La maravillosa barra dulce de Daniel´s en Ñuñoa
Si cuando estás de viaje mirás más los mercaditos gourmet que las vidrieras de firmas internacionales, si esperás al momento de comer para comparar distintas propuestas gastronómicas o si le sacás fotos a tus platos de comida demostrando orgullo y -vamos a decirlo- admiración por semejante presentación; dejame decirte que lo más probable es que seas un foodie.
Y si sos un foodie y estás de paso por Santiago de Chile vas a poder darte unos cuantos gustitos (yummy). Eso es porque la capital chilena ofrece una deliciosa mezcla entre lo mejor de la cocina mundial (sobre todo la norteamericana) sin dejar de sorprender con sus propios platos típicos que sí o sí hay que probar.
*La vida (y mi mejor amiga que se radicó en Santiago) me llevaron a visitar varias veces esta vibrante ciudad. Por eso, con conocimiento de causa, me tomé el atrevimiento de seleccionar distintas propuestas para los amantes de la comida. Fue dificilísimo porque la verdad es que existen una cantidad de restós, cafés y bares impresionantes que ofrecen propuestas de las más variadas y ricas. Y tras un debate interno de los más arduo finalmente elegí 4 opciones (una para cada momento del día) y un bonus track para dejar la panza llena y el corazón contento*.
Mi lista MALEVA para un día foodie en Santiago de Chile es la siguiente:
FAN ALERT. Empezamos el día en el set de Friends. Así como lo escuchás. Bueno, no, Rachel Green no está, sería demasiado. Pero en Santiago, más precisamente en el barrio Las Condes, abrió hace no mucho tiempo un café igualito (o casi) al mítico “Central Perk” de la serie Friends.
Si sos fanático de Chandler, Ross, Joey, Rachel, Phoebe y Mónica es un must indiscutible, y si no lo sos igualmente es un lindo café para comenzar la mañana. Los detalles están muy bien pensados (y llevados a cabo) tanto así que te vas a poder sentar en una imitación del sillón naranja que supo ser un protagonista más en los 236 episodios que se emitieron entre 1994 y 2004.
Al tratarse de un café al mejor estilo neoyorkino, es casi obligatorio que te pidas un latte pero si preferís también sirven un chocolate con churros que es para morirse. La cheesecake de Central Friends también vale una mención y es increíble. OJO porque los domingos no abre. La recomendación es ir un día de semana para disfrutarlo lleno de vida ya que es una opción muy elegida por quienes trabajan por el barrio.
Además, Central Friends Coffee House se ubica en un barrio super moderno de Santiago parte de lo que hoy se conoce como “Sanhattan”. Podés aprovechar, pedir un coffee to-go y caminar por las calles arboladas de edificios que te acompañan en tu ruta por el distrito financiero. Si alguna vez caminaste la Gran Manzana te va a dar la misma sensación de ser diminuto alrededor de los rascacielos más grandes de Sudamérica, que son una prueba del gran crecimiento que tuvo la capital chilena en las últimas décadas.
Esta no es solo una recomendación gastronómica sino también turística. Vamos a decir la verdad: la mayor parte de los argentinos que visitan Santiago van de compras, ¿y a dónde terminan? Casi seguro en el Costanera Center y, a lo sumo, en el Parque Arauco. Bueno, déjenme decirles que hay vida más allá de estos -ya clásicos- shoppings. En el último tiempo una serie de aperturas como el Casa Costanera o el Mall Plaza Los Dominicos renovaron la propuesta comercial.
Y si bien entre estas dos opciones el Casa Costanera es visiblemente más lindo -porque es como un paseo al aire libre- el Mall Los Dominicos esconde una joyita gastronómica del sur (y eso nos importa más). Entonces en este último, después de visitar H&M, Zara Home y Casa Ideas vas a poder almorzar en Cassis, un restó clásico del sur de Chile que finalmente llegó a Santiago.
¿La recomendación? Compartir alguno de sus super abundantes platos y dejar algo de espacio para cucharear y compartir algo dulce. Las crepes saladas (o dulces) son una gran opción para comer algo “más bien” liviano aunque si se está con más apetito es mejor pedir el plato estrella de la carta: el sandwich del campo.
¿Qué tiene esta BOMBA? Pollo, cebolla caramelizada, queso y pimientos entre dos panes super tiernos. Y viene acompañado con papas fritas así que la porción es sí o sí para dos personas. Último, pero no menos importante: los postres de Cassis son de otro nivel. Cualquier opción es válida: ya sea una de sus clásicas tortas, cuadraditos o crepes con nutella. Un almuerzo bien power.
