Con la premisa full verde y en ubicaciones de película/Desde un lodge en plena selva misionera con cabañas – ¡en los árboles! – hasta un glamping fabuloso (con monos y noches estrelladas increíbles) en el impenetrable chaqueño/Además: el delta también tiene lo suyo/¿Cuál es la estilo de cada propuesta? ¿Cuándo ir? ¿Cómo llegar?
Las sorprendentes cabañas del lodge Cuña Pirú: a ocho metros de altura, en un privilegiado entorno de selva misionera.
Selva: seis alojamientos mágicos en entornos verdes y exuberantes de Argentina / Desde Misiones hasta el Delta. Por Azul Zorraquin.
¿Alguna vez quisiste dormir en las vísceras de una selva? MALEVA investigó cuáles son los alojamientos más cool y aventureros, bajo la premisa «full verde», aventura y relax. Cabañas, lodges, hoteles y glampings, desde la selva misionera subtropical, al Impenetrable Chaqueño, y haciendo parada obligada por nuestro Delta del Paraná.
A continuación: seis oasis naturales para escaparse y ser feliz.
1) Cuña Pirú Lodge: una locura, dormir en las copas de los árboles en plena selva subtropical. / Aristóbulo del Valle – Misiones.
En las copas de los árboles, a ocho metros de altura, se esbozan las encantadoras cabañas de madera dura y roca basáltica con diseño bio-ambiental de Cuña Pirú Lodge, que significa “mujer flaca” en guaraní. Este alojamiento, diseñado para que el huésped se sienta parte de la selva, se encuentra a tan sólo 400 metros del Parque Nacional Salto Encantado, una joyita. “Contamos con veinte hectáreas de selva, piscina, senderos y la posibilidad de avistar todo tipo de aves. Se suelen ver monos titís y coatíes en zona. Cada huésped tiene una hectárea para sí, y al pie de una de las cabañas pasa un arroyo”, le cuentan a MALEVA desde el lodge.
El espíritu es muy familiar, dado que es atendido por sus dueños y Daniela, la encargada de la gastronomía, cocina para los huéspedes tallarines y empanadas caseras, sopas, y otros platos típicos de la zona. “No ofrecemos almuerzo pero sí un voucher con descuento para ir al parque Salto Encantado y degustar los platos de allá”, detalla. El desayuno está incluido y es muy abundante: budín, torta fritas, chipás, mbejú, mermeladas caseras y más.
Además del senderismo, el programa estrella, hay una piscina en plena selva, ideal para relajar y conectar con la naturaleza. Si bien hay dos habitaciones que son para dos, también hay una opción de habitación “familiar”, que tiene capacidad para cuatro. Todas tienen AC, equipo de mate, hamacas paraguayas y una vista fenomenal.
El hotel, a su vez, está a pocos kilómetros de Aristóbulo del Valle, una ciudad que ofrece más propuestas gastronómicas. El “Camping Piedras Blancas”, ubicado en la zona, también es un must; “tiene un salto muy lindo, parrillas para asar, y es ideal para ir a pasar el día. También hay una aldea, “Yvytu Porá”, que tiene un sendero interpretativo en el que cuentan sobre las creencias y la religión de la cultura guaraní”, resume Nancy, encargada de Cuña Pirú.
2) Glamping El Impenetrable: una propuesta fascinante que es sinónimo de tranquilidad y naturaleza pura / ¿Qué tal despertarse con las vocalizaciones de los monos? / Dato: la original gastronomía local. / Paraje la Armonía – Chaco.
En las entrañas del impenetrable chaqueño, dentro del bosque nativo y el parque nacional, a orillas del “Bermejito”, se ubica Paraje La Armonía, un glamping fascinante, rodeado de algarrobos, timbó, y otros miles de árboles. “Este lugar es sinónimo de tranquilidad; es una invitación abrir los sentidos y dejarse sorprender por los aromas del monte, el silencio de la noche, la vía láctea”, profundiza Rosario Gardey, coordinadora de la escuela en Paraje la Armonía. A la mañana, mientras las aves bien vienen al día nuevo, un desayuno «deluxe» se sirve en el deck de la carpa; también se puede oír a las familias de monos carayá haciendo sus vocalizaciones matutinas. Una experiencia única.
