LAS MESAS SOÑADAS DE GRANDES HITS GOURMET

480604_451459354885844_775354910_n
Tal vez a primera vista las mesas parecen todas iguales, sin embargo algunas pueden ser la explicación de una noche perfecta, o de una noche odiosa

 

¿Cuáles son las mesas soñadas en los bares y restaurantes top? Por Vicky Guazzone di Passalacqua.

Hace rato probaron su valía. Llevan varios años firmes en sus cuadras (y esquinas), han sido reseñados en múltiples medios y guías turísticas y cuentan con una clientela muy fiel. Recomendar  ciertos restaurantes de Buenos Aires sería una obviedad. Pero no todo está dicho. Porque incluso estando en un gran lugar, con excelente comida y ambiente, dónde sentarse puede marcar la diferencia entre una buena noche y una brillante. A continuación, ocho recomendaciones para seguir descubriendo facetas de algunos de los grandes hits gourmet de la ciudad.

«Porque incluso estando en un gran lugar, con excelente comida y ambiente, dónde sentarse puede marcar la diferencia entre una buena noche y una brillante.»

Las mejores mesas son:

 

1) Olsen: alrededor del fuego para vivir el dolce far niente en versión escandinava

1235925_558224044238786_2017994840_n
Comer en Olsen (Gorriti 5870) tiene su encanto todo el año. En primavera y verano, el jardín conquista con su frescura y verde exuberante, atrayendo a mediodías y noches de tapeos nórdicos. Pero quizás sea en otoño e invierno cuando más sentido tiene su propuesta. Porque hacer una degustación de vodkas sentado frente a la chimenea, con los cachetes resplandecientes sabiendo que afuera espera la noche fría, realmente se siente mucho más cerca del dolce far niente en versión escandinava. Con un hogar imponente que desciende desde su techo de doble altura, el medio del salón se convierte en el mejor centro de reunión posible, con espacio generoso para varios comensales.
 

2) Café Rivas: la última mesa del primer piso, al fondo (un box privado que es perfecto)

DSC_0550
¿Tenés una cita y no sabés adónde ir? Café Rivas (Estados Unidos 302, esquina Balcarce) no solo es el lugar perfecto en cuanto a ambiente romántico y chic a la vez, con sus estampados a rayas, paredes aguamarina y arañas art decó, sino que también ofrece una intimidad perfecta para confesiones y charlas a corazón abierto, de esas en las que surgen las primeras chispas de una relación que vale la pena. Podés buscar esa sensación en su última mesa del primer piso, al fondo y balconeando sobre el espacio principal. Ese rincón, armado casi como un box privado, ofrece lo mejor de ambos mundos: privacidad y calidez sin dejar de estar al tanto de todo lo que ocurre en el resto del restaurant.
 

3) Oviedo: ver y ser visto en la muy recomendada «mesa 3» (un lujo)

Oviedo Salon 2 (2)
 
Este es un clásico contemporáneo, que ha logrado su consagración a fuerza de una identidad firme y una cocina excelente, que hasta le ganó un lugar entre los 50 mejores de Latinoamérica según la guía San Pellegrino. Sí, ir a Oviedo (Beruti 2602) es un lujo necesario. Y para aprovecharlo aún más, desde el restaurant recomiendan una mesa específica: en la 3, ubicada en una esquina que mira justo hacia la intersección de Beruti y Ecuador, la premisa es “ver y ser visto”, tanto desde afuera como desde el interior. Ideal para disfrutar platos como sus increíbles chipirones a la plancha o algún risotto cremoso sin que haga falta levantarse al baño para que los acompañantes -y el resto del salón- puedan apreciar el esfuerzo de producción invertido.
 

