Al día con Zona Norte: siete novedades – desde un café con tienda de arte hasta una barra de ostras y espumante – entre Olivos y Tigre

No todo lo bueno pasa en Capital/En los últimos meses desembarcaron proyectos con coolness, nivel y arte al corredor entre Florida y Tigre/Un multiespacio creativo en un ex conventillo, un café con propuesta bien sólida y mucho diseño, una novedad nocturna que faltaba en el bajo de San Isidro y la ampliación de un clásico sobre el tren.

Misty es el nuevo espacio con diseño, café y un menú para todo el día que está dando de qué hablar en San Isidro.

Al día con Zona Norte: siete novedades – desde un café con tienda de arte hasta una barra de ostras y espumante – entre Olivos y Tigre. Por Lenchu Rodríguez Traverso.

No todo lo bueno pasa (solo) en Capital. Pareciera que la tendencia hoy es salir corriendo de los epicentros ya rebalsados de cosas y de gente, para instalarse en zonas un poco más tranquilas. Así es como florecieron Núñez y Devoto, sacándole un poco de protagonismo y novedades a Palermo y Chacarita. 

En Zona Norte la movida viene un poco más lenta. Sin embargo, en estos últimos meses fueron aterrizando algunas propuestas con diseño, con mucha calidad de producto, con nombres reconocidos detrás, con ese “no se qué” que hacen que valga la pena el viaje. O que generan alivio – “¡qué bueno no tener que ir a Palermo para esto!” – entre todos los que viven del otro lado de la General Paz. Acá, siete novedades con estilo entre Florida y Tigre.

1) Pasaje Victoria: Roy Asato se animó a una barra de espumantes, ostras y tapas españolas en un rinconcito escondido cerca de la estación./ Corrientes 598, Local 3 – Olivos.

Escondido atrás de Asato Sushi, atravesando un pasillo corto, Pasaje Victoria es la propuesta más nueva, y la más occidental, de Roy Asato en Buenos Aires. En un espacio chico de luces íntimas; una barra con 6 banquetas y un par de mesas chicas te transportan por un rato a un speakeasy europeo.

La carta con sus ostras frescas y gratinadas, pinchos de langostinos y calamar a la plancha, son una oda al tapeo español; donde el producto (con mucha presencia de mar) conquista casi por sí solo. Croquetas de hongos y de jamón crudo, morcilla con tomate, tortilla de papas, tartare y crudo de trucha y otros platitos más completan una propuesta que es perfecta para “probar un poco de todo”, vengas en grupo o solo. La vedette de las bebidas es el espumante, que se sirve en copitas de anticuario, muy al estilo La Champañería de Barcelona. Un poco a propósito, porque ahí apunta Roy; a convertir al bar en un punto de encuentro que se llene de gente tapeando y brindando con burbujas.

2) Misty: un auténtico “wow” de diseño, café a la altura y un menú donde vale “todo, todo el día”./ Av. Libertador 16772 – San Isidro.

Sol y Jazmín, dos amigas de toda la vida, una pastelera y otra gastronómica, armaron el café que creían que faltaba en San Isidro, con un concepto interesante: “todo, todo el día”. Desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde podés pedirte, desde un yogur con granola hasta una hamburguesa o su sándwich de pollo frito con las papas fritas Misty. Ya no hay horarios de cierre de cocina ni limitantes cuando, en un grupo, están en el mood para cosas muy distintas. 

Para el café convocaron a Diego Lobo – creador de la Escuela de Café – que les hizo una carta de opciones simples – no hay Flat white, sino espresso y leche en distintas proporciones – y unos fríos de autor, como el Misquik que tiene perfume de lavanda y almíbar mágico.

El diseño es un capítulo aparte. Es el primer gran proyecto de la arquitecta Camila Monge que captó con texturas y mucho arte – sobre las paredes, en las lámparas, en las puertas y en el piso – lo que ellas buscaban transmitir: calidez y suavidad. Un oasis donde ni te enterás que estás sobre Libertador.

3) 6 Tigres Despensa: una ventanita de café y una tienda de arte ATP, como en Palermo pero con espíritu de barrio./ Valentín Vergara 2292 – Florida.

Si caminás por la calle Vergara, uno de los corredores más lindos de Florida, seguro te topás con esta ventanita blanca que emana aroma a canela, mucho color y la energía alegre de Guille Álvarez Colodrero y Pol Lykan. Seis Tigres es una sinergia entre la tienda de arte Yunta y un café con delicias al paso, en manos del chef de Overo. 

El café es afuera y el arte adentro. Para el primero hay una carta que reivindica lo clásico: hay café de calidad pero sin snobismo, vale (y se celebra) pedir un café con leche y se le puede agregar crema, chocolate o un syrup casero como el de vainilla. Los vecinos vienen con su taza y se llevan su café y una porción de budín de banana extra húmedo o la vedette: el brioche relleno – de dulce de leche, manteca de canela o frutos del bosque – que sale calentito.

Adentro es Disney para los que aman el arte. Las paredes están cubiertas de cuadros, hay cajones llenos de láminas, cerámicas, velas, cuadernos, stickers, y más. Hay arte en el formato, tamaño y precio que se busque, una auténtica tienda de arte apta para todo público (como las que mencionamos hace unos años en una nota de MALEVA, donde aparece justamente Yunta).

