«Pequeños enormes momentos de disfrute: así viví 72 horas (en cinco coordenadas) de lujo, calma total y asombro en Córdoba…»

Un hotel boutique con uno de los mejores spas del continente, una estancia rodeada de cerros y viñedos propios, restaurantes con esencia regional pero super ambiciosos, naturaleza que conmueve y un rincón vegetal que es pura sorpresa.

Diez mil cambios abajo, gastronomía de lujo y elegancia rural en la Posada Estancia La Matilde de Traslasierra. 

«Pequeños enormes momentos de disfrute: así viví 72 horas (en cinco coordenadas) de lujo, calma total y asombro en Córdoba.» Por Tamara Tornello para MALEVA desde la Provincia de Córdoba.

Hace unas semanas MALEVA viajó a Córdoba para descubrir diferentes puntos de la provincia. La había visitado en tres ocasiones y ninguna de ellas se había parecido entre sí. En 2004 fui al Rally Mundial y estuve en Villa Carlos Paz y La Cumbre, en 2019, al festival La Nueva Generación con la excusa de viajar y escuchar en un mismo fin de semana a bandas y artistas como Babasónicos, Usted Señalemelo y Wos, y en 2023 fui a lo que los cordobeses llaman “El baile más grande del mundo”, donde aprendí más sobre La Mona Giménez y el fernet que sobre Córdoba en sí. Nunca había llegado a vivir la verdadera esencia de la provincia hasta esta nueva aventura.

Mi experiencia 2024 fue totalmente diferente a las anteriores. Fue más calma, pude apreciar detalles en la gastronomía, en los paisajes y en la calidez humana de todas las personas con las que me crucé. Entre las muchas cosas que hicimos en 72 horas, visité un hotel boutique con un spa premiado a nivel internacional, recorrí el centro histórico, me alojé en una posada en el Valle de Traslasierra que trabaja bajo el concepto de sostenibilidad y me sorprendí con un cactario más que inesperado. Acá les comparto los lugares que, gracias a este viaje, aprendí que hay que tener en cuenta para una estadía completa de relax, sorpresa y, por qué no, lujo cordobés.

«Mi experiencia 2024 fue totalmente diferente a las anteriores. Fue más calma, pude apreciar detalles en la gastronomía, en los paisajes y en la calidez humana de todas las personas con las que me crucé. Entre las muchas cosas que hicimos en 72 horas, visité un hotel boutique con un spa premiado a nivel internacional, recorrí el centro histórico, me alojé en una posada en el Valle de Traslasierra que trabaja bajo el concepto de sostenibilidad y me sorprendí con un cactario más que inesperado…»

1) El hotel boutique Azur: una fachada histórica que esconde un oasis de dieciséis habitaciones (y el que fue elegido mejor spa de América Latina). / San Jerónimo 243/257 – Ciudad de Córdoba.

Una fachada discreta esconde un oasis en pleno centro de la ciudad de Córdoba. El hotel Azur está ubicado en un edificio que data de 1915 y es parte del patrimonio arquitectónico de la provincia. Funciona desde el 2009 y, antes de llegar a ser lo que es hoy, fue un anexo del colegio Dean Funes, una droguería, la discoteca “Jerónimo Bailable”, en la que se presentaba Rodrigo antes de ser conocido, y un restaurante chino, entre varias otras cosas.

En su diseño actual se aprecia la fusión de toques clásicos y modernos. Es un espacio lleno de sorpresas: esencias, aromas, detalles de bienvenida y servicio que marcan la diferencia en tu estadía desde el momento en el que ingresás. Tiene dieciséis habitaciones de cinco categorías diferentes y en cada una de ellas vas a tener la opción de elegir tu almohada dentro de un catálogo, un set de mate con diseño único y un instructivo para crear tu propia pieza de origami para relajar aún más la mente.

En la planta baja del hotel están los impresionantes Baños de Azur, el spa premiado como mejor spa de Latinoamérica en 2023 que fue inaugurado en enero de 2021, luego de seis años de obra. La arquitectura está hecha desde cero e inspirada en el diseño jesuita, los baños romanos, griegos y turcos. Entrar ahí hace que te olvides al 100% en dónde estás. Al flotar en el agua dentro de las primeras piletas del recorrido empezás a vivir una experiencia que, gracias al entorno, oscila entre un sueño y la realidad. El recorrido dura aproximadamente dos horas y finaliza en una habitación con una instalación cinética y lumínica llamada Orbitario creada por el artista Santiago Viale y el arquitecto Diego Nievas. Reflejos, luces, sombras y sonidos hacen que, de a poco, reconectemos con la vida real.

