5 MODOS DE EXORCIZAR AL LUNES.


Hoy es el día más complicado en el plano anímico de la semana. Es cuestión de mirar las caras de la gente en la calle, en el ascensor, en el trabajo: una gran parte están entre somnolientas y melancólicas. Se palpan el malhumor y la negatividad en el aire. Y es que de golpe y porrazo se terminó la pausa mental y física del fin de semana y nos quedan cinco días de obligaciones por delante. La tan temida rutina. Pero como todo en la vida, mucho depende de como abordemos la situación. Al lunes se lo puede resignificar hacia un estado mucho más positivo. Exorcizarlo y encararlo con una mentalidad más pilas. Convertirlo en un día bastante simpático.

Maleva te acerca 5 tips para lograrlo, para los cual consultó a la prestigiosa psicoanalista Any Krieger, miembro didacta de la Asociación Psicoanalítica Argentina y Full Member de IPA (International Psychoanalytic Association) quien estudió las fluctuaciones del ánimo los fines de semana (y el lunes, que viene a ser la resaca del domingo a la tarde).
 

  • 1: Evitar que el desánimo del domingo a la tarde contagie al lunes:

Así es, mucha de la negatividad que tenemos el lunes se la debemos inconscientemente al domingo que es el día en el cual se registra el pico de momentos depresivos. “Es cuando más gente se encuentra con su soledad y es el fin del recreo o del encuentro con la familia” explica Krieger y sintetiza: “el día más oscuro”. Por eso es clave concebir al lunes como un día nuevo, aislado del domingo, como una oportunidad de cortar con esa eventual tristeza.

  • 2: Capitalizar mentalmente lo que nos ocurrió el fin de semana:

“Es un día óptimo para hacer ese ejercicio. Ponerle un signo positivo a lo que nos pasó el finde en torno a sensaciones, sentimientos y emociones”, aconseja Krieger.

  • 3: El lunes es un comienzo de ciclo y eso, siempre es bueno.

El domingo es el fin de un ciclo. El lunes es el comienzo de uno nuevo. Y el comienzo de una etapa debería generar una sana expectativa. Porque es el momento de plantearnos como afrontar los desafíos que nos movilizan, como solucionar problemas que nos aquejan, como empezar a cumplir los proyectos. “Fijarse como mejorar las situaciones que nos empañan o entristecen” señala Krieger. El lunes es un llamado a la acción. Basta de recogimiento o reflexión, es el día para despertar al guerrero.

  • 4: Crearse rituales que venzan la apatía y el desgano:

¿Qué pasaría si elegimos al primer día de la semana como el día para hacer alguna actividad que nos llene? Por ejemplo, lunes es día de almorzar o cenar nuestro plato preferido. Lunes es día de hacer un curso que despeje la mente (desde un coro hasta un tipo de gimnasia). Lunes es día de darnos a la noche un prolongado baño de inmersión. Lunes es día de juntarnos con los amigos de la vida a comer, etc. De ese modo, el lunes se convierte en un día valioso porque nos depara una situación sugestiva y que se aguarda con ganas.

  • 5: Quitarle entidad a su carácter maldito:

Puede parecer una obviedad. Pero el lunes no es malo per sé. Nos parece un día hostil en gran parte porque desde el vamos le ponemos ese sello. Pero, en definitiva, no es más que una jornada más como puede serlo el martes o el jueves. Con el mismo potencial. Hay que evitar  las profecías autocumplidas y los autoboicots.
 
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foto nota: CC  Jenny Kristina Nilsson