La terraza de Buller en Recoleta es un clásico que no falla
Verano es igual a tardes extendidas. Salís del trabajo, todavía hay sol y encontrás menos gente local en las calles. Con ese escenario, un plan perfecto parece ser el de disfrutar de una cerveza helada. Y qué mejor que hacerlo en un rooftop, para sentir esa brisa que te traslada, por unas horas, fuera del calor de la ciudad. Opciones románticas, relajadas, familiares y con vistas a nuestra hermosa ciudad. Alternativas como una casona vieja donde vive el arte, una fábrica de cerveza artesanal con bar propio, o un campamento elevado a metros del suelo. Desde San Isidro hasta Recoleta, esta es nuestra selección malevense.
¿Quién dice que las noches de verano no son para románticos? Una puerta medio secreta, un timbre, y estás adentro. Puro placer hecho tragos para disfrutar de una noche en una terraza divina. Esta joya – escondida en la zona residencial de Olivos – ofrece una amplia variedad de cocktails clásicos y de autor para probar bajo la luz de las velas. El menú parece un libro de poesía con una detallada descripción de las bebidas que combinan sabores y aromas, acompañadas de un ambiente que hace que solo se piense en volver. Korova es sencillo y no pretende más de lo que es: un lugar para tomar algo rico y sentir que estás en la terraza de tu casa. Abre de martes a domingos desde las 20:00h hasta las 02:00h durante la semana, y se extiende hasta las 04:00h los viernes y sábados.
Cinco años atrás, tres amigos – Dante, Máximo y Santiago – se iniciaron como home brewers haciendo cerveza artesanal en la terraza de una de sus casas. Hoy, trasladaron ese concepto a Cañitas, donde se planta Federal con un tremendo rooftop cervecero de estilo alemán. Su sello: ser una fábrica de cerveza artesanal con bar propio, ofreciendo 5 estilos tradicionales y 7 canillas invitadas. Buscan innovar en la gastronomía, proponiendo en el menú cortes de carne al estilo bodegón: matambrito de cerdo, tapa de asado y ensaladas. La terraza con mesas largas invita a pasar un buen momento entre amigos o familia. Su bandera y objetivo es el de introducir al público en el mundo cervecero. ¿Un dato? A partir de febrero se harán visitas guiadas a su fábrica ubicada en Villa Ortuzar.
Primero fue una panadería, después fue la casa que compraron para vivir Emilia Attias y el Turco Naím, y hoy es POE. Una casona con varios pisos, rincones con detalles, sillas diferentes, livings, arte y murales que lo distinguen. Pero la joyita es su hermosa terraza donde se organizan ciclos de cine y música con bandas en vivo. Es ideal para celebrar una ocasión especial, probar unas tapas acompañadas de buena birra y pasar un buen rato en este rooftop de Nuñez. ¡Imperdibles los jueves de jazz!
Nació en agosto del año pasado y, entre palmeras palermitanas, esta esquina se convirtió en el elegido de los amantes de los atardeceres. Para cerrar el día (o, por qué no, encarar la noche), tomarse una birra helada bajo las luces de la amplia terraza no tiene precio. 70 30 Beer House se declara una cervecería artesanal con una propuesta gastronómica diferente. ¡Un plus! Además del clásico matrimonio hamburguesa-cerveza artesanal, ofrecen sushi. El happy hour dice presente todos los días de 18 a 21h. Este rooftop es un clásico para un final de tarde al aire libre.
Siendo fiel a su barrio, Buller Pub se mudó a una cuadra del local anterior para lucir una terraza muy neoyorkina con una vista increíble de Recoleta. Redoblaron su apuesta en el segundo piso proponiendo un espacio distinto a la planta baja. Musicalizada con rock, funk, RnB, y hip hop, en la Terraza Buller podes encontrar un ambiente más relajado donde todo es disfrute. Una buena cerveza acompañada por la fiel hamburguesa tamaño XL (además de otros platos). La decoración del lugar es un goce para los ojos. Adrián Merino, uno de los dueños, nos cuenta que el público es muy amplio: personas desde 18 hasta 50 años visitan la imponente terraza vestida de lucecitas y mucha onda. Para volver una y otra vez.
Comida rica y simple. Cerveza artesanal con vistas a Plaza Francia y Plaza Alvear. Una rockola virtual para elegir música. Luces colgantes que crean una atmósfera. Atardeceres únicos bajo el cielo de Recoleta. Todo eso es Camping. Aunque ir de noche es un must, también amerita una escapada de almuerzo laboral. Ubicado en la terraza del Buenos Aires Design, es un lugar para revivir el espíritu de campamento bajo las estrellas de la ciudad. ¡Atentos a las noches de luna llena! Tocan bandas en vivo rodeadas por las largas mesas de madera donde pueden surgir nuevas amistades. Irresistibles la tortilla de papa y el choclo (muy playero).
El local de San Isidro cumplió un año el pasado 16 de diciembre y no pasa desapercibido. Apto para todos en sus tres ambientes: los que prefieran la tranquilidad de la terraza, el deck a la calle o el salón con aire acondicionado. Clave para organizar un after office en un lugar distendido y con buena onda, especialmente los miércoles porque el happy hour se extiende hasta las 22h. Te vas a encontrar con más de 120 cervezas: 40 importadas de Bélgica, Alemania, Francia y más, y el resto artesanales de todos los puntos del país. En esta época tan festiva te recomendamos degustar la sidra artesanal, que llegó directo desde La Patagonia a la terraza de la esquina Talcahuano.
Recreo es una terraza de vinos y amigos en Palermo, que abre para eventos y catas. La dirección es secreta, pero la cuenta de Instagram para averiguarla, no: @somosrecreo. Ubicado en un PH colonial donde funciona el taller de Nimes – una marca independiente de accesorios de cuero – proponen un concepto único en su especie y simple como su nombre: vino por copa en una terraza escondida. Con una cervecería artesanal por cuadra, son los únicos que van al frente y apuestan por el elixir de uvas para jóvenes. Se vive una energía de amistad y frescura, con copita de vino de por medio. Fiel a su esencia, es un paréntesis para el descanso entre amigos.
Fotos: Gentileza bares y restaurantes mencionados