BARRAS A LA CALLE: SEIS COORDENADAS PARA PEDIR Y COMER AL AIRE LIBRE / POR CAMI DE RIENZO

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En una nueva churrería gourmet de Palermo, podés pedir alguna de sus creaciones en su ventanal, y probarlas en mesas sobre la vereda

BARRAS A LA CALLE: SEIS COORDENADAS PARA PEDIR Y COMER AL AIRE LIBRE / POR CAMI DE RIENZO

Estás todo el día en la oficina y ves, atrás del vidrio, un día con solazo. La primavera llegó con ganas de caminar, de sentir el aire libre y de planes que no tengan techo. Ya no querés entrar a ningún lado, la posta está en salir. Y, qué mejor que una salida con comida de por medio, ¿no? Por eso, desde MALEVA salimos a buscar seis spots que, con barras sobre la calle, permitan que elijas, pidas y pruebes platos y tragos, todo al aire libre y sobre la calle. En barrios súper cancheros y zonas muy cool, la posta de estas coordenadas está en asomarte por una ventana sobre la vereda, elegir qué querés, esperarlo con solcito en la cara, y comerlo al paso o en alguna de sus mesas que, por supuesto, son a la intemperie. ¿Ya te tentaste? Descubrilas:

1) FLORENTÍN: UN KIOSCO DE FUSIÓN ÁRABE – ISRAELÍ PARA HACER PICNIC (GENIAL EL HUMMUS) / JUNÍN 1795, RECOLETA

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Esta sí que es intrínsecamente callejera. A tal nivel que no hay espacio bajo techo. Florentín no sabe de cuatro paredes, porque es un verdadero kiosco foodie que, en vez de exponer golosinas, ofrece recetas de fusión árabe – judía. Una apuesta por un concepto innovador pero sencillo, que vive bajo el espíritu del picnic, del aire libre, y de los días soleados, claro.
En la pared revelan su menú, que lo que no tiene en extensión lo tiene en originalidad. Falafel, koftas de carne y kebab de cordero son los principales, y vos podés decidir cómo los querés. Entre pan pita, o al plato con hummus (uno de los fuertes indiscutidos, cuya receta, cuentan, tardaron tres meses en perfeccionar para llegar a la textura perfecta). Los toppings colorean el mostrador y tientan a quien se asome. Para continuar la gira gastronómica, podés pedir la torta de pistacho de postre – una bomba – y, para tomar, clásicos como birra u opciones más exóticas como soda de pepino. La ventana deja pispear a todo curioso el detrás de escena y chusmear el paso a paso de tu plato.
Ahora, lo más divertido es elegir dónde comerlo. Podés llevarlo a tu oficina, sí, pero la idea de este kiosco revolucionario es consumir sus recetas al aire libre. Tanto en sus mesitas en la vereda, como sobre los metros de pasto disponibles ahí nomás. Un pequeño picnic frente al emblemático Cementerio de la Recoleta. Desde ya, un plan gastronómico distinto por las calles porteñas.

2) TOSTADO: EXPENDIOS POR LA CIUDAD Y SOBRE LA VEREDA CON UNA ONDA NEWYORKINA, GRAN CAFÉ Y PRODUCTOS PARA TODO MOMENTO

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Bajo copas de árboles, una barra black and white sobresale por sobre la vereda. Con una vibra newyorkina – y, por ende, cool – Tostado llevó al take away a su versión más canchera y moderna en reiterados puntos de la ciudad. Las versiones de “expendio” de esta cadena cafetera ya son marca registrada y un favorito callejero. Si pasaste por enfrente caminando, seguro te tentaste con algo. Muy difícil que no sea así, si solo un vidrio te separa de delicias desde healthy hasta de lo más bomba que conquistan los ojos con facilidad.
Ensaladas – buenísima la Noodle Style ($160), con noodles de zucchini, fideos integrales, maní tostado, calabazas asadas, tomates cherry, parmesano y espinaca baby –, sándwiches de todo tipo (el que más sale es el Lomito Parma ($110) con parmesano, tomate, queso crema, ciboulette, lomito y pan baguetín amapola), y wraps para la hora del almuerzo. Pero no se quedan ahí, porque cubren los antojos de cualquier momento del día. Desde aguas naturales, chia pudding, mix de frutos secos en botella o yogurt con cereales y fruta; hasta brownies y postres en pote con capas de dulce de leche que, evidentemente, seducen lo suficiente. Ah, y lo de “Café Club” no está de más, porque las opciones cafeteras no escapan ningún Tostado, mucho menos uno de take away. De todas formas, si te sobran algunos minutos y querés un lugar donde sentarte para disfrutar de lo pedido, también suele haber mesas de madera sobre la vereda.