Además, la estadía incluye agua caliente para bañarse, ropa de baño y de cama, disposición ecológica de residuos, energía solar y el deck privado. En el paraje se puede gozar de la gastronomía local, que preparan las mujeres emprendedoras “Cocineras del Impenetrable”, y sirven en sus casas; el menú se envía previamente a los huéspedes y se elige con antelación. Los imperdibles son: las empanadas de charqui, el pañuelo de verduras y el asado de chivo. También preparan guisos, asado vegetariano y hasta tienen opciones sin taac.
Todas las comidas se acompañan con infusiones frías de hierbas, un must de la zona, a modo de “agua saborizada natural”. De postre, los alfajores de algarroba, empanadillas o torta de chocolate y algarroba son infalibles. En el paraje y alrededores, se pueden practicar varias actividades, como paseos en kayak, senderismo en bicicleta o a pie, y todas ellas se realizan con guías locales de la “Asociación de Vecinos de La Armonía”.
La época ideal para visitar el Impenetrable va entre los meses de mayo y octubre, porque es la temporada más seca, hay menos insectos y no hace un calor agobiante. Además, gracias al aire frío y seco nocturno, el cielo se ve con más claridad, lo cual es ideal para apreciar las constelaciones.
3) La Becasina: una isla paradisíaca y un lodge de lujo, all inclusive, y con una arquitectura que se amalgama con la vegetación. / Delta del Paraná – Provincia de Buenos Aires.
En esta isla salvaje, ubicada en el corazón del Delta, cruzando el Paraná de las Palmas, sobre el Arroyo Las Cañas y bajo una arquitectura astuta que se amalgama con la vegetación, se impone “La Becasina”, un lodge de lujo al estilo all inclusive caribeño. “Es una isla privada, muy selvática, y el hotel no tiene una estructura común; son quince bungalows exclusivos, con vista al río o incluso algunos que miran a la laguna interna”, explica Victoria Blaquier, la encargada detrás de la magia. Las pasarelas van esquivando los árboles para llegar a cada bungalow, cada uno con su intimidad, su balcón, su vista a la isla. Todas convergen al corazón de la Becasina, el lugar de encuentro, de lectura, de tiempo frente a la chimenea, de juegos de mesa.
La manera más fácil de llegar, es desde la Estación Fluvial de Tigre, y el viaje dura aproximadamente 1.45 hs, pero el mismo lodge ofrece ese servicio. Si bien no tiene playa privada, el hotel tiene salida al río y por ende se puede practicar todo tipo de deportes acuáticos como kayak o bote a remo. También hay un sendero mágico, ideal para recorrer a pie. La pileta, por su parte, es un ensueño.
Durante el fin de semana, el lodge cuenta con una masajista que hace masajes descontracturantes y relajantes. Respecto a la gastronomía, el artífice detrás de los platos es Telmo, un chef isleño que sorprende con ingredientes originales. Uno de sus platos estrella es la torta de nuez de pecán. Un manjar. La miel, por ejemplo, es extraída de las colmenas de la isla, y el pescado se pesca en el río y se prepara a la parrilla. También hay menús veggies y aptos para celíacos, y antes de cada almuerzo y cena, ¡Tabla de picada!
Así, el lodge invita a una estadía de relax y serenidad. Paredes patinadas de blanco, muebles de caña y pinturas que reflejan la armonía del lugar, confluyen entre sí para garantizar el máximo bienestar. Los baños, de madera de quebracho y amplias ventanas, ofrecen luz de lectura y recinto de ducha separado. Todas las cabañas tienen calefacción central y aire acondicionado.
4) Moconá Virgin Lodge: a pasos de los impactantes saltos, una propuesta completa de calma, confort y aventura por igual / En las inmediaciones del Soberbio – Misiones.
Este pintoresco lodge, está ubicado a pasos de los impactantes Saltos del Moconá, y dentro de la Reserva Natural Yabotí (es el único en la zona). El lugar cuenta con todo tipo de actividad de aventura: rapel “húmedo”, que se practica sobre el Salto Horacio, tirolesa de 600 metros, kayak y arquería. “Uno de los planes más interesantes que ofrecemos, es el “Fogón de Mitos y Leyendas”, un sendero nocturno de 150 metros que finaliza en un fueguito en el que se degusta un plato típico y bebida clásica regional; durante todo el sendero, se cuentan leyendas y costumbres de la historia y la cultura misionera”, explica Gustavo Ledesma, Gerente Operativo del lodge.
