Buenos, bonitos y abiertos: cinco restaurantes de Buenos Aires con onda y cocinas abiertas después de las once de la noche

Para el porteño que ama comer bien y ama comer tarde/Desde una cocina con tintes coreanos en el corazón de Caballito Norte hasta platos comfy y caseros “como en el living de tu casa”/Un guiño especial para los amantes de los platitos, los vinos y las pizzas.

Condarco y Culpina extienden los horarios de pizza y platitos en Chacarita.

Buenos, bonitos y abiertos: cinco restaurantes de Buenos Aires con onda y cocinas abiertas después de las once de la noche. Por Fiamma Zampino para MALEVA.

“Muchas personas dicen que Nueva York es la ciudad que no duerme. Créanme, hay otra ciudad al fin del mundo que nunca duerme… y es Buenos Aires”, dice Robert De Niro en la serie argentina, “Nada”. Y en la ciudad que nunca duerme, las cocinas tienen que acompañar.

Robert De Niro no se equivocaba. En Buenos Aires, la ciudad que nunca duerme, la vida nocturna no se limita a bares y boliches. Las cocinas también son protagonistas, con una oferta gastronómica que se extiende del horario «tradicional».

¿No les pasa que muchos lugares dicen hasta qué hora abren o cierran pero no hasta qué hora está abierta la cocina? Si saliste de un recital, si te juntaste con amigos tarde o simplemente te dio hambre después de las once de la noche, siempre hay un lugar para comer rico en Buenos Aires. Por eso desde MALEVA te traemos cinco buenos, bonitos y abiertos.

1) Cuatro perros, 1 livin: el living de encuentros con amigos y comida caserita que sale hasta la medianoche / Cabrera 4723, Palermo.

Hace cinco meses, cuatro gastronómicos oriundos de La Plata – Nico, Santi, Tomás y Ailén – abrieron un bar de vinos con comida de temporada y la idea de atender como si fuera el living de su casa. “Queríamos cocinar rico y atender como nos gusta que nos atiendan”, afirma Nico. En cuanto a la decisión de cocinar hasta las 00, cuenta: “Somos nocturnos y de comer tarde, es como estar en casa para nosotros. Nunca fuimos de cenar a las 20”.

Los buñuelos de espinaca con crema de “sangre azul” y la copa cuatro perros con helado de maní y de crema infusionado en limón, nueces fritas, salsa toffee y cookie choco chips son los imperdibles de la casa porque, puede que el concepto y el ambiente den para que parezca que no saliste del living, pero la gastronomía te hará pensar que tenés un chef trabajando en la cocina. 

2) Joya: la cantina amistosa que saca platitos pasadas las doce (y siempre, mucho vino) / Castillo 601 – Villa Crespo.

Por la zona de los outlets de Villa Crespo, cercano a un polo gastronómico muy copado que se está armando con El Limón, Gilda y Diviiino cerquita, se encuentra Joya. Este local está pensado como una cantina clásica porteña. En lo externo se nota en su estética: camisetas de fútbol colgadas, mesas de aluminio,  sillas simples pero acogedoras y una barra con botellas de vino. En lo interno: su menú. 

Las joyitas de Joya son la milanesa al plato con puré o en sánguche – ¿quién se puede resistir a estos dos clásicos de la gastronomía argentina? –  pero la milanesa viene empanada en panko y el puré de papá con cáscara por encima. Por otro lado, están su asado banderita con maceración previa de 24h y las entradas como la focaccia con tapenade y el cremoso de zanahoria con gírgolas que se robó mi corazón.

Los chicos abren el local los martes de 19 a 02, miércoles a sábado de 18 a 02 y domingo de 12 a 17 hs. A excepción de este último día, su cocina está siempre hasta las 00.30. “El horario de cierre que tenemos se da porque su formato y estilo lo permiten. A diferencia de un restaurante, en una cantina los platos pueden llegar a la mesa en menos tiempo que en otros lugares”, explica, Lucas López Dávalos, uno de los dueños del lugar. 

3) Gordo Chanta: pizza napolitana (con magias de autor) hasta la medianoche en un spot ideal para post recitales / Juan Ramírez de Velazco 1200 – Villa Crespo.