3) BOURBON BRUNCH AND BEER: UN NUEVO STREET BAR CON UNA BARRA A LA CALLE Y MESAS DESPLEGABLES DE LAS PAREDES (LAS HAMBURGUESAS LA ROMPEN) / RAVIGNANI 1802, COLEGIALES

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Una de las novedades más codiciadas de los últimos tiempos supo que, como apertura innovadora, no podía dejar afuera el concepto Street Bar en todos sus ángulos. Uno de ellos es, sin dudas, la barra a la calle. Bourbon Brunch and Beer es la nueva incursión de los creadores de Uptown, el hit newyorkino subterráneo que conquistó a todo porteño. Hace muy pocos días, esta nueva apuesta llegó con un protagónico trendy: el whiskey. 70 botellas de esta bebida con cada vez más adeptos, cervezas importadas y platos de vanguardia – que incluyen desde opciones para brunch los fines de semana, hasta hamburguesas con recetas secretas –, este reciente spot palermitano apuesta alto.
Y lo interesante es que todo esto lo podés pedir en una ventana tipo balconcito que da a una de las calles del territorio más cool de Buenos Aires. Además, hay mesitas desplegables de las paredes – sí, real – como bandejas adjuntadas junto a las ventanas, para apoyar lo que quieras degustar. Así, la calle es una verdadera extensión de este novedoso espacio. Para los días primaverales, fumadores empedernidos, amantes del aire libre y la onda veraniega, este es el territorio donde probarlo.

4) CHORI: UNA JOYITA PALERMITANA QUE REVOLUCIONÓ AL CHORIPÁN ES LA MECA DEL STREET FOOD CON UNA BARRA Y BANCOS SOBRE LA CALLE / THAMES 1653, PALERMO

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¿Necesita introducción? No demasiada, porque Chori es el pequeño spot Palermitano que homenajea al sándwich parrillero emblema con una revolución gourmet de lo que – creíamos – era un plato callejero, y que se convirtió sin escalas en una estrellita foodie porteña. Sin perder la mística Street food, las recetas de choripán que abarcan la propuesta incluyen combinaciones como chorizo picante con morrón, cebolla, jengibre y tomate. Ah, y además del menú fijo, todos los meses pasan por la cocina distintos referentes gastronómicos que reinterpretan al chori en su propia versión.
Ya querés ir, lo sabemos. Por eso, te contamos que, todo esto, lo podés pedir en su místico ventanal que, como un upgrade al foodtruck de la costanera, permite comer el sándwich de turno sobre la calle o en sus mesas y bancos de la vereda. Si no, pedir y comer al paso mientras recorrés una de las zonas más cancheras de la ciudad es otro gran plan. Bueno, todo lo que incluya un delicioso sándwich parrillero es buen plan.

5) JUAN PEDRO CABALLERO: UN NUEVO Y GENIAL SPOT DE CHURROS GOURMET PARA PEDIR SOBRE LA CALLE Y PROBAR AL AIRE LIBRE (INCREÍBLE EL CARIOCA CON COCO, MARACUYÁ Y MANGO) / THAMES 1719, PALERMO

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Esta es una primicia que va a enloquecer a más de un dulcero (por no decir todos). Juan Pedro Caballero es una propuesta que, como Chori, enaltece uno de los clásicos porteños: el churro. Esta reversión gourmet de una insignia dulcera promete ser un hit. Diferentes rellenos, coberturas y toppings que, por supuesto, no esquivan el dulce de leche, son el plan del momento. “Se nos metió en la cabeza que teníamos que fusionar la típica churrería española, de churros finitos y largos, con los que se comen acá, rellenos”, cuenta el dueño, Pedro Peña.
Imaginate esto: vas a pasar una tarde a Palermo y, caminando por las calles adoquinadas, te agarró hambre. La propuesta de esta nueva coordenada es frenar en la ventana que da a la calle, pedir alguno de sus churros artesanales, café o chocolate caliente, y sentarte en el banco comunitario (sobre la vereda, obvio) para degustar – o deglutir, depende de cuánto te contengas – alguna de las recetas que, dicho sea de paso, son geniales. Comerlo al paso tampoco está nada mal.
Y, ya que estamos, compartimos algunas de las delicias que podés probar. Los más tradicionales pueden elegir llevar 4 churros clásicos con una salsa a elección (chocolate con leche o negro). Pero los hay muy originales, como el “Lemon pie” con curd de limón y merengue, “cannoli” con ricota, pistacho y toffee o “carioca” con coco, maracuyá y mango. También tienen ofrecen chocolate caliente espeso para ir bañando (o ahogando) los churros. Y, alerta: también hay uno combinado con helado.

6) CÔTE CAFÉ: UN CANCHERÍSIMO BISTRÓ ESTILO PARISINO CON UNA BARRA MUY COOL Y BOHEMIA SOBRE LA VEREDA / JOSÉ HERNÁNDEZ 1399, BELGRANO

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El toque rústico francés inunda Coté Café, un pequeño espacio que se instaló sin escalas como uno de los preferidos del barrio. Mesitas y sillas de madera, cajones con frutas y verduras expuestos, y toldos azules se adueñan de la vereda de esta esquina y la convierten en un petit bistró parisino. La onda bohemia y cool francesa toma este rincón veredeable de Belgrano, con una ventana que da directo a una parte de la cocina, una barra adherida, y sillas altas para sentarse bajo los árboles y respirar la paz de la zona.
¿El menú? Platos para todas las comidas del día. De cocina francesa, por supuesto. A la mañana y a la tarde su magia al aire libre se presta para probar alguno de sus cafés junto a la típica pastelería originaria de este país europeo: croissants, french toasts, waffles, etc. Para el almuerzo o la cena, el menú se amplía aún más. Sándwiches acompañados de papas cuña o ensalada de verdes, distintas hamburguesas, pizzas, una tarta del día y platos de carne, pollo o pescado. ¡No te olvides de preguntar por el especial del día! Las copas de vino y las cervezas artesanales también toman el espíritu de Coté, perfecto para un clima after office.
Fotos: gentileza lugares mencionados