4) Kirkira Social: el espacio familiar, cálido, de platos interesantes y vinos que faltaba en el bajo./ Tiscornia 809 – San Isidro.

Jueves, viernes y sábado a la noche, Kirkira viene conquistando la calle Tiscornia en el bajo de San Isidro. Se desprendió del taller de cerámica de las mellizas Paz y Camila de Urquieta, sumando la pasión de una familia que no es gastronómica pero ama la comida. Cuando abrieron en octubre – de manera muy veloz, casi tirándose a la pileta – tenían lugar para 17 personas y hoy hay sillas para 38. “Terminó la primera semana y tuvimos que salir a comprar cubiertos”, cuenta Camila entre risas. 

El menú, que van cambiando por épocas, no tiene más hilo conductor que “lo que les vaya pintando” en el brainstorming familiar, una mezcla de recuerdos y creatividad. Como la milanesa con salsa de choclo que se inspiró en la que comían en el colegio, y la mantienen en la carta porque es un hit desde el principio. Esta temporada sumaron un sándwich de fish and chips, un pollo con mole y arroz bien sabroso y una lasaña de mejillones, entre otros platos.

Tienen platitos para los que van en modo picar, principales contundentes para el que llega con hambre y cuatro opciones para el que ama los postres. ¿Para tomar? Etiquetas boutique, pingüinos, un vino por copa por fin de semana – que marida con el plato fuera de carta – y tragos. 

5) Conventillo: cafés, libros y plantas, el combo imbatible al que se le suman eventos itinerantes con onda al aire libre./ Boulevard Sáenz Peña 1339, Tigre.

En una ex pensión clásica de Tigre, con la arquitectura intacta, Soledad Benvenuto y su hijo Santiago Torres armaron Conventillo; “una casa para compartir” donde se respira una atmósfera creativa y artística en modo oasis. Entrás a una galería con mucho verde, muebles antiguos y mesitas bajo las plantas y te recibe Petit: la primera propuesta de café y cosas dulces caseras, para disfrutar en el lugar. Avanzás y aparece Estación Libro, una librería que te invita a explorar tapas y géneros envuelto en puro silencio, y más adelante “Hola Plantery”, una tienda botánica con plantas, macetas y unos jarrones espectaculares de flores que te reciben en la entrada.

Avanzando un poco más aparecen una serie de cuartitos al aire libre – las cápsulas de emprendedores – donde invitan a emprendimientos artesanales y sustentables a vivir la experiencia de tener un local a la calle en formato temporal. Una marca de ropa orgánica, una tienda de juguetes de niños, un bazar, una maquilladora y pronto se les suma Camper: una pizzería y pickup de vinos. Al fondo, en el patio al aire libre, ya empezaron con eventos gastronómicos itinerantes (hace poquito fue sede del ciclo Deshabu) y planean colocar una cocina al aire libre, para seguir convocando movidas.

6) Tigre Morado: aterrizan los ceviches, tiraditos y piscos a un local inmenso sobre Libertador./  Av. del Libertador 2405 – Olivos.

La comida peruana llegó a Zona Norte en forma de un mega local sobre Libertador. Una nueva sucursal de Tigre Morado trajo sus ceviches, causas, tiraditos y sushi a Olivos, en un espacio donde la salsa de fondo acompaña la frescura y el color de los platos. Del techo cuelgan botes, medusas, hay murales con pulpos y el salón inmenso está preparado para todo: parejas y grupos. 

Lo mejor es probar varias cosas: como su ceviche apaltado, el pulpo óleo limón, el tartar de trucha – que sale con una galleta de arroz y alga nori – y un principal, uno de sus “fortachones”, como el bife apanado con yema curada y tallarines huancaína, el arroz meloso o el “Yakiudon Nikkei”, los fideos de udon salteados con mariscos.Si vas para la experiencia Nikkei completa, el pisco sour no puede faltar. 

7) La Valiente, más valiente: el nuevo clásico del bajo ahora suma almuerzos y mucho más lugar para sentarse a comer entre naturaleza y junto al tren./ Juan Bautista de LaSalle 433 – San Isidro.

La Valiente ya no es novedad, pero lo que sí es nuevo es que el proyecto de Germán Torres y Chris Petersen se amplió y tomó el local de al lado para armar “La Valiente, más valiente». Al mostrador de panadería, pastelería y laminados del local original, le sumaron una cocina y más propuestas de desayuno y almuerzo

Ahora al mediodía hay sorrentinos caseros de jamón y queso, milanesa de Los Petersen con tallarines; también hay ensaladas, tostones con su famoso pan de masa madre, bagels y unas pizzas de molde pero crocantes, también de masa madre, como la de hongos a la chapa. Al nuevo espacio que tiene más lugar para sentarse y servicio de mesa, le sumaron una cava de vinos para llevar. Se viene próximamente una heladera de pastas frescas y muchos eventos: degustaciones, clases de hojaldre, de pastas, de pizzas y la clase mensual de pan.

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Las fotos de Tigre Morado y Kirkira son gentileza para prensa.