5 razones para visitar Ánima en Bariloche: el flamante ganador del Prix Baron B – Édition Cuisine 2023

El restaurante de Emanuel Yáñez y Florencia Lafalla se convirtió en parada obligatoria en la próxima visita a Bariloche / Hospitalidad, sabores que van de la Patagonia a Barcelona y una experiencia acogedora en una cabañita en medio del bosque / Íconos: la omelette de trucha y la panna cotta de hongos de pino.

La pareja creadora de Ánima ganó con un plato de trucha curada, velouté de trucha ahumada, huevas y peras.

5 razones para visitar Ánima en Bariloche: el flamante ganador del Prix Baron B – Édition Cuisine 2023. Por Lenchu Rodríguez Traverso.

El viernes pasado, la primavera temprana llegó a uno de los salones del hotel Alvear Palace que floreció con  limoneros, enredaderas, aromáticas y canastos de frutas para recibir a una de las fiestas más importantes de la gastronomía argentina: la final del Prix Baron B – Édition Cuisine 2023. 

Con MALEVA nos sentamos en una de sus largas mesas para presenciar y tener el lujo de degustar los platos que presentaron los tres finalistas, mientras nuestras copas se llenaban con los espumantes que los maridarían; Brut Rosé y Brut Nature.

Entre el cabrito en tres cocciones de “Amasijo” (Santiago del Estero), la tararira de “Bajo Llave 929” (Entre Ríos) y la trucha de “Ánima” (Bariloche), el jurado de primerísimo nivel eligió al restaurante rionegrino de Emanuel Yáñez y Florencia Lafalla como el gran ganador de esta quinta edición que se llevó el corcho de oro, una pasantía en el exclusivo Mirazur, en Francia, y un millón de pesos.

Acá te contamos cinco razones para reservar un lugar en Ánima, la próxima vez que estés por Bariloche o, por qué no, quizás te armes un viaje ahora, usando esta visita como punto de partida.

1) De San Juan y Mendoza, pasando por Barcelona e instalándose en Bariloche: su cocina juega libremente con un pedacito de cada lugar donde vivieron.

“Cocina sin etiquetas”: la forma de hacer gastronomía de Florencia y Emanuel no se rige por ningún sistema de reglas ni se encasilla en ningún estilo en particular, la pareja disfruta de crear con libertad, usando la creatividad, su know how y la magia del factor sorpresa. En sus platos se ven guiños a “las cocinas de su vida”: a San Juan y Mendoza – sus raíces -, a sus años de experiencia en Barcelona y a Bariloche, el destino que los enamoró por completo y donde hoy está emplazado este sueño en forma de restaurante. Simpleza y sofisticación, lo conocido “con una vuelta de tuerca”, en palabras de Florencia; ahí radica su valor.

2) Es una oportunidad para probar Río Negro en su máxima expresión.

Si bien Ánima no es cocina patagónica, ni se limita a usar solo productos locales (no es fácil tener constancia en cantidad y calidad en esas zonas), basan gran parte de sus creaciones en lo que el entorno tiene para ofrecerles. Los hongos silvestres, la trucha, el cordero y los frutos rojos son cartas claves en sus platos, que casi siempre tienen un paso por el fuego, el verdadero gran aliado de su personalidad culinaria. Sus platos insignia lo dicen por sí mismos: la omelette rellena de trucha a la brasa y la panacota de hongos de pino son una especie de obligación para todo el que los visite

3) Intimidad, hospitalidad y detalles.

Les preguntamos a sus dueños qué es lo primero que un comensal encuentra en Ánima y no dudaron un segundo en su respuesta: hospitalidad, “como cuando uno recibe a un ser querido en casa, intentamos transmitir eso”. Y es que su restaurante se encuentra en una cabaña acogedora, en medio de la reserva natural El Trébol, abren solo de noche y reciben veinte comensales por velada, a los que atienden ellos mismos. Ah, y las mesas están siempre llenas. En cada reseña que leemos se resalta la calidez de sus dueños, la atención al detalle y sus perfectas sugerencias, lo que denota que hay mucha energía puesta también en la experiencia que se vive por fuera del sabor.

4) Fue elegido como el mejor proyecto gastronómico integral de la Argentina por personalidades de lujo en la gastronomía.

Este año hubo un récord, con más de 100 proyectos federales que se inscribieron en la competencia y un jurado de otro nivel nivel: Mauro Colagreco (seis estrellas Michelin), Manu Buffarra (la Mejor Chef Femenina en Latinoamérica en 2022) y Pablo Jesús Rivero (creador de “Don Julio” y “El Preferido”). De entre tanta diversidad, talento, historias interesantes y sabores autóctonos, Ánima se destacó y se llevó el corcho de oro porque, en palabras del creador de Mirazur, “logró un equilibrio en todo sentido entre el lugar en el que están, la familia y la profesión. Además su nivel de gastronomía es muy alto”.

5) Es una forma de contribuir con la sustentabilidad.

Ánima se encuentra dentro de una reserva natural y eso los obliga a hacer actividades de bajo impacto, para preservar el equilibrio de su flora y fauna y de los recursos hídricos. Pero este cuidado del entorno forma parte también de una búsqueda personal que los hizo entrar en contacto únicamente con productores que tienen ese mismo compromiso y no forzar el ciclo natural de los productos que toman y usan en su cocina. Es por eso que, además de la carta fija, hay mucho plato itinerante.

Es emocionante ver cómo la gastronomía camina hacia este rumbo y es una actitud que juega, sin dudas, como punto a favor.

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Las fotos: son todas gentileza de prensa de Baron B.