4) Voulez Bar: una ventana a la ciudad, sobre todo en la segunda mesa después de la puerta, a la derecha (and relax)

voulezbar08
Hasta ahora, todas las recomendaciones fueron para ir con amigos o en pareja. Pero también hay mesas ideales para disfrutarse en soledad. En Voulez Bar (Av. Cerviño 3802), su forma de ochava perfecta sobre uno de los cruces más cancheros de la ciudad ofrece varios lugares en los que sentarse a dejar pasar el tiempo y, simplemente, mirar a la gente pasar. En especial, Maleva recomienda su segunda mesa después de la puerta, a la derecha (mirando desde adentro). Pegada al ventanal, es un gran sitio para pedirse un té con scons o con su gloriosa torta de chocolate y, mientras la tarde se asienta, disfrutar el ir y venir de una Buenos Aires en su costado más trendy.
 

5) Tancat: tapeos e historias, pero en la barra

292356_451459254885854_1008957673_n
Si bien la tendencia del tapeo de a poco va arraigándose en distintos restaurantes porteños (y especialmente palermitanos), hay lugares en los que es tradición hace rato. En Tancat (Paraguay 645) el menú ofrece una vasta selección de platos de cocina española, aptos para pedir uno solo o compartir entre dos, pero la posta no está ahí, sino en las tapas. Y más precisamente, en tapear en la barra. Acodado en solitario o en compañía de alguien más, vas a tener a mano a algunos de los mozos más expertos de la ciudad, que en total complicidad te van a ir acercando pequeñas porciones de maravillas al tiempo que te deleitan con historias y anécdotas de otros clientes y otros tiempos del barrio.
 

6) Bella Italia: todo sabe distinto en la mesa de seis, al lado de la barra, con silloncitos Luis XV

salon informal
Para los que descendemos de italianos y crecimos en casas con fuerte influencia tana, hay pocas comidas más reconfortantes que la pasta. En ese camino, la visita a Bella Italia (República Árabe Siria 3285) siempre tiene mucho de hospitalidad y calidez. Emplazado además en una casona de Palermo y dividido en ambientes según las habitaciones de la misma, la experiencia en el restaurant cierra el círculo de confianza cuando se pide la mesa de seis cercana a la barra de tragos, con silloncitos Luis XV que podrían pertenecer a cualquier living íntimo. Casi como estar en casa, aunque allí extrañaríamos la atención del mozo que, por cercanía, siempre está extra atento a esta mesa. “Es la preferida de las mujeres, que suelen quedarse horas charlando”, sintetiza Gustavo Lena, cocinero y dueño.
 

7) MiliOn: la posta es afuera, en primavera, verano, y en invierno también

jardin.JPG 1 (1)
La bellísima casona estilo Beaux Arts que alberga a Milion (Paraná 1048) tiene más de cien años de vida, pero aún le quedan secretos por revelar. Por caso, que aún en el invierno uno de los mejores rincones para aprovechar es la terraza del primer piso. Aunque muchos puedan desvelarse por sus molduras, chimeneas y techos altos del interior, la belleza francesa también está afuera y se puede disfrutar (bien calefaccionada) en sus sillas de ratán con vista al jardín y entrada imponente por una enorme escalera de mármol de Carrara. Si bien de noche también atrae, los brunchs de sábado ganarán mil puntos con esta elección. Y sumarán varios más si al menú se le añade algún trago de la barra iluminada que está justo detrás, bajo la atenta mirada de un retrato del genial fotógrafo Marcos López.
 

8) Unik: la mejor visual y la más práctica es la mesa del fondo pegada al ventanal

556912_499205530099644_1178866601_n
 
En UNIK, el restó chic/pop de Palermo (también en la lista de los 50 mejores de Latinoamérica), la mesa del fondo pegada al ventanal se corona como el mejor rincón. ¿La razón? Una impactante cualidad “visual”: desde allí puede apreciarse el esmero decorativo del lugar, con sus sillas y lámparas de diseños famosos de los ’60 y ’70, su eterna barra de mármol Goflan Silver y su cocina abierta, entre otros detalles únicos. Además, tiene un factor de privacidad, porque solo comparte espacio con una mesa al lado, y está a unos pocos metros de un pequeño pero encantador jardín, ideal para salir a fumar o a tomar un poco de aire. No lo duden y reserven la mesa 21.
 
Fotos: gentileza Oviedo, Bella Italia, Milión, Olsen, Café Rivas, Voulez Bar, Unik y Tancat