Conversamos una linda tarde de primavera en Buenos Aires (tal como cantan en su maravillosa canción) con Esmeralda, cantante, compositora e integrante de uno de los proyectos musicales más particulares, y virtuosos, de los últimos años/Guitarreadas en La Paloma con Drexler, composiciones transparentes, su nuevo album «Millones»/Además: ¿cómo vivió este año tan extremo? ¿Por qué ya no dicen ser un dúo?
Esmeralda conoció a Jorge Drexler entre guitarreadas en La Paloma. Luego él participó en la canción «Primavera» de Ainda
«Si pasa un mes y no compuse, algo adentro mío se pudre…»: entrevista a Esmeralda Escalante, de Ainda. Por Azul Zorraquin (texto y fotos). Foto junto a Yago (gentileza Ainda – Nora Lezcano).
Ainda significa “todavía”, en portugués. Yago Escrivá y Esmeralda Escalante, los artífices de este proyecto musical, eligieron el nombre en un afán de aferrarse al presente y sacar el pie del futuro. Todavía tocan, todavía les apasiona y apuestan a este proyecto musical. “Primavera”, quizás uno de sus temas más populares, cuenta con la participación estelar del grandioso Jorge Drexler. Son un dúo que acaba de estrenar “Millones”, un disco que hermana, teje una red infinita, y condensa su manera de ser y pensar.
MALEVA conversó, en intimidad, una tarde de sol en Buenos Aires, con Esmeralda, una de las dos partes que lideran el proyecto.
«Ya no decimos ser un dúo porque de repente ya no éramos dos, ¡éramos miles! Si bien seguimos siendo con Yago, los dos líderes del proyecto, ya nos sentíamos apretados en el “dúo”. Aparte tiene algo muy folclórico, y musicalmente hoy, estamos en otro lado. Ainda solo, es más libre…»
Ainda significa “todavía”, en portugués. ¿Es un especie de Leitmotiv para ustedes, o qué representa?
En principio, lo elegimos porque no queríamos una palabra que nos atara a una imagen concreta. Nos gustó como sonaba, y con el tiempo nos fuimos dando cuenta de que tiene un contenido que nos representa un montón. Eso del: “todavía estamos acá”, podemos defender este proyecto y nos gusta hacerlo. Tiene algo del presente, y muy poco del futuro. Quizás mañana no, y está bien también. Es una sensación de eterno presente.
Antes el nombre también contenía la palabra “Dúo” y ya no. ¿Porqué?
Si, porque de repente ya no éramos dos, ¡éramos miles! Si bien seguimos siendo los dos líderes del proyecto, ya nos sentíamos apretados en el “dúo”. Aparte tiene algo muy folclórico, y musicalmente hoy, estamos en otro lado. Ainda solo, es más libre.
¿Cómo te pegó la cuarentena y el hecho de no poder tocar en vivo?
Extrañé, de a momentos tuve muchas ganas; pero a la vez, estuvimos laburando de lleno en el disco, y, por ende, tuvimos la suerte de que ese fuera nuestro motor creativo. Se dio como una oportunidad para enfocarnos en este proyecto, y no me genera ansiedad porque sé que los shows están volviendo de a poco.
¿Cuál fue el show más memorable de la banda que recuerdes?
Niceto, el año pasado. Nos encanta, es un lugar que tiene una mística especial. Hemos ido siempre a ver música que nos vuela la cabeza, y tocar ahí fue como darle una etapa nueva a la banda; la de tocar y que la gente baile de pie, y cante los temas. Antes hacíamos un tipo de música más contemplativa, introspectiva. Nos manijeó el movimiento.
«Tanto Drexler como yo veraneamos desde siempre en La Paloma, Uruguay. Yo voy ¡desde que estoy en la panza de mamá! Un verano nos conocimos, entre guitarreadas, y creo que para él, que es una figura pública, el lugar representa un especie de oasis familiar, dentro de la popularidad. Y así, nos fuimos acercando musicalmente; un día le mandé la canción («ya es primavera en Buenos Aires») y se copó…»
¿Cómo es la relación con Yago?
Tenemos un vínculo largo; nos conocemos hace diez años, y Ainda tiene ocho. Pasamos por todas las etapas. Hoy, te puedo decir que tenemos una amistad profunda y cambiante, que, a la vez, está en constante transformación. Aprendemos el uno del otro, y musicalmente estamos muy alineades siempre. Hay algo de nuestras voces que encastran de una manera sagrada, inexplicable, las primeras veces que cantamos ¡no lo podíamos creer! Yo lo sentía en la garganta.
¿Y cuáles son sus roles dentro de Ainda? ¿Son fijos o más bien, oscilantes?
En general yo llevo los temas, porque compongo constantemente. Soy muy prolífica en ese sentido; en quince, veinte días, hago una canción. Siempre arranco con la guitarra, alguna frase que me haya resonado, y ahí largo. Si pasa un mes y no compuse, algo adentro mío se empieza a pudrir (se ríe). Yago, en cambio, es más nerd. Se ocupa de la parte de estudiar, producir; lo hace muy bien y es un apasionado. Se podría decir que así, nos complementamos.
¿Qué te inspira a la hora de componer?
Las cosas que me pasan; trato de ser lo más transparente posible. Las canciones que más me gustan, son, indudablemente, las que menos filtro tienen. Es difícil, porque a veces me encuentro negociando, queriendo ser sincera y a la vez, buscando agradar. Con este último disco, me amigué mucho con la fragilidad de las letras; blanqueando los estados emocionales, y creo que llegué a lugares profundos sin necesidad de rebuscarme. Al final, eso hace que el otro resuene con esa transparencia.
«Las canciones que más me gustan, son, indudablemente, las que menos filtro tienen. Es difícil, porque a veces me encuentro negociando, queriendo ser sincera y a la vez, buscando agradar. Con este último disco, me amigué mucho con la fragilidad de las letras; blanqueando los estados emocionales, y creo que llegué a lugares profundos sin necesidad de rebuscarme…»
¿Qué repercusiones tuvo Ainda en el “Top 2020”, el resumen que hace Spotify a fin de año, sobre los temas más escuchados?
Siento que los números son un poco fríos e impersonales. No llego a conectarme con las cifras, porque no las entiendo. Prefiero recibir un mensaje sentido, antes que leer que “x cantidad de personas” escucharon nuestros temas. No me conmueve y creo que se juega algo de la ostentación y la competencia, que no nos representa.
¿Cómo nació la canción “Primavera”, y de qué manera se dio la colaboración con Drexler?
Ambos veraneamos desde siempre en La Paloma, Uruguay. Yo voy ¡desde que estoy en la panza de mamá! Un verano nos conocimos, entre guitarreadas, y creo que para él, que es una figura pública, el lugar representa un especie de oasis familiar, dentro de la popularidad. Y así, nos fuimos acercando musicalmente; un día le mandé la canción («ya es primavera en Buenos Aires») y se copó. Para mi fue un sueño, escucho su música desde que tengo memoria, aún cuando nadie lo conocía. Sus canciones, en algún punto, me despertaron esas ganas de hacer las mías. Todavía cuando suena el tema, ¡no puedo creer que sea real!