Todos los mundos son posibles en la feria de arte Affair 2024: desde el deseo hasta el humor / Además: fascinante instalación lumínica en unas míticas galerías de calle Florida

Sesenta artistas y diecisiete galerías de Argentina presentan hasta el domingo 1 de septiembre, sus distintas formas de ver el mundo/¿Qué ideas (incluso filosóficas) aparecen en las obras?/Además: por qué aseguran que la esencia de Affair es no tener una visión limitante/¿Cómo es la sorprendente sede en unas galerías «olvidadas» del centro de Buenos Aires?

Sesenta artistas exponen en la segunda edición de la feria Affair. 

Todos los mundos son posibles en la feria de arte Affair 2024: desde el deseo hasta el humor / Además: fascinante instalación lumínica en el techo de unas míticas galerías de calle Florida. Por Candelaria Penido. Fotos: Sophie Starzenski para MALEVA.

Calle Florida, Plaza San Martin, Galería Larreta: un eje neurálgico para la Ciudad de Buenos Aires que a partir del jueves 29 de agosto alojará en una de sus míticas galerías la segunda edición de Affair, la feria de arte que se instaura en el calendario porteño como un espacio colaborativo para la venta de obra.

«No nos interesa una propuesta limitante”, afirmó Analía Solomonof, la curadora en una charla con MALEVA. Y es así como mundos cercanos y conocidos por un lado, irónicos, profundos y disruptivos por el otro, conquistaron los distintos locales de este edificio —joya modernista—, que supo estar decaía y casi abandonada mas hoy rebosa de vida…»

Sesenta artistas y diecisiete galerías de distintos puntos del país presentan hasta el domingo 1 de septiembre, sus distintas formas de ver el mundo. Se proponen explorar su individualidad. “Queríamos que cada espacio pueda mostrar su identidad ya que de esa forma el arte se potencia. No nos interesa una propuesta limitante”, afirmó Analía Solomonof, la curadora en una charla con MALEVA. Y es así como mundos cercanos y conocidos por un lado, irónicos, profundos y disruptivos por el otro, conquistaron los distintos locales de este edificio —joya modernista—, que supo estar decaía y casi abandonada mas hoy rebosa de vida. 

1) Un universo en donde los cuerpos, la sexualidad y el deseo son protagonistas.

Bocas, manos, piernas, movimiento y confusión; siguiendo la línea de su espacio, Wunsch Gallery presenta un mundo en donde la construcción del deseo juega con eso que está presente y lo que no podemos ver. Desde la vitrina llama la atención una pieza tridimensional de Daniel Juarez en donde brilla un calidoscopio de cuerpos. En la pared de atrás un cuadro de la misma serie grita en colores piel y negro. “En estos trabajos el artista tomó imágenes de la industria pornográfica y las repensó. Recortó, superpuso, multiplicó para dar lugar así a nuevas iconografías que pueden tomar el significado que cada espectador desee” nos contó Ignacio Meroni director de Wunsch.

2) El humor como antídoto que aliviana y reconvierte situaciones.

Dentro de la propuesta de Acéfala nos encontramos con obras que invitan a replantearse lo dado por sentado. Desde los cuadros de Elisa Insua en donde se ponen en jaque las idea del consumo y abuso del progreso hasta la instalación de Sofia Finkel en donde una copa se encuentra suspendida a más de un metro y medio del piso y de ella cae en un constante fluir estático una bebida que mancha. Charlando con Bárbara Echeverría, una de las directoras de la galería descubrimos que lo que se ha derramado es una copa de rosado y que lo que podía ser una calamidad en una fiesta acá adquiere otra significado. “Un accidente que lleva al ocio”, nos explicó Finkel recostándose sobre la alfombra que hace de mancha en su pieza. 

3) Homenaje, revalorización y actualización de la mano de una instalación lumínica.

Affair tomó la olvidada Galería Larreta y la reconvirtió en un espacio vibrante. No solo aloja esta edición de la feria, sino que dará vida a Central Affair un nuevo polo artístico conformado por 15 galerías participantes. Luciano Colman sigue la iniciativa de homenajear y actualizar el espacio con su gran instalación en el techo abovedado del hall central. Retoma, como homenaje, la obra que existió en su lugar – uno de los primeros murales abstractos realizados por el artista Luis Seoane -, y lo recrea con tecnología desde una mirada contemporánea.

4) La materialidad del sonido y otras cuestiones filosóficas.

Las creaciones de Miguel Ángel Lorenzio en Julia Baitalá Arte Contemporáneo, se adentran en profundidades filosóficas que todos podemos aprehender. “No creamos nuestros pensamientos, sino que estos vienen a uno —nos explicó el artista retomando uno de los conceptos de Heidegger mientras nos invitaba a apreciar su trabajo—. Me interesa la materialidad como historia, la pintura como receptáculo de esa historia y su esencia narrativa.” Los cuadros de Lorenzio te llevan de viaje a micro cuentos que no solo podemos apreciar con la vista sino que suenan. El sonido como elemento corpóreo toma protagonismo, mientras parlantes surgen del cuadro.

5) El error como espacio creativo.

Jorge Castro presenta en La Cúpula, una serie de obras en donde prima la idea del fallo. Ese lugar en donde todo es potencia. Sus imágenes se derriten hacia los extremos dando lugar a carriles de colores. Ya sea en piezas estáticas como sus fotografías o en sus videos, el artista se adentra en el efecto de glitch, presentando lo que podrían ser comportamientos inesperados dados por errores de software o una mala señal. “Pensar que estas fotos las edité cuando no existían todos estos programas como Photoshop o Effects”, reflexiona Castro mientras nos confía que entre dos de las imágenes retratadas han pasado diez años: “es la misma fachada de la galería, alterada por mi intromisión artística y por el tiempo.”

6) Ilusión reflexiva en donde no solo existe un punto de vista.

Barras lumínicas se suspenden aleatoriamente sobre el espacio y a su costado se exponen diez papeles en blanco. Lo que supone ser un espacio donde reina la confusión, una vez que uno se corre del rol pasivo y se anima a adentrarse en el juego de descubrir qué es lo que vemos, todo adquiere otra dimensión. En Joyce Galería, Augusto Zanela juega con números, con eso que se ve y lo que requiere más trabajo. A través de gofrados y anamorfosis indaga desde una postura lúdica y reflexiva, sobre los puntos de vista. “La mirada construye pensamientos, por eso me interesa obligar al espectador de mis creaciones a cambiar el lugar desde donde mira” nos contó Zanela mientras nos invitaba a subir unas escaleras para así terminar de comprender una de sus obras lumínicas. 

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