Nacida al otro lado de la cordillera, con un espectacular bar en Bariloche y en cada vez más puntos de venta en Argentina, Kunstmann – una cerveza que se caracteriza por su calidad, su espíritu innovador y el cuidado del medio ambiente -, tiene detrás una atrapante historia que combina osadía emprendedora, resiliencia y optimismo.
Armin Kunstmann, el «padre» de la que es hoy una de las marcas de cerveza más notables (y más genuinas) de Sudamérica.
Un terremoto, un libro cervecero, y un emprendedor: la fascinante historia de la cerveza Kunstmann (que cada día pisa más fuerte en Argentina).
Una historia que empieza bajo las ruinas de un terremoto (y con la visión, años después, de un auténtico emprendedor).
Entre todas las cervecerías de Bariloche, la de Kunstmann, por su ubicación, su vista sensacional al lago Nahuel Huapi y la calidad de sus cervezas (a la que suman variedades experimentales) es un imperdible absoluto. Y con los años, se fue convirtiendo en un clásico para quienes visitan la ciudad del Sur (dato para el verano). Pero esta marca – que pisa cada vez más fuerte en Argentina –, nació del otro lado de la cordillera, en la ciudad chilena de Valdivia y tiene detrás una historia de emprendedurismo y tesón fascinantes. Y aunque suene curioso, todo empezó, de alguna manera, con una catástrofe natural.
Así es, la génesis de Kunstmann se vio atada a un hecho histórico que marcó un antes y un después: el terremoto y maremoto que en 1960 destruyeron Valdivia, lo que significó también la desaparición de la tradición cervecera local, al quedar en ruinas la cervecera pionera de la región.
Pero con el paso de los años, Armin Kunstmann, descendiente de alemanes, decidió hacer realidad lo que hasta el momento había sido una idea: crear una cerveza que sea representante de la tradición alemana y valdiviana. Así, con su formación de ingeniero químico y buena experiencia en el negocio de levaduras, compró un libro – pero de esto hablaremos con más detenimiento en algunas líneas -, algunos utensilios y comenzó a experimentar en la cocina y el garaje de su casa, como un pasatiempo.
El placer de hacer cerveza en casa.
La familia Kunstmann continúa el legado de Armin (que empezó en un garage y la cocina de su casa).
«La génesis de Kunstmann se vio atada a un hecho histórico que marcó un antes y un después: el terremoto y maremoto que en 1960 destruyeron Valdivia, lo que significó también la desaparición de la tradición cervecera local, al quedar en ruinas la cervecera pionera de la región…»
Un hallazgo casual le permitió a Armin cumplir este sueño dormido bajo los cimientos que dejó el desastre: un día se encontró con el libro “The complete joy of homebrewing” de Charlie Papazian, y comenzó a emplear sus conocimientos iniciales como homebrewer, contando con la ayuda de su esposa Patricia y sus hijos que colaboraban con su experimentación.
Tras varios ensayos y errores dentro del garaje de su casa, y con familiares y amigos como degustadores, los resultados fueron tan alentadores que, tan sólo un año después, Armin Kunstmann vendía formalmente su primera caja de cerveza elaborada artesanalmente: Kunstmann Lager. Esta primera variedad fue creada respetando el “Edicto de la Pureza” (Reinheitsgebot) del año 1516, que decreta que se debe producir con cuatro ingredientes esenciales: agua blanda, malta de cebada, lúpulo y levadura.
Distribución en marcha: alrededor de la década de 1990 Kunstmann empezó a conocer la popularidad en Chile, su tierra de nacimiento.
«Kunstmann cuenta con su propio espacio, ubicado en Av. Exequiel Bustillo 7966, San Carlos de Bariloche, en el cual presenta sus clásicas variedades de cerveza, y sus variedades experimentales elaboradas con agua de la Patagonia Argentina, asegurando una elaboración de productos de altísima calidad…»
Así, para 1991, Kunstmann había montado una microcervecería en el garaje de su casa. Él mismo producía la cerveza, contactaba a los clientes y hacía las veces de vendedor y de distribuidor. Fiel a sí mismo, y con el éxito que acompañaba su producción, en 1995 lanzó Kunstmann Bock, y en 1997 la icónica Kunstmann Torobayo.
La marca fue creciendo y ganando fuerza en la región y en otras ciudades del Sur de Chile. Y en 1997, en la zona de Torobayo, deciden construir un espacio dedicado a transmitir una verdadera experiencia cervecera, a partir de la inauguración de una microcervecería que permitía a los consumidores vivenciar el proceso de elaboración, además de degustar las diferentes variedades recién elaboradas.
Una ubicación soñada: la cervecería de Kunstmann en Bariloche.
Y llegó el día de pegar el gran salto.
Además de incrementar su producción con la nueva microcervecería, Kunstmann se consolidó como marca y comenzó a desarrollar nuevas especialidades artesanales súper premium. La marca, elegida por miles de consumidores y reconocida por sus especialidades de alta calidad, necesitaba dar un gran paso y trascender las fronteras.
Por eso, en el año 2002, Kunstmann se asoció con CCU S.A, lo que le permitió acceder a mayores canales de venta y distribución, para llegar a todos los rincones de Chile y Argentina. Al mismo tiempo, en su camino hacia la internacionalización, la marca comenzó a exportarse a Brasil, Colombia, Bolivia, Perú y Argentina, entre otros, donde hoy se encuentra una marca activa que suma consumidores fieles en búsqueda de cervezas genuinas del mundo craft.
Hoy, tras 30 años, la dirección de la cervecera se encuentra en manos de la segunda generación familiar, liderada por Alejandro Kunstmann en la Gerencia General, que asegura las mismas ganas y pasión cervecera que movieron a Armin desde sus inicios como homebrewer.
La innovación y la sustentabilidad son valores presentes en la producción de Kunstmann.
«Al mismo tiempo, en su camino hacia la internacionalización, la marca comenzó a exportarse a Brasil, Colombia, Bolivia, Perú y Argentina, entre otros, donde hoy se encuentra una marca activa que suma consumidores fieles en búsqueda de cervezas genuinas del mundo craft…»
Cervecería Kunstmann representa un ícono inspirador en la región, pero también una marca familiar y cercana que continúa desarrollando un amplio portafolio de especialidades cerveceras para sus consumidores, teniendo como valores muy presentes la Innovación, la sostenibilidad y cuidado del medio ambiente y la educación cervecera.
Una base en casa, con vista al lago Nahuel Huapi
En nuestro país, Kunstmann opera desde hace más de 10 años, ofreciendo – actualmente -, Kunstmann Torobayo y Kunstmann Session IPA en sus presentaciones de lata 470cc. Además, como les contamos al inicio de la nota, Kunstmann cuenta con su propio espacio, ubicado en Av. Exequiel Bustillo 7966, San Carlos de Bariloche, en el cual presenta sus clásicas variedades de cerveza, y sus variedades experimentales elaboradas con agua de la Patagonia Argentina, asegurando una elaboración de productos de altísima calidad.
Dato: pueden seguir todas las novedades de la marca a través de la cuenta oficial @kunstmann_ar.