Así es Invernadero: un bar de gins «escondido» en la Biblioteca Nacional

Un oasis en el medio de la Buenos Aires que se convirtió en uno de los bares con más personalidad de Recoleta/Un lugar lleno de plantas y con evocaciones literarias/Su carta fuerte: los gin tonics tirados/Además: ¿con qué tapas acompañarlos?/Ideal para una tarde o nochecita, bajo las estrellas

Con nombres con algunas referencias literarias, en barril y tirados: los gins tonics son la estrella de Invernadero

Así es Invernadero: un bar de gins «escondido» en la Biblioteca Nacional. Por María Delfina Carmona / Agüero 2502 – Recoleta

En plena Biblioteca Nacional, rodeado de libros y cultura, se instala Invernadero: un bar de ‘Gin & Tapas’. Ideal para ir a picar algo y darte un gustito con su gin artesanal tirado de la casa. ¿Nuestros tragos de autor preferidos? El clásico “Casa Tomada” (nótese la referencia a Cortázar, amamos) con pétalos de rosa y pepino y “Salvatore” con infusión de hibiscus, romero fresco y naranja deshidratada.

“El nombre lo dice todo: Invernadero es un oasis en el medio de la ciudad. Una mezcla entre el diseño, lo clásico, lo bueno”, le sintetiza a MALEVA Lucas Roballo, uno de los creadores. “Su gin tonic ya viene elaborado en el barril y sale a través del proceso de la típica canilla de birra artesanal, tenemos seis canillas”, comentó.

“La idea de basarnos en un gin sale de un boliche que teníamos nosotros (África): la mayoría del consumo era de gin tonic, vimos una veta por ese lado. Cuando encontramos el local en la Biblioteca Nacional se fue dando”, le contó a MALEVA Lucas Roballo, sobre el origen del bar en Recoleta…»

La idea de basarnos en un gin sale de un boliche que teníamos nosotros (África): la mayoría del consumo era de gin tonic, vimos una veta por ese lado. Cuando encontramos el local en la Biblioteca Nacional se fue dando”, le contó sobre el origen del bar en Recoleta. “La identidad del contexto era tan fuerte que merecía ser un lugar difícil de replicar, lleno de plantas, de naturaleza, en el medio de la ciudad, acompañado de diseño. El local lo buscó a Invernadero, era el lugar perfecto”, resume Lucas.

La propuesta gastronómica gira alrededor de las tapas: unos platitos chiquitos con sabores muy cuidados. Hay desde un ceviche, una tortilla o hasta unas mollejas. Y ojo con el montadito de hongos portobello y queso brie que es un mimo al paladar, nuestro elegido sí o sí.

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Para leer la nota completa de María Delfina Carmona sobre los mejores lugares para tomarse un trago a la tarde y al aire libre en Buenos Aires, hacé click en este link: shorturl.at/tINR7

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Fotos: son todas gentileza de Invernadero.