Embajadores foodies / «El sushi no es un plato muy común en Japón»: Takahiro Nakamae, entrevista (y banquete) con el embajador japonés.

Charla culinaria (con mucho buen dato) con el representante de la tierra del sol naciente en Argentina/¿Cuáles son los verdaderos platos japoneses?/¿Qué es el concepto de «Omotenahsi» y por qué es clave en el ritual de la cocina nipona»?/Además: un banquete en el jardín de la residencia y su (buena) relación con los sabores argentinos

Takahiro Nakamae asegura que la mejor comida japonesa se come en su residencia (aunque también es fan del asado)

Embajadores foodies / «El sushi no es un plato muy común en Japón»: Takahiro Nakamae, entrevista (y banquete) con el embajador japonés. Por Agustín Gulman. Fotos: Julia Gutiérrez.

«A diferencia de lo que muchos argentinos piensan, el sushi no es un plato muy común en Japón: es un plato para ocasiones especiales.» Takahiro Nakamae reflexiona cada palabra. El embajador japonés en la Argentina habla un perfecto y pausado castellano que aprendió de sus años como diplomático en México, España, países del Caribe y hasta un breve período en Buenos Aires hace más de veinte años. En diálogo con MALEVA, destaca la espiritualidad de la gastronomía japonesa, cuenta que le gusta salir a comer asado y hasta relata que le gusta cocinar. «El mejor lugar para comer a la japonesa es aquí en mi casa», bromea.

Nakamae conoció por primera vez la Argentina en 1998, gracias a su cargo como Consejero de la Embajada de Japón en Buenos Aires. Tiene 59 años, es abogado y su destino parece estar atado a América Latina: su trayectoria como diplomático incluye puestos en México, cargos como Director General en Asuntos de Latinoamérica y el Caribe, embajador ante Brasil, cónsul en Sao Paulo y en agosto de 2019 desembarcó en Buenos Aires a cargo de la misión japonesa en el país.

Decenas de platos típicos en el parque de la embajada japonesa en Belgrano R

“En mi país Omotenahsi” (おもてなし) es una expresión de hospitalidad. Tenemos el espíritu de hacer todo lo posible para que los invitados la pasen bien y la comida es una parte muy importante de esa expresión…»

Para los japoneses, la gastronomía tiene un condimento espiritual que definen con una palabra: “Omotenahsi” (おもてなし). “Es una expresión de hospitalidad. Tenemos el espíritu de hacer todo lo posible para que los invitados la pasen bien y la comida es una parte muy importante de esa expresión”, dice el embajador, parado en el amplio parque de su residencia en el barrio porteño de Belgrano. A su alrededor, unos 300 invitados de la comunidad de Japón en la Argentina celebran el año nuevo japonés con decenas de platos típicos, desde curiosas y frescas ensaladas hasta diversas variedades de elaboradas piezas de sushi, unagi kamameshi y pollos fritos, entre muchos otros.

El periodista Agustín Gulman, entrevistando a Takahiro Nakamae, embajador de Japón.

«A diferencia de lo que muchos argentinos piensan, el sushi no es un plato muy común en Japón. No lo comemos todos los días. Para nosotros es un plato de ocasiones especiales, sobre todo para entretener a los invitados. Lo más esencial es el arroz, junto a una sopa de miso, hecha con soyas fermentadas. Luego se sirve un primer plato, hay varios tipos…»

Por múltiples razones, desde hace años la gastronomía japonesa adquirió un espacio importante en la Argentina, obviamente con el sushi, pero también con otras especialidades. ¿Qué otros platos típicos de Japón se sirven en la Argentina?

A diferencia de lo que muchos argentinos piensan, el sushi no es un plato muy común en Japón. No lo comemos todos los días. Para nosotros es un plato de ocasiones especiales, sobre todo para entretener a los invitados. Lo más esencial es el arroz, junto a una sopa de miso, hecha con soyas fermentadas. Luego se sirve un primer plato, hay varios tipos. La comida japonesa es una congregación, un zumo de elementos culturales importados. Muchos de los platos que se consideran japoneses son la adaptación de China y Corea, y de occidente, desde hace un siglo y medio.

