Una esquina a puro glow de luces de neón se destaca (cosa que no es fácil entre tanta oferta) en las calles palermitanas. Fu-King bar llegó para quedarse con un concepto divertido y colorido. “El maestro Fü es un faro en el mar de la noche porteña. Con su sabiduría él nos guiará para que nunca nos falten los placeres y sabores de la cocina oriental”. Y bueno, habrá que creerle al maestro Fü, porque este espacio es súper canchero. Un caos de carteles, luces, posters y colores se presentan como escenario ideal para probar cosas nuevas.
Esta cocina callejera – el Street food está en su mejor momento – que nos traslada con cada bocado a las calles de Bangkok, Shangai, Singapur, Hong Kong, y más ciudades cosmopolitas del Oriente llegó hace menos de un mes. Los platos elegidos son las estrellas de esas cocinas: ramen, dumplings, ceviches, spring rolls, sushi omakase, y más. Y como en toda gran apertura, las bebidas también merecen una mención. Acá, el bartender Gastón Eugenio nos regala distintos tragos de autor pensados para cada plato: el Shangai Brezze – con Sake, Aperol, té Winter Melón y lima – o el Bangkok 2 am con bourbon, almíbar de miel, limón, cerveza honey, romero y togarashi. Y si de sidras o birras no te perdés nada, no podés dejar de probar las marcas importadas de Asia que ofrecen.
Lo que supo ser un éxito en Recoleta llegó hace poquitos meses a Palermo. Y qué mejor noticia que la apertura de un pasta bar para estos días de frío. Un concepto tan simple como efectivo y tentador, porque de pastas no nos vamos a cansar nunca. Il Quotidiano abrió sus puertas para invitarnos a un espacio donde la vibra italiana se respira en cada esquina, especialmente en su menú. Sí, las pastas son su especialidad, y no se lo toman a la ligera: acá son todas caseras, fatta a mano. Opciones como gnocchis rellenos a la manteca de salvia y parmesano o tagliolinni con salmón ahumado, crema de limón y eneldo son las estrellitas del espacio. Para tomar, los vinos por copa son los preferidos (obvio), pero también hay tragos clásicos, cervezas, limonadas y smoothies.
Pero eso no es todo, porque su cocina nos ofrece también desayunos, pastelería, entradas, ensaladas, sándwiches, tartas, postres y más. Una opción más que genial para un almuerzo rápido y rico entre reunión y reunión, o para conocer entre amigos sin gastar demasiado. El espacio moderno y canchero, con dos pisos y una terraza, es una razón más para conocerlo.
Lo retro siempre estuvo de moda, pero nunca tanto como ahora. Y en medio de ese boom de fanatismo vintage, llegó, hace un mes, un bar donde vas a querer instagramear cada rincón. La ambientación se lleva todos los premios y te va a hacer sentir sin escalas en medio de una película. Tomar cerveza artesanal, sidra tirada, vermut, o algún trago clásico en medio de un espacio retrofuturista, con luces de neón en el techo, es el plan que ofrece este bar. Y el destacado: juegos arcades de los 80’s. Para jugar, solo tenés que pedirte algo del menú y ya te entregan las fichas.
Ojo, la carta foodie tampoco se queda atrás. Diseñada con la ayuda de Lele Cristóbal, hay sándwiches para todos los gustos. El de la casa, con queso danbo y bbq de bourbon, o el McFly Gallina con pollo frito rebozado en salsa ceasar. Otra alternativa más original son las empanaditas Double Dragon: de morcilla, de chorizo o vegetarianas. ¡Un viaje en el tiempo con tragos de por medio!
Fotos: gentileza espacios mencionados y Tomás Lemos