«El nuevo laberinto del arte: entre el boom digital y la enorme necesidad de la experiencia física…»

La blockchain, los «ntfs», e incluso el metaverso son cada vez más relevantes en la mente y las obras de los artistas/Pero en paralelo, surge como nunca la necesidad de volver a conectar de forma física con la experiencia del arte/Sobre esa paradoja reflexiona la curadora Vic Tolomei en una nueva columna para MALEVA/Además: de qué se trató su reciente proyecto «MuseosGuia» junto a los museos de Buenos Aires.

NFTS, blockchain y el más reciente metaverso despiertan mucho interés entre artistas.

«El nuevo laberinto del arte: entre el boom digital y la enorme necesidad de la experiencia física…» Por Vic Tolomei. Fotos: Sophie Starzenski.

En medio de toda esta gran transformación digital que estamos viviendo me es imposible no reflexionar y cuestionar el rol que ocupa el arte, y pensar en como el mundo cultural acompañará este movimiento hacia la virtualidad.

NFTS, blockchain y recientemente el metaverso me despiertan una serie de interrogantes y también de primeras percepciones que no puedo dejar de compartir. Si tuviese que poner en palabras mis primeras impresiones respecto a la situación actual podría decir que encuentro principalmente dos respuestas o movimientos que acompañan este momento: por un lado miles de artistas digitales que trabajaban bajo el ¨anonimato empiezan a resultar interesantes por la forma en la que se desenvuelven en el mundo digital.

En línea con esto, miles de artistas visuales intentando transpolar sus obras y trabajo al mundo digital para entrar a ese gran tercer mercado del arte y posicionarse dentro de las comunidades tecnológicas. Podríamos decir que estamos evidenciando el momento del arte digital, su validación y reconocimiento. Pero a su vez es casi imposible entender o descodificar las diferentes propuestas por qué hay de todo, es como querer encontrar la ola cuando el mar esta revuelto.

«Miles de artistas visuales intentando transpolar sus obras y trabajo al mundo digital para entrar a ese gran tercer mercado del arte y posicionarse dentro de las comunidades tecnológicas. Podríamos decir que estamos evidenciando el momento del arte digital, su validación y reconocimiento…»

Y en paralelo, casi como una reacción opuesta, muchxs artistas y movimientos que reivindican la presencialidad y la materialidad de la obra volviendo a poner en el centro el encuentro, el estimulo y la activación de de los cinco sentidos (una de las falencias, al momento, de la tecnología digital disponible hoy en el metaverso). Casi como un intento de recordar nuestra humanidad y de reivindicarla a partir del encuentro, diferentes artistas trabajan su obra entorno a un cierto sentido de la espiritualidad.

Como una invitación a reconocer nuestra propia presencia física, conectar con nosotrxs mismos para poder así conectar con lo que nos rodea. La obra de Diana Aisenberg ¨Economía de Cristal ¨ me hace pensar mucho en esto. Una obra que esta creada de manera colaborativa, con objetos que Diana recolectó durante los últimos diez años y que va tejiendo y enhebrando junto a amigos y artistas que las unen en un encuentro que resulta casi como una meditación mántrica.

O como el artista Marcos Mangani, que trabaja con el shibari, una practica japonesa en donde lo que se busca es liberar al cuerpo de las ataduras de la mente. Entregarse al dolor, a la incomodidad, al miedo, soltar los prejuicios, conectar con la sexualidad, y acompañar al cuerpo en ese ritual que al finalizar deja marcado en la piel un aprendizaje. En este ritual Marcos hace de guía, acompañando a quienes lo practican en silencio, como en un acto de confianza ciega, entregándose a ese espacio para dar lugar a lo inesperado.

Ritual de Elisa Insua para «Museos Guía», el proyecto curado por Vic Tolomei para los museos de la Ciudad. 

«El experimento de «Museos Guía» me dio la pauta de la enorme necesidad que hay de acercar el arte a experiencias y propuestas más inclusivas, pero sobre todo de la enorme necesidad que hay de volver a conectar de forma física con el arte. Algo que está siendo explorado por el metaverso y las diferentes tecnologías que buscan replicar la experiencia física, y llevarla a otro nivel en el mundo digital…»

En «Museos Guía», mi reciente proyecto curado para los museos de la ciudad en el marco de la Noche de los Museos, hablé de esto y casi como un statement y como un experimento social propuse siete instalaciones site specific en jardines y espacios exteriores de museos planteadas como rituales en donde 15 artistas contemporáneos funcionaron como guías de sus obras.

Lxs artistas fueron David Petroni, Eugenia Mendoza, Valeria Vilar, Gabriel Chaile, Diana Aisenberg, Malena Pizani, Florencia Lista, Juliana Iriart, Bernardo Zabalaga, Camila Lamarca, Dana Ferrari y Clara Campagnola, Falu Carolei y Elisa Insúa. Cada uno de estos siete rituales se completó con la participación del publico, obras que fueron creadas de manera colaborativa y la respuesta fue clarísima. El arte se puede tocar, se puede sentir y se puede crear de manera colectiva.

Este experimento me dio la pauta de la enorme necesidad que hay de acercar el arte a experiencias y propuestas más inclusivas, pero sobre todo de la enorme necesidad que hay de volver a conectar de forma física con el arte. Algo que está siendo explorado por el metaverso y las diferentes tecnologías que buscan replicar la experiencia física, y llevarla a otro nivel en el mundo digital.

El impacto que tendrá esta transformación digital en términos sociales y culturales, probablemente lo veremos y entenderemos con la perspectiva del tiempo. En lo que al arte respecta, su propia historia nos demuestra como lxs artistas pueden anticiparse y funcionar como catalizadores, como pesos y contrapesos de movimientos culturales y como activadorxs sociales.

Christian Boltanski decía que en el arte y en la vida todo se trata de entrega y que cuando alguien se encuentra con una obra de arte, se lleva algo que lo acompaña por siempre. Físico o digital, el arte siempre será una propuesta para encontrarnos, con nosotros mismxs y con otrxs

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Fotos: gentileza Unsplash (PH Fakurian Design y Ales Nesetril).