En Buenos Aires se puede disfrutar de estilos y looks para todos los gustos. Sin embargo, los barrios porteños tienen ese nosequé y reúnen tribus fashionistas (y no tanto) que en MALEVA nos damos el gusto de analizar. Hoy: Almagro versus Palermo. MALEVA recorrió dos barrios porteños emblemáticos, y rescató la esencia y personalidad de cada uno.
Si existe un barrio que respira arte, ese es Almagro. Entre sus calles arboladas y el street art, se mezclan bares y escenarios del under que conviven con el espíritu bohemio. La movida cultural de teatros independientes, centros culturales que aún resisten aparecen junto con salas de flamenco, tango y milongas, librerías y bares con música en vivo. Hay vida nocturna de lunes a domingo. Un Time square porteño sin tanto resplandor y bastante más popular.
De día, la bicisenda sobre Billinghurst que deviene en Virrey Liniers es pedaleada de sol a sol. Las personalidades del barrio combinan diferentes estilos y diseños. Sin seguir las tendencias de la moda cada vez más efímeras, en Almagro cada uno luce como quiere. Y sin duda la comodidad es el común denominador. Lo “cero careta” es su leitmotiv. Y en este entorno surge Luisa, una marca orientada a promover la sustentabilidad en la industria de la moda. El proyecto empezó hace dos años de la mano de la diseñadora Rosario Díaz que recorriendo locales vintages de varios países y mercados de ropa usada decidió comenzar a reciclar prendas y darles una nueva vida. Bajo el lema “lo que necesitas ya existe”, esta joven promesa combina delicadas piezas confeccionadas a mano con toques originales. En su colección se destacan las remeras con la leyenda “el futuro es feminista” y prendas atemporales con detalles modernos. Todo handmade. “Veía prendas o cortes de géneros de seda, lino o bordados únicos de décadas pasadas o de estos últimos años que habían sido descartados quizás porque les faltaba sólo un botón, tenían algún cortecito o mancha. Empecé a comprar, a rediseñar algunas, enmendar otras, reciclar, rebordar, e incluso a armarlas desde cero a mano. Darle una segunda chance a ropa pre-amada e incentivar entre otras cosas a que las personas cuiden sus prendas para hacerlas durar. Cerrar el círculo para que sigan resignificándose una y otra vez, como prendas o como materia prima para otro objeto”. Tan vanguardista como original. Y sin duda ese es el espíritu almágrense.
«Dice Rosario Diaz, quien creó la marca Luisa: «en Almagaro hay mujeres relajadas, look bien parisino, a cara lavada, un poco de rimel y labios rojos, pero natural (sin tanta tintura ni alisado). Mujeres que podrían haber sido actrices de la Nouvelle vague o de una película de woody Allen»
En el barrio se respira un aire intelectual y progre. Esto, sin duda, se refleja en la manera de vestir: las prendas son principalmente informales y funcionales. Diseños vintages o que ya tienen varios años. Una estética no tan cuidada ni rígida. Según Rosario “mujeres relajadas, look bien parisino, a cara lavada, un poco de rimel y labios rojos, pero natural (sin tanta tintura ni alisado). Mujeres que podrían haber sido actrices de la Nouvelle vague o de una película de woody Allen”. Ella además define el barrio a la perfección: “Es un barrio muy treintañero. Las personas parecen muy relajadas a la hora de vestirse, ya que no es una prioridad quién usa qué. Les interesa más juntarse a charlar o a ver una banda en vivo que sentarse en una esquina a mirar. Creo que priorizan la comodidad y comprar mucho en ferias barriales. No siguen la moda impuesta, sino el gusto personal. Creo que abundan los borcegos y camisas o vestidos de tela estampados”. Ella curte las calles del barrio y nos comparte una perla de la zona. Rosario asegura que los fines de semana en la circunferencia de Plaza Almagro muchos vecinos se acercan y cuelgan en las rejas prendas usadas o nuevas. Un verdadero vintage al aire libre. Único, original, propio, bien almágrense.
El showroom de Luisa es a puertas cerradas en la esquina de Tucumán y Mario Bravo. SI quieren conocerlo pueden concretar una cita via mail a [email protected].
Sinónimo de moda y del “must have” Palermo es el barrio fashionista por excelencia. En sus calles convive todo lo que puede hacernos lucir in. Las tendencias de moda y grandes marcas locales, se mezclan con diseño exquisito (y otro no tanto). Soho, chico, Hollywood. Cualquiera sea su denominación todas respiran glam. El look palermitano casi no permite improvisaciones.
Asociado a un público más consumista de lo último y el cool hunting internacional, por sus calles no se pasea sin “producción” y el amor por cada detalle del look se nota, desde el peinado hasta los zapatos.
Florencia Tellado encabeza la lista de diseñadores locales a los que les sobra talento. “Fue a partir de una búsqueda para desarrollar algo con las manos, ocupar mi tiempo en una tarea más creativa y así no sufrir en los tiempos libres que dejaba mi trabajo como vestuarista freelance al principio de mi carrera”, nos cuenta. Y así fue que comenzó su marca de sombreros. Sin duda, la pieza del guardarropa a la que solo se le animan los fashion victims.
«Florencia Tellado le asegura a MALEVA que los sombreros estilo Fedora son lo que predominan en el barrio. Sus piezas son únicas. A comienzos de este año presentó su colección en Paris Fashion Week para luego vender en cantidad a tiendas de todo el mundo. Y ese espíritu internacional es el mismo que se respira en el barrio.»
Su showroom (y a la vez estudio de alquiler de vestuario) está ubicado en el corazón de Palermo Viejo, a pocas cuadras de la plaza Armenia y la plaza Serrano. Justo pegadito a un hostel del barrio que trae consigo la oleada de turismo del barrio. Todo tipo de gente, edades, estilos y personalidades caminan las calles de Palermo y eso convierte al barrio en una zona más cosmopolita. Florencia asegura que los sombreros estilo Fedora son lo que predominan en el barrio. Sus piezas son únicas. A comienzos de este año presentó su colección en Paris Fashion Week para luego vender en cantidad a tiendas de todo el mundo. Y ese espíritu internacional es el mismo que se respira en el barrio.
Florencia asegura que sus clientas son mujeres “con muchísima personalidad que aman los sombreros y que saben lo que quieren. Lo que más me gusta de muchas es que no necesitan una ocasión especial para usarlos. Disfrutan de comprar algo que les gusta y valoran mucho el trabajo que hay detrás de cada pieza”. Y eso es Palermo: personalidad detrás del diseño.
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Fotos: foto destacada FlickR Creative Commons Arnaud Paillard
Primera foto palermo: fabulous blog www.windystyle.com
Restantes: gentileza diseñadores mencionados.