La Despensa de Azur, el restaurante del hotel, es otro de sus puntos fuertes. Ofrece desayuno, almuerzo y merienda buffet, y cena por pasos. No hace falta estar alojado para poder acceder. El desayuno de La Despensa fue mi favorito porque combina sabores, texturas y colores y ofrece productos de altísima calidad que no estamos acostumbrados a disfrutar en hoteles: panadería, pastelería realizada allí mismo, productos traídos del interior de Córdoba, toppings, verduras y frutas frescas, estación de quesos, charcutería, estación de miel (de Traslasierra), maní (de San Marcos Sierra) y oliva (de Cruz del Eje), jugos, yogures y untables, entre muchas otras cosas.

La cena es por pasos y cada plato lleva un nombre de ciudad o pueblo cordobés para indicar de dónde proviene el producto que comemos, con el fin de visibilizar y posicionar a los productores. En cuanto a vinos, las propuestas son locales y de distintas regiones de la provincia. Además, hace muy poquito comenzaron a planificar el proyecto de invernadero con huerta en el hotel.

Spoiler: desde Córdoba están trabajando para, muy pronto, replicar Azur en Buenos Aires. Estén atentos porque va a ser un lugar que va a entrar en la lista de los imperdibles de la Ciudad.

2) Posada Estancia La Matilde: cómo bajar las revoluciones (y despertar los sentidos) con vista a las sierras y rodeado de viñedos (con vinos propios, desde ya), perfumes y atardeceres grandiosos. / Ruta Provincial 14, KM 133, 5 – camino a San Javier – Valle de Traslasierra.

A tres horas de Córdoba Capital está la segunda parada de nuestro viaje, la posada La Matilde. Se inauguró en 2015, cuenta con diez habitaciones y está ubicada dentro un predio de sesenta y cuatro hectáreas — seis de ellas destinadas a viñedos y treinta a bosque nativo —, en el Valle de Traslasierra. Es un emprendimiento familiar y allí se producen vinos, cosmética natural, aromáticas y girgolas.

Desde el instante en el que entrás, sentís la desconexión. El momento de bajar las revoluciones y despertar los sentidos llegó. La vegetación y el aire puro que se respira ahí es invaluable y los pequeños momentos de disfrute pasan a ser enormes. Sentarte en la galería con un mate, un café o una copa de vino para apreciar la naturaleza, los sonidos de los pájaros y los colores magnéticos que produce el atardecer en esa zona es una experiencia que me gustaría que quienes lean esto vivan al menos una vez.

Pero las vistas, los atardeceres y la calma no son todo porque si de algo se aseguraron los creadores de este paraíso rodeado de sierras, es de ofrecer actividades para que los huéspedes se sumerjan en primera persona en su flora y fauna. La Matilde cuenta con una huerta que provee a su restaurante, piscina al aire libre, cava de vinos, bodega y viñedos, pulpería, huerta orgánica y biodinámica, cancha de bochas, clases de arquería, taller de panificación y elaboración de mermeladas con pétalos de flores, trekking, experiencias de astroturismo y cabalgatas. Para quienes quieran ir un paso más allá en lo que refiere a relajación ofrecen sesiones de masajes, lectura de tarot y clases de yoga.

3) De Adobe Restaurante + bodega (La Matilde): una experiencia culinaria sofisticada y que es un retrato de sabores e ingredientes locales, con vinos biodinámicos de ahí mismo. / Camino a San Javier – Valle de Traslasierra.

DeAdobe, el restaurante de La Matilde, está abierto al público. Trabaja con productos locales y su menú está dividido en entradas, carnes, pescas, amasados, productos de la tierra, infantiles y postres. ¿Los platos destacados? Las mollejas a la chapa con arroz frito y crema de remolacha, el bife de chorizo con manteca de hierbas y papas bravas, la trucha a la chapa con crema cítrica y cremoso de zanahoria y el cremoso de chocolate con almíbares.