Las primeras referencias de la pizza datan del siglo XVIII. Nápoles fue la cuna de muchas de las primeras pizzerías de Italia que posteriormente se extenderían por todo el país y, siglos después, por casi todos los rincones del mundo hasta llegar a una esquina de Villa Crespo. Donde antes había una antigua fábrica de pastas, hoy un cartel de neón anuncia “pizza, vino y faso” en lo que es la entrada de Gordo Chanta.  

Su dueño, Juan Carlos Ortiz, quien también está al frente de La Favorita junto a su hermano, nos contó sobre sus comienzos. “Empecé en 2020 haciendo pizzas para mis amigos y fui aprendiendo en el camino. La marca surgió después de que un cliente se ofendió porque no le gustó la pizza. Él fue quien nos regaló el nombre”.

Aunque el estilo de Gordo está inspirado en el napolitano, buscan distanciarse un poco y experimentar con ingredientes de temporada que normalmente no se encuentran en una pizza como higos y miel. Quizás sea esto lo que las hace tan especiales, o tal vez sea el hecho de que las pizzas se amasan en el momento y salen directamente del horno de barro. «Además, le agregué algunos caprichos personales al local, como la parrilla para sacar entradas y platitos», explica Ortiz.

En Gordo Chanta, que celebra su segundo aniversario en julio, las entradas, platitos y las 9 variedades de pizzas salen desde las 19hs hasta la medianoche de jueves a lunes. Su cercanía al Movistar Arena lo hacen un spot ideal para ir post recital. «Para mí, no cerramos la cocina demasiado temprano. Los comensales porteños y las pizzerías clásicas de la ciudad nos dicen que nuestro horario es perfecto».

¿Otro plus?: ofrecen agua filtrada sin límite durante toda la cena.

4) PPANG: un coreano hasta casi medianoche en una zona que no deja de crecer / Cucha cucha 998 – Caballito.

Euge Winogora y Nicolás Gonzalez están establecidos en Caballito desde el 2019, cuando crearon Menenga, pero la necesidad de tener un espacio más grande para la panificación los llevó a abrir PPANG –que significa «pan» en coreano- hace un mes en la zona residencial del barrio. “Encontramos una esquina hermosa y surgió la idea de combinar una panadería en el piso de arriba con un restaurante abajo”, nos cuenta ella. 

Así fue como nace este nuevo local en el barrio que tanto aman, que con la cocina abierta de jueves a lunes hasta las 23:30 ofrecen, desde sándwiches de pollo frito y vietnamitas con matambrito de cerdo marinado, pickle de nabo, pickle de zanahoria, cilantro, ajíes y mayonesa japonés hasta papas de triple cocción con kétchup de banana. El plus es que PPANG está abierto hasta la 1 vendiendo vermú y vinito así que también te podés quedar tomando algo.

5) Condarco + Culpina: un dúo dinámico de platitos y pizzas en Chacarita / Av. Dorrego 901 y Jorge Newbery 3791, Chacarita.

Condarco abrió hace 3 años en la casa de su dueño, Pablo Fridman. Cuando empezó a crecer, se asoció con un amigo y expandieron a un local en la calle, transformando esa esquina de Chacarita en un lugar en el que gusta quedarse y volver.

Entre platitos y platos, con muchas opciones vegetarianas y veganas, son uno de los que apuestan por esta tendencia nocturna. Lo más elegido hoy son la tortilla, la pesca curada y los ñoquis de arroz con langostinos, que pueden pedirse hasta las 23:30.

Además, en enero Pablo inauguró Culpina, sobre la calle Jorge Newbery; una pizzería en el mismo barrio donde se cocina hasta las 00. «Nos parecía que, por una cuestión identitaria del argentino que suele comer hasta tarde, era acorde que le ofreciéramos esa opción, tanto por si quieren ir por platos y platitos o por una pizza».

Culpina lleva el nombre de la calle que es la continuación de Condarco del otro lado de Rivadavia. Es una pizza tradicional porteña a la piedra, con gustos clásicos que tratan de emular los sabores de barrio de la infancia. No es individual como las italianas, sino que cada una trae ocho porciones. Además, hay fainá y empanadas de carne cortada a cuchillo y de papa, queso muzzarela, queso pepato, verdeo y pimentón ahumado. ¿El local? Chico y sin pretensiones: un horno de barro que es protagonista, una barra y mesitas afuera.

Dato importante: de postre tienen un flan mixto con cantidades hermosamente exageradas de dulce de leche y crema.

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Las fotos: son todas gentileza de prensa de los restaurantes mencionados.