Pero no sólo son los sabores típicos. El embajador explica a MALEVA que además las presentaciones suelen adquirir gran importancia, sobre todo en eventos especiales. “Se dice, un poco en broma, que los japoneses comen por los ojos”, se ríe Nakamae. Aclara que sus platos favoritos son con pescado o con pollo. “En términos de calorías, Japón es un gran importador de alimentos, porque nuestra autonomía alimentaria es menor al 40 por ciento. Más del 60 por ciento de lo que comemos es importado”, grafica. Por eso, explica Nakamae, en su país “se come de todo”. “Hay una cultura gastronómica muy importante en todas las ciudades, por supuesto en Tokio, que es muy cosmopolita”, dice.

La comida invade las mesas en el amplio parque de la residencia del embajador. “Tenés que probar el sake”, recomienda un asesor del embajador. Conocido como el “vino de arroz”, se cree que la bebida nació en China, aunque también hay versiones sobre su origen en tierras japonesas, en el siglo III. La recepción que tiene a Nakamae en el centro de la escena tiene un motivo ancestral: “No es una mera festividad, tiene un contexto muy espiritual”, describe el embajador.

Ocurre que para los japoneses, los primeros días de enero son de renovación del espíritu. “Antes de la nochevieja se limpia toda la casa, se preparan las comidas y luego la tradición es hacer reverencia a templos y santuarios, algo religioso. Ahora – dice Nakamae – se ha occidentalizado un poco. Los días que siguen son para dedicar a la familia, a los amigos y personas de relación profesional. Organizamos este tipo de reuniones para salutaciones, para hacer reverencias, para comenzar el nuevo año juntos, y para pedir la misma atención de lo que gozamos el año anterior”.

¿De la comida argentina qué le gusta?

Bueno, es todo muy delicioso. Justo hoy salí al mediodía para almorzar en un restaurante, algo que me gusta mucho, y que suelo hacer en cuanto puedo. Me gustan las pastas, pero la carne argentina me encanta. Eso sí: a diferencia de ustedes, no puedo comerla todos los días. Es muy buena.

¿Qué restaurantes de comida japonesa puede recomendar que haya en Buenos Aires?

Yo no debo mencionarlo públicamente, pero el mejor lugar para comer a la japonesa es aquí, es mi casa, mi residencia.

Imagino que debe tener algún secreto culinario. ¿Le gusta cocinar?

Me encanta, sí, sí. Normalmente cocino a la occidental, porque la comida japonesa es un poco delicada, la preparación es complicada, los ingredientes, los procedimientos, la manera de procesar los ingredientes y esas cosas hacen que sea un poco complejo. Yo estoy acostumbrado a hacerlo de ese modo, lo aprendí cuando estuve viviendo en España y en México.

Usted tiene antecedentes de haber trabajado en España, México y ahora en la Argentina, tres países con una gastronomía muy diversa y con sabores particulares. ¿Qué le gusta de cada una?

Me encantan las tres: la paella, en España. La comida picante de México, también los desayunos. Y aquí es increíble, buenísima.

Sobre la colectividad japonesa en Buenos Aires y Buenos Aires «Tan Hermosa como siempre»

Usted vive en la Argentina desde agosto de 2019, pero ya conocía el país por su trabajo hace más de veinte años en Buenos Aires. ¿Qué cambios observó en estas dos décadas con respecto a la comunidad japonesa?

Fueron muchos cambios, se nota mucho en el paisaje, por ejemplo en Puerto Madero (que en 1998 se encontraba en pleno desarrollo inmobiliario). La ciudad sigue siendo tan hermosa como siempre. Imagínate: viajando desde Belgrano hacia mi oficina en Puerto Madero atravieso los bosques de Palermo. Eso es un encanto. Hay una gran vitalidad en la comunidad japonesa, y los lazos entre ambas comunidades se han fortalecido en los últimos años, hay intereses concretos en nuestras relaciones y queremos que eso se afiance.

De acuerdo con los cálculos oficiales, en la Argentina viven alrededor de cuatro mil japoneses y alrededor de 65 mil descendientes. “Es un número modesto en comparación con la población argentina, pero la vitalidad y las ganas de expresar la presencia cultural son muy fuertes, somos muy agradecidos”, señala Nakamae.

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