Desde un café «born in pandemia» inspirado en los de Japón (y con una cava de vinos que abruma) hasta una nueva pizzería donde todo te transporta a Italia pasando por una esquina preciosa con un brunch sensacional y una parrilla donde no falta el toque gourmet/Ortuzar, la Hermana escondida de Chacarita y de Belgrano, bien merece una visita (pero antes tomen nota)
Kiosk Cofi, inspirado en las pequeñas cafeterías japonesas
Villa Ortuzar en su crema: cinco rincones deliciosos (cuatro novedades y un clásico) de un barrio que levanta cabeza. / Por Azul Zorraquin (texto y fotos).
Este barrio porteño es limítrofe con zonas más populares como Belgrano o Colegiales, y tiene un aura más residencial, verde y silenciosa. Una de sus joyitas, es el imponente boulevard empedrado de Av. de los Incas y la plaza “25 de agosto”, que viste un increíble mural, hecho con mosaico veneciano, del maestro Gustavo Cerati. MALEVA recorrió sus calles, y te cuenta lo que no podés dejar de probar, desde nuevas propuestas con mucho estilo y vueltas de tuerca que van a dar que hablar, hasta una pizzería que (por algo) está en pie hace casi cien años.
1) F4 Esquina: una nueva propuesta con alto vuelo gourmet (los quesos y fiambres los traen de Traslasierra, el pan – todo de masa madre – es de Atélier Fuerza, y los platos de carne son deliciosos (atentos al pebete de Pastrón) / Roseti 1596
Esta nueva parrilla barrial inauguró hace un mes, y además de carnes de primera calidad, ofrece productos de panadería, pastelería y charcuterie. “Los quesos y fiambres son traídos de Traslasierra, Córdoba, hechos por partidas artesanales muy pequeñas”, cuenta el equipo. El pan es todo de masa madre, y tanto las medialunas como la pastelería y los hojaldres, son de “Atelier Fuerza”, la espectacular panadería y confitería en Delgado.
F4 abre de martes a domingos, a partir de las diez, y ofrece tanto desayuno y merienda, como almuerzo y cena. “Nuestro plato estrella podría ser el ojo de bife o el de chorizo”, cuenta el equipo, pero la realidad es que todos los cortes de carne son un manjar, y maridan pipí cucú con sus etiquetas de tintos. Al mediodía, el pebete de pastrón (con mostaza Dijon y pickle de pepino) o el de carré de cerdo curado (con muzzarella de búfala), son de los platos más codiciados. Todos los sándwiches traen chips de papas. Otro punto interesante, es que la carta es dinámica y varía semana a semana.
La carta de vinos, por su parte, es súper amplia: cuenta con más de treinta etiquetas. “Tenemos algunos de Michellini como el 2KM Arranque Malbec que es delicioso”, explican, “y para los que optan por blanco, hay uno de Finca Suarez, paraje Altamira que es imperdible”. Éste último marida bien con los quesos, que son más bien grasos.
¿La relación precio-calidad? Un diez, a primera vista el lugar no llama demasiado la atención pero sus productos son de primera categoría.
2) Attenti al Lupo: ciento por ciento pizza italiana al horno de barro y con leña de quebracho / Como no podía ser de otra manera, también ofrecen antipasti de entrada / Av.de los Incas 3900
Esta esquina napolitana, que tiene unos pocos meses de vida, pretende transportar a sus comensales a Italia, de un bocado. Vende pizza al corte, moderna, hecha al horno de barro, exhibido, y con leña de quebracho. La idea de su dueño, fue la de ofrecer un producto 100% italiano, y por ende, “el tomate que usamos es importado, el queso es de búfala y la receta es de la abuela”, explica Ettiene, el maestro pizzero. El producto estrella es la clásica Margarita, pero una de las más vendidas también es la de jamón crudo y rúcula, y la Diábola, que trae mozzarella, pomodoro de tomate italiano importado, y relleno ¡de salchicha parrillera! (Bañado en oliva). La variedad más rara que ofrecen, es la de mortadela, pistacho y queso azul; también hay varias que traen hongos, y una opción que es “4 en 1”: Trae aceitunas negras en un pedazo, alcaucil en otro, jamón en el tercero, y champiñones en la última.
¿Para picar? Hay antipasti de entrada, bastones de muzzarella y aranchini con salsa picante, que es básicamente una bola de risotto rellena de bolognesa y queso. Deliciosa. De postre, hay oferta de pizza de nutella o brownie casero con helado, y para beber, café o cerveza. Como bien dice su nombre, “Attenti al lupo”, ósea estense “atento al lobo”, porque esta pizza ¡es para devorar como animal!