La estadía ofrece “pensión completa”, es decir, desayuno, almuerzo y cena. El plato estrella, sin dudas, es el pacú a la lima. Es el favorito de los huéspedes.
Dentro de la biósfera, aparte, se puede hacer avisaje de aves, como el boyero y el jote de cabeza negra. “También aparecen muchos zorros, coatíes, y de vez en cuando ardillas”, agrega Gustavo.
Si bien no hay una temporada ideal para visitar Moconá, hay que tener en cuenta que todas las actividades están sujetas a condiciones climáticas; tanto el Salto del Moconá, como la apertura del Parque Provincial, dependen del aumento del caudal del arroyo y del Río Uruguay. Si está muy bajo, o alto, lógicamente no se puede practicar kayak, por ejemplo.
5) Isla Verde: cabañas que son una joyita y con playa propia / Delta del Paraná – Provincia de Buenos Aires.
Estas cabañas, ubicadas en el Delta, son una joyita; tienen amarra propia para desembarcar con lancha propia, y en caso de no tener una, se puede llegar en una “lancha taxi” en 25 minutos, desde Tigre. Hay tres cabañas, y cada una tiene una capacidad distinta. “La Cantorrana”, por ejemplo, es perfecta para un grupo de amigos de 5/6; tiene jacuzzi en el deck y una vista privilegiada. Además, tiene una laguna interna, clave para darse un chapuzón.
“Los que tienen lancha salen a hacer wakeboard, porque estamos a 5 minutos del Río Paraná, quienes no tienen, suelen reservar una lancha-taxi para ir a cenar a “El Pajarito” o almorzar a “Fogón” o la parrilla “Boraso”, los mejores restaurantes de la zona”, explica Carla, el alma máter de Isla Verde.
¡Atención! La estadía no incluye las comidas ni el desayuno. Lo que sí se provee son: sábanas y toallas, shampoo y acondicionador. Además de agua mineral, carbón y leña, yerba, cafe , té, azucar, sal, aceite y aceto.
La idea y la esencia de la isla, es que cada uno se sienta “en casa”, se cocine, y viva una experiencia no tan hotelera sino más bien casera. “La idea del refugio es que vos llegues a tu cabaña y hagas tu historia, en tu pequeño mundo, sin gente molestando y que vos vivas tu rinconcito”, resume Carla.
Los Juncos y Los Ceibos, las otras dos cabañas, tienen playa privada y son claves para ir en pareja, por ejemplo. También hay un muelle principal que invita a pasar el día colgando de sus maderas. Si bien el verano es clave, en invierno también está preparado para recibir huéspedes, tiene salamandra y la playa no levanta viento.
6) La Cantera by Don: tres hectáreas de placer entre majestuosos árboles centenarios. / Iguazú – Misiones.
Este lodge se encuentra armoniosamente sumergido en la selva subtropical misionera Iryapú y se encuentra a pasos del Parque Nacional Iguazú. “La Cantera fue construida cuidadosamente preservando el medio ambiente. En las 3 hectáreas de las instalaciones hay árboles de más de 400 años de antigüedad y otros que están protegidos porque son especies en peligro de extinción”, explica el equipo hotelero. Así, el lodge se funde con la naturaleza de una manera cómplice y respetuosa.
La habitación “jungla”, sin duda, es la de la vista más privilegiada, pero todas tienen su encanto. Una pileta majestuosa, inmersa en plena selva, es un must para relajar y gozar. Además de los típicos planes de senderismo por el Parque Iguazú, La Cantera ofrece una serie de actividades alternativas, como el paseo por “Las Ruinas de San Ignacio y Wanda”, “Las Minas de Wanda son una joyita, literalmente un yacimiento de piedras semipreciosas que se encuentra a tan sólo 40 km. de Puerto Iguazú”, explica el equipo. También hay un programa imperdible: la Caminata de Luna Llena; mensualmente, en esta fase lunar, se realiza una caminata por los senderos del Parque. Es mágica.
La estadía incluye cenas deliciosas en el restaurante “Boyero”, que trabaja con platos de fusión autóctona/internacional, elaborados con los productos más frescos de la región.
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Fotos: son todas gentileza de los alojamientos mencionados.