locales. Todos pueden acceder y ver un poco lo que hacemos. 

FOTOS: En #MALEVA usamos para nuestras producciones a los equipos #OneVision y #OneAction de MOTOROLA 

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