3) Kiosk Cofi: mucha magia en ¡Dos metros cuadrados! La cava con más de 500 etiquetas de vino (seleccionadas por el célebre sommelier Rodrigo Calderón) es la bomba / Plaza 1486
Este simpático café de especialidad, casi imperceptible, en un rincón, es un hijo de la pandemia. Sus dueños que estaban radicados en Microcentro, mudaron su estudio de diseño de interiores a esta zona, y dentro del propio estudio, ¡montaron un café de dos metros cuadrados! Probablemente sea uno de los más pequeños del país, y fue inspirado en las pequeñas cafeterías japonesas: “Empezamos a desarrollar un producto que sobreviviera a la pandemia y como habíamos hecho varias cafeterías, estábamos bastante inmersos en su mundo”, explica uno de los dueños.
Además, como el espacio contaba con un sótano, se asociaron con el gran sommelier Rodrigo Calderón, quien montó una cava de ¡más de 500 etiquetas ahí abajo! Cuenta con una selección, tanto de las mejores argentinas, como de productos importados. Pre-pandemia, había eventos y cenas especiales en la cava, solo por invitación.
Este mágico cafecito y su éxito radica en el concepto mono-producto: “Nos concentramos en una sola variedad de café, origen Honduras, y tenemos un tostador (@cafe.z) y un barista excepcionales”, cuentan. Además, para comer, hay oferta de alfajores caseros santafesinos que son una delicia; especialmente el de chocolate blanco y pistacho. Para los días más calurosos, también hay opción cervecera de Strange.
Kiosk te espera de lunes a viernes, de ocho y media a doce y de tres y media a siete, mientras MASO (el estudio) diseña, Juan, el barista, sirve este cafezaso.
4) Róncole Pane e Caffe: una esquina preciosa con alma tana, un brunch que es la gloria y pastas artesanales / Av.De Los Incas 3800
El concepto detrás de Róncole, es el de recibir a sus comensales en cualquier momento del día: para desayunar, almorzar, tomar algo a la tarde, o cenar. “Mi familia es italiana y mi tío tiene una casa en Róncole”, explica uno de sus dueños, “y esa casa siempre está con las puertas abiertas, la gente entra y sale y se come de la huerta. Es un lugar de reunión y de pasarla lindo”; el concepto se transportó tal cual a este rincón pintoresco, ubicado en el boulevard de Avenida de los Incas.
El producto estrella, sin dudas, es el brunch. El Brunch “Emiliano”, por ejemplo, trae muzzarella di latte, jamón crudo, mozzarela milanesa, papas marcopolo, caprese y salmón ahumado, una parte dulce y dos bebidas (pueden ser Apperol, Campari con jugo de naranja o cervezas). Atención: el brunch se puede comer en cualquier momento del día, entre las nueve y las once.
Además del brunch, hay pastas artesanales deliciosas para probar, panini, ensaladas, risotto y lasagna. En la sección “Dolci”, hay opciones sabrosas como el tiramisú y el taten de manzanas. Además, hay un “menú del día” que tiene opciones increíbles como merluzón con crema de limón y ravioles de calabaza. Del espíritu de Róncole, a Ortúzar, sin escalas.
5) La Mezzetta: más de cien años de pizza con una f´órmula que enamora a generación tras generación / Av.Álvarez Thomas 1321
Esta pizzería, a diferencia del resto, de las opciones ¡tiene casi 100 años en pie! Pero justamente, si sobrevivió a todos los subibajas de este país, tiene que ser por algo, y por eso no queríamos dejar de darle la medalla que se merece en el corazón «ortuzariano». “Siempre mantuvimos la misma calidad de producto, la forma de trabajo y el gusto de la pizza”, le explica Luis, el encargado, a MALEVA. La oferta es de siete variedades clásicas de pizza: Muzzarella, anchoa, Napolitana, Jamón, Morrón, Jamón y Morrón y Fugazzetta. Esta última es una bomba: ¡Trae un kilo de queso muzza adentro! Y por ende, es para cinco personas aproximadamente.
Abren todos los días desde las once y media hasta la medianoche. Desafortunadamente, desde la pandemia, la única modalidad que practican es la de take-away o delivery. Los postres, como la torta de ricota y la pastaflora, históricos están en stand-by por la situación sanitaria.