Esta opción está especialmente pensada para esas personas que aman las cosas dulces. A ver, esas personas que son capaces de almorzar helado o cenar una torta. Bueno, para ellos Brussels Heart Of Chocolate es un oasis en medio de la ciudad chilena. El local está decorado con madera y hierro y es todavía más acogedor y recomendable para los días fríos de otoño o invierno.
¿Por qué? Porque su carta contiene solo platos y bebidas dulces, la mayoría cuyo ingrediente principal es nada más y nada menos que chocolate belga. ¿Qué más se puede pedir?
Dato: literalmente la carta no tiene ninguna opción salada así que si no te gusta mucho lo dulce, no es el lugar indicado para vos. ¡Hasta sirven pizza dulce! (y esa es su especialidad: una masa sablée fina y crocante con cobertura de chocolate, bombones y caramelo).
Sin embargo, yo me tenté con el volcán de chocolate y debo decir que no me arrepentí en ningún momento. Lo acompañé con un smoothie de chocolate blanco, banana y leche también exquisito. Y para quienes no quieran comer demasiado ofrecen jugos detox y una variedad de platos con frutas.
Además, Brussels vende bombones para degustar que después se pueden comprar para llevar. La caja de 15 bombones surtidos cuesta 11.500 pesos chilenos (que equivalen a 400 pesos argentinos) y los más elegidos son muy originales: de brandy, de caramelo con sal y de limón con nueces de pecan.
Margó es la más reciente apertura gourmet del afamado Parque Arauco. Se ubica en la terraza del Distrito de Lujo (un piso al aire libre en el cual solo hay locales de diseñadores internacionales) desde donde se puede admirar el espectacular atardecer chileno con una copa de champagne.
El local es lo máximo: las mesas de madera, las decoraciones en hierro y las luces decoradas con árboles secos hacen de Margó un lugar más que digno de visitar -y eso que recién estamos hablando sólo de su diseño.
Su propuesta gastronómica no se queda atrás. Con una variedad increíble, que va desde elaborados platos de carne hasta pastas caseras, es obvio que te vas a marear y te va a costar decidirte a la hora de elegir tu plato.
¿Cuál es la recomendación? Para empezar se pueden compartir unos ostiones con puerros gratinados a la parmesana que son una locura total. Como plato principal existe uno que logra destacarse del resto debido a que es una comida típica chilena pero llevada a su mejor versión gourmet: la plateada.
Seguramente te estás preguntando qué es. A mi me pasó lo mismo. La plateada es un jugoso corte de carne mechada montado sobre un cremoso puré de pastelera de choclo con toques de parmesano. Realmente es una exquisitez.
Si después de esa bomba todavía tenés ganas de comer algo dulce, sugiero que pidas un café acompañado de un crumble tibio de manzana con salsa toffee y almendras.
Sí, dije que iba a elegir cuatro opciones pero en verdad no puedo dejar esta última afuera. Y es especial para los remolones que disfrutan unos minutos más en la cama por la mañana y prefieren directamente brunchear un poco más tarde.
Daniel’s Bakery puede que sea la más original de las opciones. ¿Por qué? Antes que nada porque queda en un barrio del que seguramente no escuchaste oír: Ñuñoa. Ojo, no te asustes, tampoco es lejos. Queda al lado de Providencia pero lo divertido es que ya pierde ese aire a ciudad y sus calles más bien parecen las de un pueblito en las afueras.
Sin llegar a ser disruptivo con el ambiente, Daniel’s rompe un poco con esa onda más colonial o tranquila y le aporta al barrio una cuota de vida al mejor estilo californiano. Al entrar a su patio es como si te transportaras a algún café de Venice Beach, muy hipster.
Pero además de que esta panadería-café tiene mucha onda, la comida es muy rica (sobre todo las tortas, que son su especialidad). El brunch de Daniel’s viene con huevos benedictinos sobre un tostón al que se le puede agregar distintos toppings, también trae una porción de brownie, café o té, una copa de yogur con cereales y un jugo de naranja. Imposible no quedar satisfechos.
Sin embargo, mi recomendación es pedir un desayuno menos bomba y dejar espacio para las tortas que son tremendas. En especial la torta Snickers: bizcochuelo de chocolate, mantequilla de maní, caramelo y cobertura de ganache. Un éxito total.
Después de tanta comida está buenísimo aprovechar que estamos en Ñuñoa para caminar un poco por sus callecitas que ofrecen el marco perfecto para hacer un recorrido fotográfico que seguramente nos deje con mucho material para colmar nuestro Instagram de fotos muy cool.