El restaurante fue finalista en el Prix Baron B Édition Cuisine 2024 donde presentó, ante un jurado encabezado por Mauro Colagreco, “Bosque serrano”, un plato que lleva esferas de queso de cabra tibio, néctar de flores, gírgolas crocantes en manteca propia, hierbas silvestres, jugo de hongo de molle y algarroba.

En nuestra estadía hicimos una cata de vinos para conocer su producción local. En La Matilde  producen entre ocho y quince mil litros al año basándose en un calendario agrícola, astrológico y biodinámico y respetando los ciclos naturales de las uvas, sin utilizar químicos ni conservantes.

Actualmente trabajan con Malbec, Cabernet y Tannat. Mi recomendado es el Ladrón de Corazones, un corte de tintas que, como el nombre lo indica, se robó más de un corazón de quienes lo probamos esa noche. Es fresco, con aroma frutal y amigable para tomar en cualquier ocasión. Los nombres de sus vinos están relacionados con anécdotas personales de sus creadores.

4) Hotel y bodega Aráoz de Lamadrid: trece hectáreas de naturaleza, mucho arte, vinos y vermú de elaboración propia. / Camino al cerro Champaquí, San Javier, Valle de Traslasierra.

Aráoz de Lamadrid es un hotel y bodega a solo diez minutos de La Matilde en donde Goyo y Ana, sus creadores, se encargaron de reflejar su impronta. No los pude conocer personalmente pero los colores estridentes utilizados en las edificaciones de las cabañas, el uso de textiles y objetos de decoración en las habitaciones y la calidez con las que nos recibió Alejandro, encargado de la administración y la bodega, me permitieron adentrarme un poco a su personalidad.

En su parque de trece hectáreas hay siete habitaciones rodeadas de vegetación y ciento cincuenta obras de arte de diferentes artistas del Valle de Traslasierra. La idea de Goyo y Ana es que, quien se hospede allí o visite la bodega, pueda convivir con arte local.

Durante nuestro almuerzo con vista a las sierras pudimos degustar el vermut y los vinos jóvenes de producción propia que realizan junto con enólogos mendocinos. Probamos un rosado, un blend de uvas blancas y un blend de tintas mientras acompañamos el menú por pasos que nos habían preparado. Además, visitamos la bodega en la que producen sus veintitrés mil botellas anuales.

5) El Cactario de Aráoz de Lamadrid: ¿quién quiere volver a estimular su capacidad de asombro?

Algo con lo que cuento a mi favor es que aún no perdí la capacidad de asombro. A pesar de conocer muchos lugares nuevos y estar en constante movimiento gracias a mi trabajo y mi curiosidad, todavía puedo identificar en mi cuerpo cuando algo se enciende por dentro y despierta algo diferente en mí. Puede ser un lugar, un objeto, un sabor, un sonido. En este caso, me pasó cuando entré al cactario de Aráoz de Lamadrid.

Nunca había estado en un lugar tan lindo con tantos cactus diferentes a mi alrededor y la colección de xerófilas – plantas acostumbradas a crecer en ambientes con muy poca agua – con la que me encontré fue algo impresionante. Los primeros minutos no sabía a dónde mirar. Era mucha información visual la que quería absorber. Cuando empecé a ver cada una en detalle era como si universos con infinitas capas y profundidades se desplegaran ante mi. Uno al lado del otro.

En ese espacio hay más de 400 variedades de cactus de Bolivia, Argentina, Perú, Brasil, Uruguay, Ecuador, México y Estados Unidos. También hay euforbias sudafricanas, agaves mexicanos y suculentas. Colores, texturas, tamaños, formas, muchos de los cuales nunca había visto en mi vida.

Con todo esto que les conté puedo confirmar que ahora no solo conozco dos nuevas caras de la imponente e impactante provincia de Córdoba sino que seguramente haya nuevas sorpresas esperándome para mi quinta visita.

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Fotos: son todas gentileza para prensa de las coordenadas mencionadas. Foto Cactario: gentileza para Prensa de Turismo Córdoba.

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Agradecimientos: MALEVA viajó a Córdoba junto a la aerolínea Jet Smart, quienes están incrementando fuerte la cantidad de frecuencias ¡Más de 236 vuelos semanales tanto dentro de Argentina como hacia cinco países de la región! De hecho, se prevé que para enero de 2025, la compañía de vuelos low cost (y con una flota moderna) tenga veinte frecuencias semanales desde Buenos Aires hacia la Ciudad de Córdoba.